Dos hombres ucranianos pasan por delante de un anuncio de reclutamiento de una unidad del ejército en Kiev (EFE/ Marcel Gascón/Archivo)

La insistencia de Estados Unidos en que Ucrania debe reducir la edad de movilización de 25 a 18 años es recibida con poco entusiasmo en el país invadido por Rusia, que apuesta por otras formas de paliar las carencias de infantería y ve el armamento moderno, no la cantidad de efectivos, como la clave para prevalecer sobre un enemigo mayor.

El principal de sus aliados pedirá a Ucrania reducir la edad que sirve de umbral para la movilización obligatoria, sugirió en una entrevista reciente Mike Waltz, futuro asesor de seguridad nacional del presidente electo Donald Trump.

Aunque Ucrania admite la creciente falta de soldados de infantería, reclutar por la fuerza a jóvenes podría resultar profundamente impopular y fracasar a la hora de resolver los problemas subyacentes de la movilización.

Los nuevos reclutas pueden comprar ropa militar y algunos equipos militares básicos en uno de los muchos puestos del mercado Krakivskyi en Lviv (EFE/ Rostyslav Averchuk)

Sin una solución simple

“Reducir la edad de reclutamiento es una solución simplista e inefectiva a un problema muy complejo”, dijo a la agencia de noticias EFE Oleksandr Kovalenko, analista militar del Grupo Resistencia Informativa.

Kovalenko argumenta que Ucrania está lejos de haber agotado sus reservas de movilización entre los hombres de entre 25 y 60 años y que todavía hay varios millones disponibles para unirse al Ejército, que cuenta en la actualidad con 880.000 efectivos.

Aunque reclutas más jóvenes podrían fortalecer el Ejército, la clave está en animarlos a unirse voluntariamente haciendo más atractivo el servicio militar, apuntó Oleksí Mélnik, antiguo asistente del ministro de Defensa.

Aunque Estados Unidos identifica correctamente el problema, plantea la solución equivocada, destacó también Stanislav Aséyev, un escritor ucraniano y ex soldado de infantería. “Solo podemos salir victoriosos con calidad, motivación y armas. Y no con números: los rusos siempre tendrán más soldados”, escribió en X.

Un oficial de reclutamiento con el indicativo 'Fantomas' habla con un hombre en una calle en Kiev (REUTERS/Gleb Garanich)

Un problema complejo

Lo que Ucrania necesita son más armas para equipar a las unidades militares ya existentes, afirmó recientemente el presidente Volodimir Zelensky, que se opone a bajar la edad de reclutamiento.

Los constantes retrasos en el suministro de ayuda militar por los aliados y sus dudas a la hora de entregar a Ucrania armamento moderno han degradado la moral de los ucranianos y han erosionado su voluntad de alistarse, escribió el fundador del laboratorio de ideas militar Frontelligence Insight, conocido por su alias “Tatarigami”.

Sin embargo, esperar a que llegue suficiente armamento occidental, algo que podría no ocurrir nunca, tampoco es una solución, destacó.

Ucrania ha estado reasignando a miles de soldados de unidades como la Fuerza Aérea a destinos de infantería para poder contener la presión rusa.

Según “Tatarigami”, con esto se malgastan valiosos especialistas y se socava el esfuerzo para atraer a más reclutas dándoles más control sobre su papel en el Ejército.

El reclutamiento obligatorio también es visto cada vez más como injusto por la población, ya que algunos individuos ricos y bien conectados lo evaden, desmotivando así a muchos otros a alistarse, señaló “Tatarigami”.

Un grupo de reos escucha a un sargento del Batallón Arey de las fuerzas ucranianas durante una entrevista en prisión en la región de Dnipropetrovsk el 21 de junio de 2024 (AP Foto/Evgeniy Maloletka)

Estímulos positivos

Hacen falta reformas más profundas para demostrar a los potenciales soldados que su vida es valorada, subrayó.

Esto incluye una reorganización comprensiva del mando militar, mejorar el adiestramiento de nuevos reclutas y proteger mejor sus derechos durante su servicio y en caso de que sean heridos.

Los soldados de infantería deberían recibir grandes ventajas, como periodos limitados de servicio militar y garantías de desmovilización una vez que lo hayan completado, argumentó “Tatarigami”.

El Gobierno también está estudiando la introducción de una prima equivalente a 1.200 euros al firmar el contrato y una subida de los salarios, de entre 500 y 3.000 euros, en 250 euros.

Soldados recién reclutados celebran el final de su instrucción en una base militar cerca de Kiev, Ucrania, el 25 de septiembre de 2023 (AP Foto/Efrem Lukatsky, Archivo)

La situación puede mejorar

A pesar de las dificultades, Ucrania ha logrado impedir hasta ahora un avance decisivo del enemigo en un larguísimo frente de 1.000 kilómetros, destacó Mélnik.

Los problemas en la movilización no quieren decir que los ucranianos no estén dispuestos a luchar por su independencia, señaló “Tatarigami”, que agregó que ningún país en una situación similar podría valerse solo de voluntarios.

El fundador del Frontelligence Insight destacó que, a diferencia de Rusia, Ucrania es una democracia y trata de funcionar dentro de un marco legal, aunque sus leyes no estén bien adaptadas a una situación de guerra y no sean siempre bien implementadas.

La mayoría coincide en que la movilización está justificada y es necesaria, dijo a EFE Antón Grushetski, director del Instituto Internacional de Sociología de Kiev. Que el proceso sea más justo y obtener más ayuda de los aliados alentaría a más ciudadanos a alistarse, afirmó.

Por Rostyslav Averchuk (EFE)