El Seguro Social, instaurado en 1935, proporciona ingresos a retirados y se financia con contribuciones laborales. (Imagen ilustrativa Infobae)

En 1935, en medio de la Gran Depresión, Estados Unidos enfrentaba un desafío monumental: proteger a sus ciudadanos mayores de la pobreza. Con esta visión nació el Seguro Social bajo la presidencia de Franklin D. Roosevelt, un programa pionero que marcó el inicio de los pagos de jubilación en el país. Lo que comenzó como una red de seguridad para trabajadores mayores ha evolucionado con el tiempo, convirtiéndose en una piedra angular del bienestar social estadounidense.

Este programa, implementado por la Ley del Seguro Social de 1935, buscaba proporcionar un ingreso estable a trabajadores retirados. El sistema se financió desde sus inicios con contribuciones de los trabajadores y sus empleadores, quienes debían aportar una parte de sus ingresos al fondo común.

En sus primeros años, el Seguro Social atendía únicamente a los trabajadores jubilados, pero con el tiempo se amplió para incluir beneficios a cónyuges, viudos y personas con discapacidades. Este crecimiento respondió a los cambios demográficos y económicos del país, consolidándose como una herramienta clave para combatir la desigualdad económica. Actualmente, más de 65 millones de estadounidenses reciben pagos de jubilación u otros beneficios relacionados.

Podrían ser cancelados

Recientemente la Administración del Seguro Social (SSA) de Estados Unidos emitió una advertencia contundente: los pagos de jubilación podrían ser cancelados para aquellos beneficiarios que no cumplan con requisitos esenciales o no mantengan su información personal actualizada.

Más de 65 millones de estadounidenses reciben beneficios del Seguro Social por jubilación u otros conceptos. (Imagen ilustrativa Infobae)

La SSA aseguró que para seguir recibiendo los beneficios de jubilación, los beneficiarios deben mantener su información personal actualizada y realizar ciertos trámites obligatorios. Estas acciones incluyen la notificación de cambios de residencia, empleo, ingresos o estado civil. Según la SSA, estos requisitos son fundamentales para garantizar que los fondos del Seguro Social se distribuyan correctamente y lleguen a las personas que realmente los necesitan.

La omisión de actualizaciones no solo implica la pérdida de los pagos de jubilación, sino que también puede conllevar sanciones legales. Por ejemplo, no declarar cambios en los ingresos o proporcionar información falsa puede resultar en multas o en investigaciones más exhaustivas por parte de la SSA. Estas medidas tienen como objetivo prevenir el fraude y asegurar que los fondos del Seguro Social se utilicen de manera justa y transparente.

¿Qué son los pagos de jubilación?

Los pagos de jubilación son una forma de ingreso mensual garantizado para las personas que han trabajado y contribuido al sistema de Seguro Social durante su vida laboral. Estos pagos están diseñados para proporcionar estabilidad financiera a los trabajadores retirados, permitiéndoles cubrir necesidades básicas en una etapa donde los ingresos suelen ser limitados. El monto de los pagos varía según varios factores, incluyendo:

  • Ingresos acumulados: el cálculo se basa en los 35 años de mayores ingresos del beneficiario.
  • Edad de retiro: aunque es posible retirarse a los 62 años, quienes eligen esperar hasta la edad de jubilación completa (entre 66 y 67 años) reciben pagos más altos. Optar por retrasar el retiro hasta los 70 años aumenta aún más el monto mensual.

Estos pagos son financiados a través del impuesto de nómina, que representa el 6.2% del salario de los trabajadores, igualado por sus empleadores. Además, los trabajadores independientes deben contribuir con un 12.4% de sus ingresos.

