“Hasta que tienes un hijo, hablar sobre niños te parece lo más aburrido del mundo. Pero después… ¡es increíble! De repente, prefieres estar con tu hijo antes que con tus amigos”, dice Robert Pattinson, sorprendido por su propia transformación. El actor británico, conocido por su versatilidad en el cine, desde la saga Twilight hasta su impactante papel en The Batman, ha descubierto recientemente un nuevo mundo: la paternidad.
En una charla con GQ, Pattinson se aleja de las conversaciones típicas de Hollywood para hablar de placeres inesperados y obsesiones cotidianas. Desde su amor por el café instantáneo y su peculiar dieta basada en salmón, hasta su frustración con la desaparición de los audífonos con cable, el actor demuestra que, más allá de las alfombras rojas y los rodajes, es un hombre con gustos muy particulares.
“No sé describir olores, pero sé que este perfume es especial”, dice sobre su trabajo como rostro de Dior Homme durante más de una década. Entre anécdotas sobre rutinas diarias, pequeñas obsesiones y descubrimientos que han cambiado su vida, Pattinson ofrece una mirada inusual a su día a día.
Para Robert Pattinson, la paternidad ha sido una revelación inesperada. Con la llegada de su primer hijo junto a Suki Waterhouse, su vida ha cambiado de formas que nunca imaginó. Lo que antes veía como un obstáculo para la socialización, ahora se ha convertido en una puerta a nuevas experiencias. “De repente, piensas: ‘Esto es mucho mejor que salir con mis amigos’”.
Más allá del amor por su hijo, Pattinson ha descubierto una nueva forma de interactuar con el mundo. “Siempre he sido un ermitaño, nunca había conocido a mis vecinos”, confiesa. Pero ahora, su rutina ha cambiado: los días transcurren entre visitas al parque, reuniones espontáneas con otros padres y, sorprendentemente, barbacoas los domingos. “Es una locura. Voy a casas de extraños solo porque sus hijos tienen la misma edad que el mío”, dice entre risas.
El actor, conocido por su perfil reservado, se encuentra disfrutando de una cotidianidad que nunca imaginó. “No puedo creerlo, pero de repente estoy en un jardín con gente que apenas conozco diciendo: ‘¿Viste el partido?’”, comenta, aún sorprendido por esta nueva faceta de su vida. La paternidad, lejos de alejarlo del mundo, lo ha llevado a conectar con los demás de una manera completamente distinta.
Su obsesión con la cafeína instantánea
Para muchos, el café es un placer matutino o una necesidad para empezar el día. Para Robert Pattinson, es una auténtica obsesión. Pero no cualquier café: el actor británico prefiere el café instantáneo, una elección que él mismo describe como muy inglesa. “Me encanta. Más que cualquier otra cosa”, asegura. “Me gusta cuando parece aceite, cuando los gránulos de café apenas se han disuelto”.
Su amor por la cafeína no es solo una cuestión de sabor, sino también de energía. Pattinson tiene una teoría bastante particular sobre cómo debe sentirse a lo largo del día. “Definitivamente apruebo la idea de cargar tu cuerpo de cafeína al inicio del día”, dice. “Tienes que vivir toda tu jornada en un estado casi maníaco”.
Para alguien con una agenda tan exigente, el café instantáneo parece ser su combustible esencial. Entre rodajes, promociones y su nueva vida como padre, no hay margen para la fatiga. Y aunque su gusto por el café pueda parecer inusual para algunos, para él es un ritual inquebrantable.
Una dieta extrema: el “sello” Pattinson
Si hay algo en lo que Robert Pattinson puede ser obsesivo, además del café, es en su alimentación. Durante los últimos meses, su dieta ha girado en torno a un solo alimento: salmón. “Me di cuenta de que ya no podía sentir el sabor del salmón”, confiesa. “Entonces me detuve a pensar y entendí que he estado comiendo solo salmón durante meses”.
El actor compara su dieta con la de un animal marino. “Es como si tuviera la dieta de una foca”, dice con humor. Y aunque su obsesión actual es el salmón, no es la primera vez que se apega a un régimen alimenticio poco convencional. Durante años, su opción más recurrente en los rodajes era una lata de atún con salsa picante. “Solo le ponía salsa Cholula y listo”, recuerda. Pero no todos compartían su entusiasmo: “Alguien me vio hacerlo una vez y me dijo que era absolutamente repugnante”.
Ese comentario, sin embargo, no fue lo que lo hizo cambiar de hábito. Lo que realmente lo asustó fue el riesgo de intoxicación por mercurio, lo que lo llevó a cambiar el atún por el salmón. “Luego alguien me dijo que igual puedes intoxicarse con mercurio si comes demasiado salmón”, dice entre risas. Pero lejos de dejarlo, su amor por este pescado sigue firme. “Así que sí, lo apruebo completamente”.
Tecnología y nostalgia: la lucha por los audífonos con cable
En un mundo donde todo es inalámbrico, Robert Pattinson se resiste al cambio. Para él, los audífonos con cable son una pieza esencial que la tecnología está dejando atrás injustamente. “No quiero cargar nada”, dice con frustración. “Me molesta muchísimo que hayan dejado de hacer audífonos con cable de buena calidad”.
El actor no es fanático de los auriculares inalámbricos. No solo le incomoda la idea de que la batería no dure lo suficiente para un vuelo entero, sino que también tiene un problema más particular. “Tengo unos agujeros en los oídos con una forma bastante extraña, así que los AirPods no se quedan en su lugar”, explica.
En su búsqueda por unos buenos audífonos con cable, se ha encontrado con una realidad decepcionante. “Los únicos que siguen fabricando son los más baratos posibles, y eso es realmente molesto”, se queja. Pattinson incluso bromea con la idea de aprovechar su imagen pública para traerlos de vuelta. “Si hay alguna empresa de audífonos por ahí que quiera hacer un modelo retro… yo podría ser la cara de los audífonos con cable de mierda”, dice divertido.
Su devoción por los estiramientos de cadera
A lo largo de los años, Robert Pattinson ha interpretado personajes que requieren una gran exigencia física, desde The Batman hasta películas independientes como Good Time. Pero hasta hace poco, no había encontrado una solución para la rigidez y tensión que sentía en su cuerpo. Todo cambió con un simple estiramiento de cadera que, según él, ha sido una auténtica revelación. “Siempre me preguntaba por qué estaba tan rígido todo el tiempo”, confiesa.
Fue un entrenador quien le mostró un ejercicio que se realiza en un banco del gimnasio, utilizando peso para estirar las caderas. “No sé ni cómo se llama la máquina”, admite, pero el impacto en su bienestar ha sido enorme. “Es absolutamente transformador. Siento que me ha dado, al menos, diez años más de vida”.
Para alguien que ha pasado por intensas preparaciones físicas para sus papeles, descubrir una solución tan sencilla ha sido una sorpresa. Ahora, Pattinson se ha convertido en un ferviente defensor de este tipo de ejercicios y no duda en recomendarlos. Quizás no sea una rutina convencional de estrella de cine, pero para él, ha sido un cambio radical.
Más allá de su carrera en el cine, Robert Pattinson sigue encontrando pequeñas obsesiones y placeres inesperados en su día a día. Desde la paternidad hasta su amor por el café instantáneo y los audífonos con cable, el actor demuestra que, a pesar de su estatus de estrella global, sigue siendo una persona con gustos peculiares y una perspectiva única sobre la vida. Y aunque sus intereses pueden parecer impredecibles, hay algo en lo que es absolutamente claro: “Si un estiramiento puede darme diez años más de vida, imaginen lo que podría hacer un buen café”, dice entre risas.