Un reciente estudio llevado a cabo en Houston, Texas, puso en evidencia una realidad que muchos residentes quizás ya intuían: no todos los vecindarios experimentan el calor de la misma manera. La campaña de mapeo térmico realizada por el Houston Harris Heat Action Team (H3AT) en agosto de 2024 reveló diferencias significativas en las temperaturas entre distintas zonas de la ciudad, con variaciones que alcanzan hasta los 7,8 °C (14 °F) en las horas más calurosas del día.
El efecto de “isla de calor”: el fenómeno que afecta ciertos barrios de Houston
El fenómeno conocido como “isla de calor urbano” se refiere al aumento de temperaturas en algunas áreas debido a la concentración de superficies pavimentadas, edificios y la falta de vegetación.
El estudio de H3AT, que contó con la participación de más de 150 voluntarios, midió los termómetros y la humedad en 69 rutas diferentes durante tres momentos del día: mañana, tarde y noche. Los resultados mostraron que las zonas con mayor cobertura arbórea y espacios verdes mantienen temperaturas más bajas, mientras que aquellas con alta densidad de construcciones y escasa vegetación registran niveles de calor mucho más elevados.
Los barrios de Houston donde se reportó una mayor diferencia de temperaturas fueron:
- Gulfton
- Alief
- Sharpstown
- Westwood
- Mid West
Stephanie Piper, investigadora asociada del Houston Advanced Research Center (HARC, por sus siglas en inglés), destacó la importancia de estos hallazgos: “Una diferencia de 14 °F en un día caluroso en Houston puede significar la diferencia entre sentir incomodidad y enfrentar riesgos graves para la salud”.
La especialista explicó que las personas más vulnerables, como aquellos que carecen de aire acondicionado, viven en edificios antiguos o son adultos mayores, enfrentan mayores peligros debido a estas condiciones extremas.
Esfuerzo comunitario para combatir el calor en Houston
El estudio de 2024 no solo amplió la cobertura geográfica respecto a la primera edición realizada en 2020, sino que también involucró a la comunidad de manera activa. Los voluntarios recorrieron más de 55 kilómetros en total, en donde se cubrieron vecindarios como Alief, Sunnyside, Fifth Ward, Pasadena y Greenspoint, conocidos por ser particularmente afectados por el calor.
“El hecho de que tantos voluntarios quisieran mapear sus propios vecindarios demuestra cuán conscientes están los residentes del problema del calor extremo y su deseo de ser parte de una solución basada en datos”, afirmó Piper.
Los datos recopilados no solo sirven para documentar el problema, sino también para guiar acciones concretas. Entre las iniciativas que se consideraron se incluyen la plantación de árboles en espacios públicos, la implementación de pavimentos reflectantes y la creación de infraestructuras de sombra en áreas de alto tráfico, como paradas de autobús.
El financiamiento para esta iniciativa provino de la Ley de Reducción de la Inflación y del Programa de Silvicultura Urbana y Comunitaria del Servicio Forestal. Estas acciones forman parte de un esfuerzo más amplio llamado “ForUsTree”, que busca no solo aumentar la cobertura de árboles, sino también generar oportunidades laborales en el sector ambiental.
El H3AT es una colaboración entre varias instituciones, que incluye el HARC, la Ciudad de Houston, el Departamento de Salud Pública del Condado de Harris y organizaciones como el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés). Su objetivo es abordar los impactos del calor extremo a través de soluciones basadas en datos, participación comunitaria y defensa de políticas públicas.
“Los datos van más allá de documentar el problema. Nos ayudan a priorizar áreas donde la mitigación del calor puede tener el mayor impacto para la mayor cantidad de personas”, aseguró Piper. Con esta información en mano, Houston está un paso más cerca de convertirse en una ciudad más fresca, resiliente y equitativa para todos sus habitantes.