El filete suizo con queso es una opción perfecta para una cena romántica de San Valentín, combinando lo mejor de la carne jugosa con una capa cremosa de queso derretido. Este platillo está diseñado para sorprender a tu ser querido con su sabor y presentación, ideal para aquellos que buscan una receta sencilla pero deliciosa para la ocasión. El toque especial de la salsa de tomate y la salsa inglesa eleva la carne, creando una armonía de sabores que encantarán el paladar.
Las zanahorias y la cebolla, con su suavidad y dulzura, complementan perfectamente el filete, aportando una textura única al conjunto. Mientras tanto, el queso tipo americano rallado se convierte en la estrella final, derritiéndose sobre la carne para darle una suavidad irresistible. Es una receta que no solo satisface el hambre, sino que también nutre el alma en una noche especial.
Este platillo no solo es una excelente manera de celebrar el 14 de febrero, sino también una forma de crear recuerdos memorables alrededor de la mesa. Con su combinación de ingredientes sencillos pero llenos de sabor, el filete suizo con queso es la opción ideal para quienes desean una cena romántica con un toque de sofisticación sin complicaciones.
¿Cómo preparar un filete suizo con queso para una cena romántica?
Este platillo proviene de “My Plate”, un proyecto del Departamento de Agricultura del Gobierno de Estados Unidos, que busca promover una alimentación saludable y equilibrada. La receta es perfecta para aquellos que buscan conveniencia sin sacrificar el sabor, ya que se puede preparar en una olla de cocción lenta.
Dependiendo de tu tiempo, puedes dejarla cocinando durante 8 a 10 horas a baja temperatura, o reducir el tiempo a 4 o 5 horas si prefieres una cocción más rápida en temperatura alta, asegurando un resultado tierno y lleno de sabor.
Ingredientes
- 2 libras de pulpa de res (1 pulgada de grosor)
- 1/4 taza de harina
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 zanahorias (picadas)
- 1/4 taza de cebolla (picada)
- 1/2 cucharadita de salsa Inglesa (Worcestershire)
- 1 lata de salsa de tomate baja en sodio (8 onzas)
- 1/2 taza de queso tipo americano rallado
Preparación
- Comienza cortando la carne en 4 trozos de tamaño uniforme.
- En un tazón pequeño, mezcla la harina con la sal hasta que estén bien integradas. Sumerge cada trozo de carne en la mezcla de harina y sal, asegurándote de cubrirla por todos los lados de manera uniforme.
- Una vez empanada, coloca la carne en la olla de cocción lenta.
- Añade las zanahorias y la cebolla picada alrededor de la carne. Luego, vierte la salsa inglesa (Worcestershire) y la salsa de tomate, asegurándote de que todos los ingredientes queden bien distribuidos.
- Cubre la olla con su tapa y cocina a baja temperatura durante 8 a 10 horas, o bien, si prefieres una cocción más rápida, ponla a temperatura alta durante 4 a 5 horas.
- Cuando la carne esté tierna y cocida, espolvorea el queso rallado sobre cada trozo justo antes de servir, permitiendo que se derrita y cubra la carne de manera deliciosa.
- Sirve y disfruta de este platillo lleno de sabor y suavidad.
¿Cuántas calorías tiene este filete con queso?
Este platillo es una excelente opción para quienes buscan una comida equilibrada y nutritiva. Con solo 187 calorías por porción, es ideal para quienes desean disfrutar de un platillo sabroso sin excederse en su ingesta calórica. Contiene 8 g de grasa total, de los cuales 3 g son grasas saturadas, y 62 mg de colesterol, lo que lo convierte en una opción moderada en cuanto a grasas y colesterol.
Además de ser bajo en calorías, el platillo aporta 8 g de carbohidratos, con 1 g de fibra dietética y 3 g de azúcares totales, de los cuales 2 g son azúcares añadidos. Esto lo hace adecuado para quienes buscan controlar su consumo de azúcares, al mismo tiempo que disfrutan de un platillo con una cantidad razonable de carbohidratos para mantener la energía durante el día.
Por último, el platillo es una buena fuente de proteínas, con 21 g por porción, lo que ayuda a mantener la saciedad y la reparación muscular. También contiene minerales esenciales como el calcio (57 mg), hierro (2 mg) y potasio (326 mg), que contribuyen al bienestar general del cuerpo. Sin embargo, no aporta vitamina D, por lo que sería recomendable complementarlo con alimentos ricos en este nutriente.