Un descubrimiento realizado en el lado occidental de la Antártida está desafiando todo lo que se sabía sobre el continente más austral del planeta. Científicos del Instituto Alfred Wegener en Alemania encontraron un fósil natural formado por resina de árboles, que sugiere que este terreno helado fue en el pasado un bosque lluvioso y pantanoso, habitado por una rica biodiversidad.

Cuando se piensa en la Antártida, las imágenes habituales incluyen glaciares interminables, temperaturas extremas y pingüinos caminando sobre el hielo. Pero la presencia de este elemento en esta región confirma que no siempre fue así. Según los investigadores, el hallazgo se remonta a unos 90 millones de años, una época en la que el continente estaba cubierto por un bosque templado que prosperaba durante el período Cretácico, cuando la Tierra era significativamente más cálida.

El ámbar, que se forma cuando la resina de los árboles se endurece con el tiempo, es una cápsula del pasado que podría contener pistas cruciales sobre la vida en esta región. Johann Klages, geólogo marino y líder del estudio, se mostró muy emocionado por este descubrimiento que dio un giro total a lo que se creía sobre el continente antártico. “Es emocionante darse cuenta de que, en algún momento de su historia, todos los continentes tuvieron condiciones climáticas que permitieron la supervivencia de árboles productores de resina”, aseguró Klages.

El fósil encontrado pertenecería a un bosque templado que prosperaba durante el período Cretácico en lo que hoy conocemos como Antártida (imagen ilustrativa)

Pero esta no es la única evidencia que apunta a un pasado verde de la Antártida. Otros descubrimientos previos incluyen fósiles de raíces, polen y esporas que también datan del Cretácico, una época que abarcó desde hace 145 millones hasta 66 millones de años. Durante este período, la configuración de los continentes estaba cambiando rápidamente, mientras el supercontinente Pangea se fracturaba en las masas de tierra que hoy conocemos.

El ámbar fósil encontrado sugiere que el continente podría haber sido un ecosistema pantanoso, con una biodiversidad rica que incluyó árboles de resina y posiblemente otras formas de vida aún por descubrir. Este hallazgo no solo lleva a replantearse cómo era la Antártida, sino que también podría ayudar a los científicos a comprender mejor los efectos del cambio climático en el pasado y en el futuro.

El equipo de investigación ahora tiene la tarea de analizar este fósil para encontrar más pistas sobre el ecosistema del bosque. Esto incluye buscar restos de vida microscópica, como insectos atrapados en la resina, y determinar si el bosque fue afectado por eventos como incendios. “Nuestro objetivo es reconstruir cómo era este ecosistema, y este hallazgo nos permite viajar al pasado de una manera más directa”, señaló Klages.

Un fósil que data de hace 90 millones de años podría cambiar todo lo que se sabía sobre la Antártida

La Antártida, que hoy parece un desierto helado, fue una vez un lugar vibrante y lleno de vida. Este descubrimiento no solo amplía el conocimiento del continente, sino que también destaca lo mucho que queda por aprender sobre la historia geológica y climática de la Tierra.

¿Qué más podría estar escondido bajo el hielo del continente más inhóspito del planeta? Es la pregunta que se realizan los científicos a partir de este descubrimiento único. La respuesta a esta pregunta promete ser tan fascinante como los propios hallazgos científicos.