Muchas personas se despiertan alrededor de las 3 de la mañana sin razón aparente. Es un fenómeno relativamente común al que normalmente se atribuyen explicaciones sobrenaturales. Pero, ¿sabías que puede tener que ver con tus niveles de glucosa? Hay múltiples factores que pueden afectar la calidad del sueño, como la duración de los ciclos, los picos de cortisol y los niveles fluctuantes de glucosa durante la noche.

¿Cómo influyen los niveles de glucosa en la calidad del sueño?

De acuerdo con la Federación Mexicana de Diabetes, los niveles de glucosa presentan una tendencia espontánea a elevarse en la madrugada, tengas o no diabetes. Hay dos fenómenos que podrían provocar despertar alrededor de las tres de la mañana: el fenómeno del alba (o fenómeno del amanecer) y el efecto Somogy.

El fenómeno del alba tiene que ver con el aumento en la hormona del crecimiento, común en adolescentes. Esta actúa en oposición a la insulina y por esa razón puede provocar un aumento en los niveles de glucosa hacia las cinco o seis de la mañana.

En el efecto Somogy se observa un incremento de los niveles de azúcar durante la mañana, provocado por una hipoglucemia nocturna. Es decir, es una hiperglucemia de rebote.

Para distinguir entre ambos fenómenos, destaca la Federación Mexicana de Diabetes, es necesario realizar pruebas de glucemia entre las 3 y las 5 de la mañana. Si tus niveles son bajos, la hiperglucemia está asociada al efecto Somogy. Si, en cambio, tus niveles de glucosa son óptimos, esto tiene que ver con el fenómeno del alba.

Las pruebas de glucemia en la madrugada pueden dar una pista de las causas.

Glucosa y alimentación antes de dormir

La alimentación tiene mucho que ver con la tendencia a despertar a las 3 de la mañana o alrededor de esa hora. Comer poco o comer abundantemente cerca de la hora de acostarse podría ocasionar un pico en los niveles de glucosa y, en consecuencia, despertarte. Estos son algunos de los cambios que podés implementar en la alimentación y el sueño:

  • Cenar temprano y ligero.
  • Evitar el alcohol y el azúcar antes de dormir.
  • Mantener una rutina consistente de sueño: irse a dormir y despertarse a la misma hora todos los días puede ayudar a conciliar el sueño y a observar patrones en el azúcar en sangre.

Si ya implementaste estos cambios en la alimentación y el sueño, consultar con un médico. Un especialista puede ayudarte a analizar los patrones de glucosa y ofrecerte soluciones personalizadas que ayudarán a que las noches de sueño sean mucho más reparadoras.