La SSA de EE.UU. advierte que los pagos de jubilación podrían cancelarse si los beneficiarios no cumplen requisitos clave. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Requisitos para acceder a los pagos de jubilación

Para recibir los beneficios de jubilación, los trabajadores deben cumplir ciertos criterios establecidos por la Administración del Seguro Social (SSA):

  • Créditos laborales: se necesitan 40 créditos para calificar, lo que equivale a aproximadamente 10 años de trabajo. Cada crédito se obtiene al alcanzar un nivel mínimo de ingresos anuales (actualmente, 1.640 dólares por crédito en 2024).
  • Edad mínima: la edad para comenzar a recibir beneficios varía. Si bien es posible solicitar pagos a partir de los 62 años, esta decisión reduce el monto mensual. La edad de jubilación completa depende del año de nacimiento del solicitante. Por ejemplo, quienes nacieron después de 1960 deben esperar hasta los 67 años para recibir el beneficio completo.
  • Residencia legal o ciudadanía: los solicitantes deben ser ciudadanos estadounidenses o tener un estatus legal de residencia permanente.

Factores que pueden llevar a la cancelación de pagos

Aunque los pagos de jubilación son en su mayoría garantizados, hay circunstancias que podrían interrumpirlos o reducirlos temporalmente. Algunos de los factores más comunes incluyen:

  • Exceso de ingresos antes de la jubilación completa: Si un beneficiario trabaja mientras recibe pagos y excede el límite de ingresos permitido (21.240 dólares anuales en 2024), la SSA puede retener una parte de los beneficios. Una vez que se alcanza la edad de jubilación completa, no hay límite de ingresos.
  • Errores en la documentación: Información incorrecta o no actualizada, como un cambio de nombre o errores en el historial laboral, puede causar interrupciones.
  • Deudas federales: Los atrasos en impuestos, préstamos estudiantiles o pensiones alimenticias pueden llevar a la retención parcial o total de los beneficios.
  • Residencia en el extranjero: Aunque los ciudadanos estadounidenses pueden recibir beneficios fuera del país, ciertas restricciones aplican dependiendo de la ubicación y la duración de la estancia.

Cómo evitar la cancelación de beneficios

Uno de los pasos más importantes es mantener actualizados todos los datos personales con la Administración del Seguro Social (SSA). Cambios en el estado civil, como matrimonios o divorcios, modificaciones en la dirección de residencia o incluso la actualización de cuentas bancarias, deben ser notificados de inmediato para evitar interrupciones en los pagos.

Beneficiarios deben actualizar cambios en residencia, empleo, ingresos o estado civil para mantener pagos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por otro lado, para quienes deciden trabajar después de comenzar a recibir sus beneficios, es esencial conocer los límites de ingresos establecidos por la SSA. Si un jubilado gana más de la cantidad permitida antes de alcanzar la edad de jubilación completa, los pagos pueden reducirse o suspenderse temporalmente.

Otra acción clave es revisar periódicamente el historial laboral registrado por la SSA. Esto puede hacerse a través de su portal en línea, donde los beneficiarios pueden verificar que sus años trabajados y salarios estén correctamente documentados. Errores en esta información pueden impactar directamente el monto de los pagos mensuales y, en casos extremos, la elegibilidad para recibir beneficios.

Además, cumplir puntualmente con las obligaciones fiscales y federales es fundamental. Deudas como impuestos atrasados o préstamos estudiantiles no pagados pueden resultar en la retención parcial o total de los beneficios. Finalmente, contar con asesoramiento profesional de un experto en planificación financiera puede ser invaluable. Estos asesores pueden ayudar a los jubilados a maximizar sus ingresos, gestionar correctamente los pagos y evitar problemas relacionados con las normativas de la SSA.

Un sistema en evolución

A pesar de ser un programa robusto, el sistema de pagos de jubilación enfrenta desafíos. Con el envejecimiento de la población y un número creciente de beneficiarios, se proyecta que el fondo fiduciario del Seguro Social podría enfrentar déficits en las próximas décadas. Este problema ha generado debates en torno a posibles soluciones, como ajustar las tasas de contribución, aumentar la edad de jubilación o recortar beneficios.

Para millones de estadounidenses, los pagos de jubilación representan mucho más que un ingreso mensual: son una promesa de estabilidad y seguridad tras años de trabajo. Sin embargo, como muestra la historia, la sostenibilidad de este sistema depende tanto de políticas efectivas como de una gestión responsable por parte de los beneficiarios.