Las legumbres son un alimento básico en la dieta de muchas culturas gracias a su versatilidad y valor nutricional. Sin embargo, cuando se trata de las legumbres en conserva, surge la pregunta de si es necesario lavarlas antes de comerlas o si se pueden usar directamente de la lata.
Cuando se habla sobre este tipo de alimento, hay que remitirse a las semillas comestibles de plantas de la familia de las leguminosas, entre las cuales destacan variedades populares como las lentejas, garbanzos, porotos, arvejas y soja. Pero más allá de esta diversidad, las legumbres comparten un denominador común: su riqueza en nutrientes esenciales, como proteínas, fibra, vitaminas y minerales como el hierro, magnesio y potasio.
Por todo esto, el valor nutricional de las legumbres no solo las hace -e hizo-indispensables en diversas costumbres culinarias, sino también en dietas modernas enfocadas en la salud. Su alto contenido de fibra soluble, por ejemplo, contribuye a reducir los niveles de colesterol LDL, mientras que su bajo índice glucémico ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en la sangre.
Además, son alimentos altamente saciantes que favorecen el control del peso y promueven la salud intestinal. Por estas razones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda incorporarlas de forma regular junto con frutas y vegetales en la dieta diaria.
A la hora de incluirlas en la cocina, las legumbres pueden consumirse de dos formas principales: naturales o en conserva. Las primeras, compradas secas, requieren remojo y cocción, lo que puede ser un proceso más largo pero ofrece un sabor más intenso y auténtico.
Por otro lado, las legumbres en conserva son una alternativa práctica y rápida, especialmente valorada por quienes buscan ahorrar tiempo en la cocina. Sin embargo, esta conveniencia plantea interrogantes sobre su preparación, en particular la necesidad de lavarlas antes de utilizarlas.
¿Hace falta lavar las legumbres en conserva?
Lavar las legumbres en conserva es una práctica recomendada, especialmente si se van a consumir frescas en ensaladas u otras preparaciones donde el sabor y la textura juegan un papel clave, de acuerdo al medio especializado Health.
La recomendación se debe a que el líquido en el cual vienen conservadas suele contener altos niveles de sal y otros conservantes que pueden ser perjudiciales si se consumen en exceso. Además, este líquido puede alterar el sabor de las recetas o afectar la consistencia de los platos.
El proceso de lavado es sencillo: basta con enjuagar las legumbres bajo un chorro de agua fría con el uso de un colador, y moverlas suavemente para eliminar cualquier residuo del líquido de gobierno. Una vez enjuagadas, se recomienda escurrirlas bien antes de utilizarlas en la receta deseada. También es aconsejable inspeccionar las legumbres por si presentan signos de deterioro o moho y limpiar el exterior de las latas antes de abrirlas para evitar la contaminación cruzada.
Tipos de legumbres en conserva y sus beneficios
Entre las legumbres en conserva más comunes se encuentran muchas variedades que se destacan por los beneficios que ofrecen a la salud:
- Los garbanzos son una fuente excepcional de proteínas vegetales y hierro, contribuyen a la energía y la formación de glóbulos rojos, y son ideales para ensaladas frescas y hummus. También contienen folatos esenciales para la salud celular.
- Las lentejas poseen un alto contenido de fibra dietética que favorece la salud intestinal y ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre. Su fácil digestibilidad las convierte en una opción ideal para ensaladas ligeras.
- Los porotos blancos destacan por ser ricos en hierro, potasio y magnesio, minerales clave para el funcionamiento muscular y cardiovascular. Son versátiles y se adaptan tanto a platos calientes o a preparaciones frías como ensaladas.
- Los porotos negros contienen altos niveles de antioxidantes, como antocianinas, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y promueven la salud celular. A quienes les gusta la comida mexicana, puede utilizarlos ya que son imprescindibles en recetas típicas de ese país, como los frijoles refritos, y en ensaladas nutritivas.
- Las arvejas, ricas en vitamina C, aportan beneficios para el sistema inmunológico y son bajos en calorías, lo que los hace ideales para acompañamientos ligeros y saludables.