Talgo, la emblemática empresa ferroviaria española, conmemora el 75 aniversario de su primer viaje comercial mientras enfrenta un panorama de desafíos económicos y una reciente reestructuración en su accionariado. Su bagaje, no obstante, es muy extenso.
La compañía fue fundada en 1942, y tras muchos años de funcionamiento constante, atraviesa un periodo de incertidumbre tras registrar pérdidas significativas y ser adquirida parcialmente por un consorcio liderado por Sidenor, con el respaldo del Gobierno vasco y otras entidades. Este cambio tenía como objetivo estabilizar su estructura accionarial y reforzar su posición en el sector ferroviario, que es considerado estratégico para España.
Sin embargo, se puede decir que desde primer viaje comercial en 1950 hasta sus proyectos más recientes, Talgo ha sido un símbolo del progreso y la innovación en el transporte ferroviario español. Su capacidad para adaptarse a los cambios tecnológicos y las demandas del mercado fue clave para su éxito, y aunque los retos actuales ponen a prueba su resiliencia y su capacidad para mantenerse como líder en el sector, la compañía pretende seguir siendo un referente en el transporte ferroviario.
75 años de legado de innovación ferroviaria
Desde su creación, Talgo ha sido sinónimo de innovación en el transporte ferroviario. De hecho, su primer modelo, el Talgo II, marcó un hito en la historia del ferrocarril español al introducir un diseño aerodinámico y ligero que revolucionó los estándares de la época.
Este tren, fabricado en Estados Unidos debido a la falta de tecnología en España, realizó su primer viaje oficial el 2 de marzo de 1950, conectando Madrid y Valladolid a una velocidad máxima de 120 kilómetros por hora (74,5 millas por hora), aunque en ciertos tramos alcanzó los 145 km/h (90,1 mph). En ese histórico trayecto, el entonces jefe de Estado, Francisco Franco, y el inventor del tren, el teniente coronel Alejandro Goicoechea, estuvieron a bordo.
El Talgo II destacó por su estructura de aluminio, que lo hacía más ligero que los trenes convencionales, y por su diseño de coches cortos y articulados, unidos mediante un sistema de rodadura compartido. Este modelo también introdujo un sistema de ejes independientes que mejoraba la estabilidad en curvas y facilitaba el acceso de los pasajeros gracias a su piso bajo. Estas características sentaron las bases para el desarrollo de futuros modelos que consolidaron a Talgo como un referente en el sector ferroviario.
Además, a lo largo de sus ocho décadas de historia, Talgo ha evolucionado constantemente, desarrollando trenes que combinan velocidad, eficiencia y tecnología avanzada. Entre sus modelos más destacados se encuentran los trenes “Pato”, que alcanzan velocidades de hasta 350 km/h (217,5 mph), y los Avril, capaces de transportar hasta 600 pasajeros a una velocidad máxima de 380 km/h (236,1 mph).
Por otra parte, una de las innovaciones más significativas de Talgo es su tecnología de cambio automático de ancho de vía, que permite a sus trenes operar en diferentes países sin necesidad de cambiar de vehículo en las fronteras. Esta característica ha sido fundamental para rutas internacionales como las que conectan España y Francia, consolidando la reputación que ha tenido y sigue teniendo la compañía en el mercado europeo.
Un futuro incierto, con desafíos económicos y nuevos propietarios
El reciente cambio en el accionariado de Talgo ha sido un tema central en su trayectoria reciente, y objeto de debate en todos los medios de comunicación, e incluso en el congreso de los diputados.
La empresa fue objeto de interés por parte de varios grupos internacionales, incluidos el consorcio ferroviario húngaro Ganz-MaVag – cuya oferta de OPA fue negada en 2023 por el gobierno- el Fondo Polaco de Desarrollo (PFR)- que también ofreció una OPA recientemente- y la india Júpiter Wagons. Sin embargo, siempre fue prioridad para el gobierno defender la españolidad de Talgo.
Finalmente, el consorcio liderado por Sidenor, en colaboración con el Gobierno vasco y las fundaciones bancarias Vital y BBK, adquirió el 29 % de la empresa.