Un atentado con explosivos contra uniformados de la Policía tuvo lugar en el sector de Rancho Grande, municipio de El Zulia, Norte de Santander, dejando un saldo de dos policías muertos y dos más gravemente heridos.
Según los primeros reportes, los motorizados estaban circulando por la zona conocida como la Y de Astilleros, movilizándose por un llamado de los ciudadanos.
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El general William René Salamanca, director de la Policía Nacional de Colombia, confirmó que los policías muertos son el intendente jefe Jaime Luis Álvarez Mantilla y el subintendente Carlos Alberto Ramírez Ramírez.
Salamanca también confirmó que los heridos identificados como los patrulleros Cristían Durán Salazar y Plinio Moscote Caro fueron trasladados al Hospital Medical Duarte en Cúcuta. Están siendo tratados con atención médica especializada y se encuentran en estado crítico.
“Hemos dispuesto el traslado a la zona del Comandante de la Región de Policía 5 y un equipo especial de inteligencia e investigación criminal para dar con el paradero de los asesinos y llevarlos ante la justicia. Recompensa de hasta $ 100 millones”, cerró el mensaje.
Investigan si el ataque terrorista se le podría atribuir al Ejército de Liberación Nacional (ELN), un grupo armado que opera en la región y que ha sido responsable de varios actos de violencia en el departamento. Las autoridades han iniciado las indagaciones pertinentes para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este acto de agresión.
La situación en Norte de Santander continúa siendo tensa, y la comunidad clama por mayor seguridad ante el aumento de la violencia en la zona.
Este caso podría estar relacionado con el ataque en el municipio de San Calixto, en el departamento de Norte de Santander, que resultó en la muerte del subteniente Anderson Gómez Posada, que era el comandante de la estación de Policía local.
Según informes, el oficial fue herido de gravedad por un francotirador durante la incursión y, a pesar de ser evacuado a un centro asistencial en Cúcuta, llegó sin signos vitales.
El general William Salamanca, anunció la creación de un equipo especial para localizar a los responsables del ataque y ofreció una recompensa de hasta 100 millones de pesos por información que conduzca a su captura.
Este incidente se suma a una serie de hostilidades que han afectado a la región, incluyendo un intento de asalto a un colegio, lo que ha generado momentos de gran tensión para la comunidad educativa.
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