El pasado 5 de enero, Nueva York implementó el primer programa de tarifas por congestión en Estados Unidos. En su primer mes, el plan tuvo excelentes resultados: redujo el tráfico un 7,5%, mejoró los tiempos de viaje y aumentó el número de peatones en los distritos comerciales. Sin embargo, el presidente Donald Trump anunció que buscará ponerle fin, dado que lo considera perjudicial para la ciudad.

Peajes en Manhattan: beneficios de la tarifa por congestión

El plan impone un peaje de nueve dólares en horario pico y US$2,25 en la noche a los conductores que ingresen a Manhattan por debajo de la calle 60. Su objetivo es reducir la congestión vehicular y financiar mejoras en el sistema de transporte público. Según la Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA, por sus siglas en inglés), en enero ingresaron 1,2 millones menos de vehículos en comparación con el mismo mes de 2024.

En su primer mes, el peaje en Manhattan redujo en 7,5 % la cantidad de vehículos

Según una encuesta de Morning Consult, el 66% de los conductores frecuentes en la zona apoya la medida. Es que el impacto en el tráfico ha sido inmediato:

  • Los tiempos de viaje en puentes y túneles se redujeron hasta en 30%.
  • Cruzar la calle 34, una de las arterias más transitadas, ahora toma la mitad del tiempo.
  • Más personas visitaron los comercios en la zona afectada: 36 millones en enero, 1,5 millones más que en 2024.
  • Broadway reportó un aumento del 17% en asistencia a sus espectáculos, pese a predicciones de que la tarifa afectaría la industria.

Trump promete bloquear el programa de peajes en Nueva York

A pesar de estos datos, Trump insiste en que el programa es “destructivo para Nueva York”. En una entrevista con The New York Post, afirmó que podría “matarlo en Washington” mediante el Departamento de Transporte. También sostuvo conversaciones con la gobernadora Kathy Hochul, quien defiende el programa y presentó datos que muestran sus beneficios.

Según The New York Times, el presidente contempla dos estrategias: retener fondos federales para la Autoridad de Transporte Metropolitano o revocar la autorización federal que permite el cobro de los peajes. Sin embargo, expertos legales cuestionan la viabilidad de estos intentos.

Con menos autos en las calles, los tiempos de viaje se redujeron hasta 30 %

El programa pasó revisiones federales y ha sobrevivido varias demandas”, explicó Michael Gerrand, director del Centro Sabin de Derecho Climático de la Universidad de Columbia. Cualquier intento de detener la medida “terminaría en los tribunales, donde ha sido defendida con éxito en varias ocasiones”, agregó en declaraciones a The New York Times.

El camino de la tarifa por congestión en EE.UU.

La tarifa por congestión ha sido aplicada con éxito en ciudades como Londres y Estocolmo desde hace décadas. En 2019, el estado de Nueva York aprobó su implementación, mientras que el gobierno federal concluyó en 2023 que no tendría un impacto ambiental significativo.

La tarifa generó un aumento en la cantidad de peatones en distritos comerciales

Inicialmente, la tarifa iba a ser de US$15 por día, pero Hochul suspendió su aplicación en 2024. Luego, tras las elecciones, reactivó el programa con la tarifa reducida de US$9. Se espera que genere US$15.000 millones para modernizar el transporte público de la ciudad.

El plan ha recibido demandas de grupos como la Asociación de Camioneros de Nueva York y la Federación Unida de Maestros, que argumentan que afecta desproporcionadamente a los trabajadores. No obstante, la tendencia global ha mostrado que este tipo de medidas reducen el tráfico y mejoran la calidad de vida en las ciudades.