Un informe forense y un análisis balístico difundidos este miércoles en el programa Milagros Leiva Entrevista de Willax han revelado la brutalidad del ataque sufrido por Andrea Vidal Gómez, la extrabajadora del Congreso cuya muerte destapó una presunta red de prostitución en esa institución del Estado.
El tiroteo, que ocurrió a mediados de diciembre en el distrito de La Victoria, acabó con la vida de la abogada y del conductor del vehículo en el que se trasladaba, Daniel Vargas, un taxista de nacionalidad venezolana.
Según el protocolo de necropsia, Vidal recibió un total de siete impactos de bala: uno en la cabeza, específicamente en la región parietal derecha, que fue la herida mortal; dos en la mama izquierda y cuatro en las extremidades inferiores (dos en el muslo derecho, uno en la pierna derecha y uno en el pie).
Por su parte, el taxista presentó 16 impactos de bala distribuidos entre la cabeza (2), cuello (4), tórax (5), abdomen (1), pelvis (2) y extremidades superiores (2). La observación forense destaca que la concentración de disparos en la cabeza, cuello y tórax sugiere que los atacantes tenían la intención de asegurar la muerte de las víctimas.
La trayectoria de los proyectiles, de arriba hacia abajo, indica que los agresores eran sicarios que dispararon desde vehículos en movimiento, alineándose en paralelo al objetivo para maximizar la efectividad del ataque, siempre según el informe.
Se encontraron 62 casquillos en el lugar del crimen, todos procedentes de disparos efectuados con pistola. La pericia balística confirma que las características del tiroteo corresponden a una acción planificada con precisión, lo que refuerza la hipótesis de que se trató de una ejecución deliberada.
El vehículo atacado presentaba 25 impactos de bala, principalmente en el tercio medio y superior del lado derecho, con trayectorias descendentes dirigidas hacia el conductor. Además, nueve impactos fueron hallados en el vidrio de la ventana izquierda y tres en la puerta posterior izquierda.
También se registraron disparos en el espejo retrovisor y el guardafango izquierdo, junto con cuatro orificios en la parte trasera derecha y uno más en la puerta delantera derecha. El auto sufrió daños internos en las puertas, en el respaldo de los asientos y evidencias balísticas en la cabeza del asiento delantero izquierdo y la cara interna de las puertas.
Diagnósticos médicos-legales de las víctimas
La necropsia de Vidal, quien falleció una semana después de haber quedado en estado crítico, determinó que la causa de su muerte fue una laceración encefálica provocada por una herida penetrante en la cabeza, producto de un disparo. La abogada también presentó múltiples heridas de entrada y salida en la cabeza, tórax y extremidades inferiores.
Por su parte, el taxista sufrió heridas penetrantes y perforantes, lo que provocó un traumatismo múltiple y un deceso en el acto. El informe médico-legal detalló que los daños mortales afectaron el tórax (laceración pulmonar con hemotórax izquierdo), el abdomen (laceración hepática con hemoperitoneo) y el cráneo (hemorragia subaracnoidea).
El acta de levantamiento de cadáver señala que Vargas no recibió atención sanitaria y que su muerte se produjo entre 13 y 15 horas antes del inicio de la necropsia.
De acuerdo con Hildebrandt en sus trece, en el auto fueron hallados dos celulares iPhone. Uno, de uso personal, estaba bloqueado con clave de seguridad. El otro pertenecía a Rodrigo Falcón, novio de Vidal, quien lo entregó voluntariamente a la Policía el día de su deceso.
El principal implicado en este escándalo es Jorge Torres Saravia, exjefe de la Oficina Legal del Congreso investigado por presunta explotación sexual, colusión y negociación incompatible, quien ha negado los cargos.