Morena Rial fue trasladada desde la comisaría 7a. de San Isidro, dependencia situada en el barrio de Las Lomas, a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Martínez, para ser indagada por robo agravado por efracción y escalamiento, delito que prevé una pena de entre tres y diez años de cárcel
La joven, que el sábado pasado cumplió 26 años, llegó cerca de las 12 a la fiscalía, situada en la avenida Fleming y Cuyo, en Martínez. Fue trasladada en un patrullero de la policía bonaerense. Estaba vestida de negro y cuando la bajaron del móvil tenía un buzo con capucha sobre su cabeza.
Desde el lunes pasado es defendida por el abogado Fernando Burlando. La semana pasada, cuando fue indagada por el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, funcionario a cargo de la investigación, se negó a declarar.
“Me niego a declarar. Quiero mi arresto domiciliario y que me revise un médico porque me duelen las muñecas por las esposas”, sostuvo Rial en la primera audiencia. En ese momento era defendida por el abogado Alejandro Cipolla.
El robo por el que está presa Rial ocurrió el 18 de enero pasado cerca de las 22 en una casa situada en José María Moreno al 2700, en Villa Adelina. El inmueble estaba vacío. Los propietarios estaban de vacaciones en Pinamar, según pudo reconstruir LA NACION.
“El día 18 de enero pasado, cerca de las 22, Rial -vistiendo un vestido corto de rojo y zapatos blancos, Luna González, Alan Martín Fernández y Lautaro Tomás Ledesma y un quinto delincuente cuya identidad a la fecha se ignora, mediante un plan previamente acordado con clara división de roles se constituyeron con fines de robo y a bordo del rodado marca Peugeot modelo 207 blanco, conducido por Rial, en la vivienda de la calle José María Moreno 2775, en Villa Adelina, en San Isidro. Ello, aprovechándose de la ausencia de sus moradores con el fin de apoderarse ilegítimamente de bienes muebles y efectos de valor que pudieran hallarse en la propiedad”, según se desprende del dictamen donde el fiscal Ferrari solicitó la detención de Rial y al que tuvo acceso LA NACION.
Los delincuentes que irrumpieron en la casa robada fueron Ledesma y el sospechoso que, por el momento, todavía no fue identificado. Rial, González y Fernández se quedaron en el automóvil.
“Ledesma y su cómplice, ya en la puerta de la propiedad, tras haber interrumpido el suministro de energía de la casa, bajando manualmente para ello la llave térmica empotrada en una pared lateral, desde la vía pública sortearon el perímetro de reja de dos metros de altura, accediendo de ese modo al patio delantero interno de la finca que los condujo al frente de la propiedad. Allí, utilizando las herramientas que llevaban en sus mochilas, forzaron los barrotes de las rejas de una de las ventanas, levantaron la persiana de madera, accediendo de este modo al interior de la vivienda. Una vez allí, revolvieron los diferentes ambientes en búsqueda de pertenencias, apoderándose ilegítimamente al menos de una notebook”, afirmó el fiscal Ferrari en el citado dictamen.
Tras el robo, el auto conducido por Rial fue filmado en una estación de servicio situada en la avenida Fondo de la Legua y El Indio, en Villa Adelina. En los baños, la joven se cruzó con una mujer policía que cumple servicios en el Comando de Patrullas de San Isidro. La uniformada la reconoció y le dijo: “Vos sos More”. La muchacha respondió: “Ah, si amor”. Cuando volvió al móvil, la testigo le dijo a su compañero que había visto una famosa.
Pocos minutos después, la uniformada y su compañero fueron desplazados a una casa situada en José María Moreno al 2700, en Villa Adelina, porque se había activado una alarma. Era la casa que, según la Justicia, fue robada por la banda que integra Morena Rial.
El fiscal Ferrari y detectives de la Superintendencia de Seguridad Región AMBA Norte 1 de la policía bonaerense, a cargo del comisario mayor Lucas Borge, buscan a González y Fernández, los dos prófugos del caso, e intentar dar con el delincuente que, por el momento, no fue identificado.
El lunes fue detenido, acusado de partícipe secundario, Alan Cañete, quien fue el que le “prestó” el auto Peugeot 297 blanco a Rial.
En su declaración indagatoria, Cañete recordó que cuando retiró el vehículo, Rial estaba con su bebé, Amadeo. La joven devolvió el vehículo al día siguiente.
“Se llevó el auto de Ezequiel [Segovia Gil, pareja de Cañete] y dijo que lo iba a utilizar para una mudanza. No sabía que iba a ser usado para un hecho delictivo. Me enteré del robo cuando vi el vehículo en las imágenes de la televisión”, afirmó el sospechoso.
Cañete, que el año pasado terminó procesado en una causa por el presunto entorpecimiento de la investigación de la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño visto por última vez el 13 de junio pasado en una zona rural de Corrientes, dijo ser estudiante de Derecho e instructor de tiro.