Como cada vez que Gustavo Costas optó por darle lugar a un equipo alternativo, se quedó con las manos vacías. La Academia salió al césped del Florencio Sola sin ninguno de los 11 jugadores que saltaron el jueves pasado al Arena Neo Corinthians. Todas las miradas en la mitad celeste y blanca de Avellaneda están puestas en lo que sucederá el próximo jueves, por el partido de vuelta. Pero el calendario no entiende de prioridades. Y Costas optó por una formación no habitual de Racing para este partido, que otra vez estuvo lejos de dar respuestas.
Había varios nombres para prestar atención entre los relevos académicos. Uno de esos era el de Facundo Cambeseses, el arquero suplente, un puesto que no suele entrar en las rotaciones de los técnicos. En lo que va del año, fueron ocho las veces que el surgido justamente en Banfield debió reemplazar a Gabriel Arias.
Algunos de ellos fueron en los partidos más dolorosos del ciclo, como el 4 a 4 ante Belgrano tras ir 4 a 1 en ventaja o la eliminación en Copa Argentina ante Talleres de Remedios de Escalada, tras comenzar en ventaja.. Si bien su última actuación ante Boca había sido correcta, hasta ahora no había dado garantías. El arquero fue ovacionado por los hinchas del Taladro. Y hasta fue distinguido por la flamante dirigencia con una plaqueta. En una cancha que conoce bien, otra vez tuvo responsabilidad en la derrota académica.
Cuando el partido todavía estaba igualado, Cambeses estuvo al borde del blooper, con una gambeta fallida en el área propia que casi le adivina el delantero local. Un par de minutos después de esa jugada, la fortuna cayó del lado del Taladro. El centro de Braian Galván cayó en el corazón del área grande. Cambeses salió apurado y anticipó el cabezazo de Bruno Sepúlveda, pero dejó el rebote corto, con la pelota suelta delante de un arco vacío. Ignacio Rodríguez no dudó y con una pirueta puso el 2-1. La impactó de zurda con una pirueta y la mandó al fondo de la red para dar vuelta el partido.
Para Banfield este es un triunfo necesario, que llega en el primer partido como local con la nueva Comisión Directiva. Por eso el triunfo se festejó doble. Y también por haber remontado un resultado que parecía complicado en el inicio del segundo tiempo, cuando Racing se había puesto en ventaja gracias a la definición de Santiago Quirós a la salida de un tiro de esquina. El Florencio Sola, otra vez, había entrado en estado de ebullición por la bronca. Duró muy poco. Enseguida, luego de un gran desborde y centro de Ramiro Di Luciano, Sepúlveda marcó el empate con un cabezazo franco.
Lo mejor del partido
A partir de ahí, con el impulso del público local y ante un rival que andaba con la cabeza más en el futuro que en el presente, empezó a empujar contra el arco de Cambeses. Y con eso le alcanzó para llevarse un buen triunfo. Porque en desventaja, la Academia no encontró reacción ni fuerzas. Costas tampoco pareció buscarlo: de los cinco futbolistas que ingresaron desde el banco, el único de los habituales titulares fue Maximiliano Salas, quien había marcado el primer tanto en Brasil. Así, la figura de Sanguinetti pareció quedarle muy lejos hasta el minuto final del descuento, cuando el uruguayo Martín Barrios sacó un remate que se fue apenas por encima del travesaño.
Barrios pareció haber sido el único de los habituales relevos que aprovechó su chance de mostrarse. Los demás mostraron muy poco. Luciano Vietto no estuvo lúcido en las resoluciones, lo mismo que Johan Carbonero, de los futbolistas más peligrosos en el equipo visitante. Y no mucho más.
La Copa Sudamericana, como dijo el propio entrenador, es el sueño que tiene todo Racing. Ya muy lejos del líder Vélez en la Liga, es lo único que le queda en el tablero del año a la Academia, que también empieza a ceder terreno en la tabla anual para conseguir el objetivo de jugar la Copa Libertadores del año próximo. Como quedó claro desde la formación todo apunta al partido del próximo jueves.