El llamado Miércoles de Cenizas es el día que da inicio al período de Cuaresma que, para los católicos, simboliza una etapa de reflexión, penitencia y renovación para recibir las Pascuas e incluye algunas condiciones como, por ejemplo, no comer carnes rojas o blancas durante la jornada.

La marca con ceniza simboliza el arrepentimiento

El Miércoles de Cenizas se ubica luego de los días de Carnaval y coincide con los cuarenta días previos al Domingo de Resurrección, la celebración más importante de la Iglesia Católica que se basa en la creencia de una vida más allá de lo terrenal.

Esta jornada se caracteriza por ser una invitación a la conversión, las cenizas, en este caso, simbolizan la humildad ante Dios y el arrepentimiento de los pecados. Como también sucede en los días viernes de Cuaresma, la abstinencia de comer carne es una de las características de esta fecha de reflexión.

El Miércoles de Cenizas cuenta con una misa especial en la que se bendice e impone en el frente de los creyentes la ceniza obtenida de los clásicos olivos que se entregan el Domingo de Ramos del año anterior.

¿Se puede comer carne el miércoles de cenizas?

Durante el Miércoles de Ceniza rige la abstinencia de comer carne, como una forma de penitencia y de oración, en la que los creyentes están llamados a retomar la alianza bautismal y a crecer en la fidelidad a la palabra de Dios.

Los rituales del Miércoles de Cenizas

El significado de los días previos a la Semana Santa

  • Domingo de Ramos: la jornada inaugural de la Semana Santa recuerda la entrada de Jesús a Jerusalén. Aquel día, el pueblo le dio la bienvenida aclamándolo y agitando ramas de olivo para saludar a quien consideraba “el hijo de Dios” o “el Mesías”. Es por eso que en esta fecha los feligreses suelen llevar ramas de este árbol a misa para que sean bendecidas y guardarlas, luego, en su casa el resto del año.
  • Lunes, Martes y Miércoles Santo: durante estos días se conmemoran distintas enseñanzas, obras y milagros que realizó Jesús, como la expulsión de los mercaderes del templo y la curación de ciegos y enfermos, así como también los momentos previos a su detención y posterior enjuiciamiento.
  • Jueves Santo: se rememora la Última Cena de Jesús con sus apóstoles, como gesto de despedida. Durante este encuentro, Jesús estableció la Eucaristía, al bendecir el pan y el vino, y decirle a sus apóstoles que por medio de estos elementos recibirían su cuerpo y su sangre. Al terminar, Jesús fue a rezar al Huerto de los Olivos para prepararse para lo que vendría. Allí lo fueron a buscar para aprehenderlo.
  • Viernes Santo: se recrea la Pasión de Cristo, es decir, su juicio, condena y calvario en la cruz, mediante un Vía Crucis.
  • Sábado Santo: se trata del día que pasó entre la muerte y la resurrección de Jesús. Esta jornada está dedicada especialmente a la Virgen María, quien sufrió la muerte de su hijo. Además, es un día de esperanza por la promesa que había realizado Jesús al decir: “Al tercer día resucitaré de entre los muertos”.
  • Domingo de Pascua: se recuerda el momento en que Jesús resucitó, y por ello es la fiesta más importante para los cristianos.