Aunque la mayoría de los vuelos transcurren sin incidentes, algunos viajes se ven afectados por eventos que generan situaciones de tensión y conflicto a bordo. Uno de los factores más frecuentes es el comportamiento inapropiado de ciertos pasajeros, en particular aquellos que abordan los aviones en un estado de embriaguez notable. Este tipo de situaciones es una de las principales causas de altercados entre los viajeros, afectando tanto la seguridad del vuelo como la experiencia de los demás pasajeros.
El comportamiento problemático de pasajeros bajo los efectos del alcohol ha aumentado en los últimos años. Según datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), en 2023 se registró un incidente de comportamiento indisciplinado de pasajeros por cada 480 vuelos, un aumento respecto a 2022, cuando ocurría uno cada 568 vuelos. Aunque no se especifica cuántos de estos incidentes estuvieron relacionados con el consumo de alcohol, la correlación es evidente.
Es por ello que Ryanair, la mayor aerolínea de Europa, ha hecho un llamado a la Unión Europea para que implemente restricciones en la venta de alcohol en los aeropuertos. En un comunicado emitido este lunes, la compañía solicitó que se limite a dos bebidas alcohólicas por pasajero, utilizando las tarjetas de embarque para controlar las compras, de manera similar a las restricciones en las ventas libres de impuestos.
“Durante los retrasos de los vuelos, los pasajeros consumen alcohol en exceso en los aeropuertos sin ningún límite de compra o consumo”, señaló un portavoz de Ryanair. “No entendemos por qué los pasajeros en los aeropuertos no tienen un límite de dos bebidas alcohólicas, ya que esto daría como resultado un comportamiento más seguro y mejor para los pasajeros a bordo de los aviones”.
Medidas actuales, propuestas y situaciones
Actualmente, Ryanair y otras aerolíneas ya limitan la venta de alcohol a bordo, especialmente en casos de pasajeros conflictivos. Sin embargo, la aerolínea considera que estas restricciones son insuficientes si no se extienden también a los aeropuertos, donde los viajeros pueden consumir libremente antes de abordar. Michael O’Leary, director ejecutivo de Ryanair, ha sido uno de los principales defensores de esta medida, asegurando que el exceso de alcohol en los aeropuertos es una de las causas principales de violencia y altercados en los vuelos.
Tanto es así, que en abril del año pasado, la aerolínea enfrentó un incidente grave cuando un pasajero ebrio interrumpió un vuelo de Dublín a Lanzarote, obligando a desviar el avión a Oporto. Este desvío causó un retraso de toda la noche y afectó a 160 pasajeros. En consecuencia, Ryanair inició acciones legales contra el pasajero, reclamando 15.000 euros en daños y perjuicios.
Además, los vuelos hacia Ibiza, en particular, han sido identificados como los más problemáticos en cuanto a este tipo de incidentes, seguidos de cerca por vuelos con rumbo a varias islas griegas. Según O’Leary, los pasajeros implicados en estos episodios provienen en su mayoría del norte de Inglaterra y Escocia, con ciudades como Liverpool, Glasgow, Mánchester y Edimburgo destacando en la lista. Aunque en menor medida, también se han reportado problemas similares entre pasajeros provenientes de Irlanda y Alemania.
Para hacer frente a esta situación, Ryanair ha implementado controles adicionales de equipaje de mano, con el objetivo de detectar y confiscar alcohol que podría desencadenar problemas durante el vuelo. Estos controles buscan no solo prevenir que los pasajeros consuman alcohol no autorizado durante el vuelo, sino también minimizar las posibilidades de que ocurran incidentes violentos a bordo. Michael O’Leary también ha expresado su preocupación por la dificultad que enfrentan las aerolíneas para identificar a personas en estado de embriaguez en las puertas de embarque, especialmente cuando los pasajeros abordan en grupo.