El caso Sodalicio, el mayor escándalo de abuso dentro de la Iglesia Católica peruana, llegó este lunes a una audiencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el mismo día en que la organización religiosa confirmó su disolución por parte del Vaticano.
José Enrique Escardó, primer denunciante de los abusos, viajó a Ginebra para presentar el caso ante el Comité de los Derechos del Niño de la ONU. En la misma audiencia estuvo presente la ministra de la Mujer, Teresa Hernández, quien presentó el sexto y séptimo informe periódico del Perú ante el Comité.
A través de su cuenta de X, antes Twitter, Escardó señaló que Luis Pedernera, presidente del Comité, interrogó a la representante del Gobierno peruano. “Hizo un resumen del caso y preguntó qué ha hecho el gobierno y el Estado. No saben la felicidad de haber logrado que este caso sea mencionado en la ONU”, agregó.
La Red de Sobrevivientes Perú, presidida por el denunciante, celebró que los abusos del Sodalicio se hayan abordado en la sesión y se haya generado la “presión de la comunidad internacional”. Durante el coffee break, Escardó conversó con el presidente del Comité y con el psicoterapeuta especializado en Psicología Legal, Philip D. Jaffé, también miembro.
“Me sorprendió lo presente que tienen los detalles del informe que envié al Comité antes de venir a Ginebra y me han preguntado qué pueden hacer para emplazar al Estado peruano. Voy a tener reuniones con ambos los próximos dos días que estaré en esta ciudad”, informó.
Destacó que durante las intervenciones, Pedernera emplazó a la ministra a explicar por qué el Ejecutivo peruano “no ha observado las leyes aprobadas por el Congreso que vulneran los derechos de los menores”. Además, Jaffé expresó su preocupación por el elevado nivel de violencia sexual hacia niños, niñas y adolescentes en Perú, “el peor de Latinoamérica” en cifras de violencia sexual contra menores.
Escardó indicó que la ministra no replicó sobre el caso Sodalicio y que la presidenta de las reuniones del Comité le pidió que, en la segunda sesión, responda sobre el caso y sobre los abusos eclesiales en general. “No se lo dejaron pasar. Y yo insistiré con los encargados de hacer las preguntas, con quienes me reuniré en privado”, aseguró.
Asimismo, señaló que Hernández presentó “planes, leyes y normas que”, según él, no se aplican en la práctica. “Parece que está dando un vacío discurso de 28 de julio: ‘se hizo, se está capacitando, se creó, se prioriza, se informa, se sensibiliza, etc’. Una vergüenza. Y, de paso, aprovechó para culpar a los gobiernos regionales y locales para lavarse las manos”, concluyó.
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