Una rosa bañada en oro, delicadamente diseñada y valuada en US$3000 dólares, era el centro de un monumento conmemorativo dentro de la Iglesia de San Francisco de Asís, en Nueva York. La pieza no solo destacaba por su valor material, sino también por su significado: honrar a las víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, con una especial dedicatoria al reverendo Mychal Judge, pastor del templo y capellán del Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY).
Sin embargo, este preciado objeto desapareció la semana pasada y las autoridades acusan a Deikel Alcantara, un joven de 21 años, de haberlo robado. La noticia conmocionó tanto por el acto delictivo como por la falta de respeto hacia un símbolo tan representativo de la memoria colectiva.
Un gesto de burla en el tribunal
Durante su comparecencia judicial, Alcantara mostró un comportamiento que desconcertó tanto a los fiscales como al juez Simiyon Haniff, quien llamó la atención sobre las risas del acusado mientras se relataban los detalles del caso. “No sé si piensa que esto es gracioso, pero están a punto de pedir la libertad bajo fianza”, señaló el juez, de acuerdo con Breitbart.
El comportamiento del sospechoso, que incluía sonrisas y risas nerviosas, fue interpretado como una falta de respeto hacia la gravedad del delito. La fiscalía también reveló que este no es el único incidente en su historial reciente. Alcantara está acusado de haber atacado a un adulto mayor el pasado 24 de octubre con un tubo de metal, lo que resultó en una herida en el brazo de la víctima. Por este hecho, enfrenta cargos por asalto en segundo grado.
Entregado por su padre y arrestado
El caso dio un giro inesperado cuando el padre de Alcantara lo entregó a las autoridades el viernes tras enterarse de la desaparición de la rosa. Este acto permitió su detención y fijó una fianza de US$75.000. Según los reportes, el sospechoso tiene además otros antecedentes menores, aunque no se revelaron los detalles específicos de estos.
La rosa bañada en oro formaba parte de un tributo dentro de la iglesia, conocida por su comunidad franciscana en el corazón de Manhattan. El sitio web de la institución destaca su compromiso con el servicio y la memoria histórica, haciendo aún más significativa la pérdida del objeto.
El robo, además del impacto económico considerable por su alto valor, también representa una falta de respeto hacia un espacio dedicado a la reflexión y al recuerdo de las vidas perdidas el 11 de septiembre.
El monumento es particularmente importante para los feligreses, ya que el reverendo Mychal Judge fue la primera víctima oficial identificada durante los ataques de 2001.
Hasta el momento, la pieza sustraída no fue localizada y las autoridades continúan investigando su paradero. Con la detención de Alcantara y su comportamiento en el tribunal, el caso cobró relevancia mediática y social. La iglesia de San Francisco de Asís busca recuperar el objeto mientras la ciudad reflexiona sobre las implicancias de este robo.