“No los vi llegar antes de tenerlos encima”. Cuando Juan observó a la moto con dos ocupantes que se ponía a su par ya no tuvo tiempo de nada. Fue un movimiento rápido de uno de los delincuentes que logró girar la llave de arranque de su moto, maniobra que provocó que el joven de 23 años y su novia, Nicole, cayeran al pavimento. Enseguida los motochorros se apropiaron del rodado por el que tanto había trabajado la víctima. Fue otro de los violentos robos de motocicletas que se registran prácticamente a diario en el conurbano. Esta vez fue en el partido de Ituzaingó, al mediodía. Ambos jóvenes sufrieron lesiones.

“Junté plata para comprar la moto y perdí todo”, contó desolado Juan. Los motochorros habían elegido a la pareja como blanco bastante antes de lanzar el ataque. “Nos empezaron a seguir desde Merlo, aunque en el momento no me di cuenta. Solo supe que los tenía encima cuando estaban a mi lado”, contó Juan. Los ladrones, dos hombres encapuchados, iban en una sola moto y se ocultaban detrás de camiones y autos para no ser detectados.

Al recordar el itinerario que había tomado con su novia, el joven recordó que pasó en frente del local de la empresa para la cual trabaja. Tuvo entonces la idea de consultar el registro de las cámaras de videovigilancía del lugar. En ese momento se dio cuenta de que los delincuentes ya estaban tras ellos, persiguiéndolos en la calle Famatina.

Al llegar a la calle General Rodríguez, unos metros antes de llegar a la esquina de Suboficial Perdomo, los asaltantes iniciaron su emboscada. “Cuando me di cuenta de lo que pasaba, intenté defenderme con el casco que llevaba en el brazo. Entonces, el delincuente que iba atrás estiró la mano, giró la llave de mi moto y la apagó”, relató la víctima. Al cortarse la transmisión del motor, la rueda trasera de su motocicleta se trabó y Juan y Nicole cayeron violentamente al asfalto.

En el piso, desorientado y con heridas, Juan vio cómo los asaltantes se apoderaban de su vehículo. “Me gritaban ‘tómatela, tómatela’. En ese momento tuve mucho miedo de que sacaran un arma y nos dispararan”, explicó en diálogo con LA NACION. Frente a las amenazas, el joven logró conservar su sangre fría. “Me voy, llevátela”, dijo al delincuente que empuñaba su moto. Sin embargo, aunque uno de los atacantes parecía tener algo en el bolsillo, nunca exhibió un arma. “Creo que era un desodorante o algo similar, pero en el momento no podía arriesgarme”, afirmó.

Juan y Nicole siempre están juntos. Desde hace años. Cuentan sus allegados que ellos son novios desde la escuela secundaria y que incluso trabajan juntos en una fábrica instalada en Ituzaingó. Agradecen ambos poder abrazarse nuevamente después del peligro que tuvieron delante.

“Yo pensé que querían pasarnos, pero la realidad es que no, que nos pegaron a la moto, nos empezaron a manotear el tablero de la moto y a querer empujar. Yo ya ahí dije ‘ya está, llegó el momento que más temí en mi vida, que me roben y encima caerme de la moto’. Así que me mentalicé y acepté que me iba a caer y a lastimar”, recordó Nicole.

Inmediatamente después del robo, Juan pidió ayuda a los testigos. “Le grité a un vecino que llamara a la policía, y otro chico que salía de trabajar también se acercó y llamó al 911″. Según el testimonio del joven, el patrullero llegó en menos de cinco minutos. “Por suerte, la agente que vino era alguien que fue conmigo a la escuela. Eso me dio confianza para contarle todo”, agregó.

Los vecinos también jugaron un papel clave en el momento posterior al asalto. “Me ofrecieron agua, ayudaron a que me calmase, y uno de ellos incluso tenía cámaras de seguridad, que registraron la escena”. Gracias a esas imágenes, se pudo identificar con claridad el accionar de los delincuentes y cómo se llevaron la motocicleta. El hecho se viralizó casi de inmediato en las redes sociales y en los medios periodísticos. Representa ese robo otro ejemplo dramático de la ola de inseguridad que golpea en los últimos días al conurbano.

Para Juan, el robo de su moto Honda XR 150 representa una pérdida incalculable. “La uso para trabajar, no es solo un medio de transporte. Yo salgo todo el tiempo a comprar insumos y herramientas”, explicó. Adquirida en 2022, la moto era una herramienta esencial en su vida laboral.

Más allá del daño material, la experiencia dejó secuelas en su pareja, quien nunca antes había sufrido una caída en moto. “Ella está muy dolorida, con golpes en todo el cuerpo. Yo no llevaba mi casco, pero por suerte, ella si. Aún así, andábamos sin protección porque era un día caluroso por lo cual teníamos ropa liviana”, detalló.

El violento robo sufrido por Juan y Nicole no es un hecho aislado. “Ya había escuchado de robos similares en la zona. Es una modalidad que se repite”, se lamentó el joven víctima del delito. Según su experiencia, la seguridad en su barrio inmediato es relativamente buena, pero unas cuadras más lejos, la situación cambia drásticamente. “Famatina es una calle muy transitada porque conecta directo con la autopista, y eso la hace un blanco fácil para los delincuentes”, explicó. A pesar del trauma vivido, Juan se muestra resiliente y agradecido por el apoyo que recibió. “La reacción de los vecinos y de la policía fue rápida. Pero esto no debería pasar”, concluyó.

Juan Bourgeat y su novia Nicole Molina sufrieron lesiones en el violento asalto

El robo de motos es uno de los delitos más violentos en el Gran Buenos Aires. Y, pese a la repetición de hechos -muchos de los cuales derivan en muertes- lejos de frenarse esa tendencia, aumenta. Así lo indicaron las estadísticas de los últimos años.

Según el estudio realizado por la entidad que agrupa a las principales compañías de seguro del país, las denuncias por robos de motos pasaron de 24.131 hechos, en 2021; a 35.050, en 2022 y 42.333, en 2023, en la Argentina. De esas 42.333 denuncias, al menos 25.760 corresponden a motos que se robaron en territorio bonaerense.

Frente a esa realidad, las autoridades del Ministerio de Seguridad Nacional preparan una serie de variantes tácticas para detener el crecimiento de ese delito. En los próximos días, según contaron a LA NACION, funcionarios que están al tanto de las medidas de prevención del crimen, se intensificarán los controles viales por parte de fuerzas federales en algunos municiones bonaerenses y uno de los focos será el control de la circulación de motocicletas. Alternativas más drásticas, como zonas vedadas para el movimiento de dos personas en una moto quedarán a consideración de autoridades provinciales y municipales.ß