Cientos de personas en la estación de Atocha, a 19 de octubre de 2024, en Madrid. (Carlos Luján / Europa Press)

El sábado por la tarde una parte de Madrid se detuvo. El transporte público es el eje que marca los tiempos de las vidas de muchos habitantes no solo de la ciudad, sino de toda la comunidad, y tuvieron que esperar o desistir. Este domingo, aún queda secuelas del descarrilamiento de un tren sin pasajeros en el túnel que conecta las estaciones de Atocha y Chamartín -el primero de los incidentes registrados ayer- que obligó a detener y ralentizar el tráfico en los railes.

El accidente, que se produjo por “una salida de eje en la unidad de cola de un material vacío durante una maniobra”, según ha detallado Renfe, ha llevado a compañía ferroviaria a suprimir varios trenes entre Madrid, la Comunidad Valenciana y Murcia. El director general de Negocio y Operaciones de Renfe, Óscar Gómez Barbero, ha explicado que unos 13.700 pasajeros se han visto afectados por cancelaciones y retrasos. Este domingo, la empresa tenía previsto el funcionamiento de 48 trenes; de los cuáles 22 han sido suprimidos y 26 mantienen su actividad, aunque cambian su punto de llegada a la estación de Atocha debido a que el túnel que comunica con la estación de Chamartín sigue sin estar operativo.

La situación es caótica. “Hasta ahora hemos recolocado a muchos de los pasajeros. ¿Podremos hacerlo con todos? Seguramente no, pero estamos encontrando soluciones, algunas de ellas creativas”, ha detallado Gómez Barbero frente a la prensa, a la que ha explicado que la operación que han desplegado este domingo esta siendo muy “difícil” y podrá prolongarse hasta el lunes. De hecho, director general de Operaciones ha apuntado que desconoce el momento en que se restablecerá el servicio totalmente y volverán a operar con normalidad.

Gómez Barbero ha detallado que todo empezó a las cuatro de la tarde del sábado con el descarrilamiento: “Esto impidió que los trenes que desde Levante suben a Chamartín hiciesen sus servicios de alta velocidad. Lo que hicimos fue disponer un servicio de lanzadera de cercanías acompañados con gente, para lo que desplegamos casi 25 personas nuestras para que atendieran a los clientes y supieran los clientes qué tenían que hacer, que en este caso era desplazarse con estos trenes de cercanías hasta la estación de Atocha”.

El tren accidentado en el túnel de AVE que une las estaciones de Atocha y Chamartín. (Xuan Vega / Europa Press)

El portavoz ha adelantado que habrá una indemnización aparte de la reclamación habitual y se entregarán el doble de puntos por el billete adquirido. “Esto no hay quien lo compense, pero es una manera de reconocer que esta situación es algo más que normal”, ha manifestado, al tiempo que ha indicado que el tren descarrillado entre Atocha y Chamartín todavía no se ha retirado y se iniciará un comité de investigación.

Por su parte, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha señalado este domingo que “hay que investigar las causas de ese accidente. Desde luego, es algo que no es nada normal. Que un tren que va remolcándose a talleres se desprenda, como parece que se desprendió, del tren que lo remolcaba y acabe contra una pared de un túnel, es algo verdaderamente grave”.

Puente ha añadido que se está “resolviendo” el problema y ha aventurado que es posible que se subsane “antes de lo que estaba previsto”. “A lo mejor esta tarde tenemos buenas noticias y la operativa mañana la recuperamos con normalidad”, ha manifestado, refiriéndose al lunes.

Un momento para pensar

No obstante, a las siete de la tarde del sábado se sucedió un segundo incidente. Una persona amenazaba con “tirarse a las vías”, lo que provocó un parón del servicio ferroviario de Cercanías durante tres horas. “Cuando tienes a un individuo en plena vía, se activan los procedimientos de emergencia, que lo que hacen es que se interrumpen las circulaciones. Entonces, Atocha se quedó sin circulación. Esto nos afectó a las cercanías, líneas C7, C5, C4 y C3. Nos afectó a la Media distancia y nos afectó también al servicio de Levante, porque es justamente ese puente donde viene la línea de Levante”, ha explicado Gómez Barbero.

El incidente que detuvo la una parte de la capital y que ha saltado a todos los medios nacionales puede servir para pensar en ese “individuo”. Pese a que en el 2023 se produjese un ligero descenso en las muertes autoinfligidas (3.952 personas fallecidas, frente a las 4.227 que murieron en 2022), el suicidio se sitúa como la principal causa de muerte no natural en el país desde el año 2008. La tasa de mortalidad por suicidio en España es de 8,8 muertes por cada 100.000 habitantes. Los expertos recuerdan que hablar del suicidio es el primer paso para prevenirlo y romper el tabú puede ayudar a salvar vidas. El incidente puede quedarse solo en eso, en un incidente, pero también puede servir para pensar en esa persona, en la sociedad en la que vivimos y en los problemas de salud mental que enfrenta.