WASHINGTON.- El presidente norteamericano, Donald Trump, volvió a hablar este viernes sobre su polémica propuesta para tomar posesión de la Franja de Gaza, a la que calificó como una simple “transacción inmobiliaria”, aunque aclaró que Estados Unidos “no tiene apuro por hacer nada”.
Trump sostuvo que sus sugerencias de que los residentes de Gaza podrían ser reasentados “en un terreno nuevo, fresco y hermoso”, y que la zona podría ser reurbanizada por su potencial turístico han sido “muy bien recibidas” en todo el mundo, aunque la sugerencia despertó fuertes rechazos de los propios palestinos y gran parte de la comunidad internacional.
En diálogo con la prensa en la Casa Blanca el presidente sugirió que el reasentamiento de los residentes de Gaza podría ser permanente, algo en lo que incluso los principales miembros de su propia administración no lo han apoyado. “No queremos ver a todos regresar y luego mudarse en 10 años” debido a los continuos disturbios, señaló.
El presidente estadounidense realizó su propuesta para trasladar a la población gazatí y ocupar la Franja de Gaza luego de una reunión mantenida el martes con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
El mandatario hizo estas declaraciones durante una reunión bilateral con el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, en la que abordó varios temas además de la situación de Gaza.
Más aranceles
Entre otros asuntos, dijo que la semana que viene anunciará la imposición de nuevos aranceles comerciales a varios países -sin especificar cuáles- en una medida que busca equiparar las tasas que estas naciones imponen a productos estadounidenses.
El objetivo de esta medida pasa por que Estados Unidos “sea tratado de manera equitativa con otros países”, según precisó Trump. “Lo anunciaré la próxima semana, sobre comercio recíproco, para que seamos tratados de manera equitativa con otros países, no queremos más ni menos. Así que lo anunciaré la próxima semana”, dijo.
La medida sobre el comercio recíproco fue una de las promesas de Trump durante la campaña de las elecciones presidenciales, cuando aseguró que impondría aranceles a las importaciones con tasas iguales a las que los socios comerciales imponen a las exportaciones estadounidenses.
Los aranceles comerciales se volvieron una medida de presión con la que Trump está consiguiendo que otros países se amolden a sus exigencias. Tras amenazas a Colombia o México -entre otros- con aranceles del 25 %, Bogotá aceptó recibir migrantes deportados y el gobierno mexicano reforzó la seguridad fronteriza para impedir cruces ilegales a territorio estadounidense.
Wall Street profundizó pérdidas este viernes tras un artículo de la agencia Reuters sobre la discusión de Trump con los legisladores.
Trump y los republicanos pretenden anunciar su ambicioso paquete de impuestos y gastos este fin de semana, tras una reunión de cinco horas en la Casa Blanca el jueves.
Sin embargo, se enfrentan a un pedregoso camino en el Congreso, donde los republicanos tienen mayorías exiguas tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado. Se espera que se apoyen en viejas normas presupuestarias para sortear la oposición demócrata, lo que los obligará a trabajar al unísono.
Trump tiene previsto cenar con los republicanos del Senado el viernes y asistir al Super Bowl -la final del fútbol americano- con el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, el domingo.
En una audiencia de confirmación el jueves, el candidato a representante comercial de Trump, Jamieson Greer, dijo que otros países tendrán que reducir las barreras a las exportaciones estadounidenses si quieren mantener el acceso al mercado de Estados Unidos, y mencionó particularmente a Vietnam.
“Necesito, si soy confirmado, ir a estos países y explicarles que si quieren disfrutar de un acceso continuo al mercado de Estados Unidos, necesitamos tener una mejor reciprocidad”, dijo Greer.
Agencias AP, AFP y Reuters