Los vómitos en los gatos pueden ser un signo temprano de enfermedad y no deben tomarse a la ligera. Aunque en algunos casos expulsar bolas de pelo es una reacción normal, los episodios frecuentes o que presentan características inusuales son motivo de preocupación. En estos casos, acudir al veterinario es fundamental para descartar problemas más serios y asegurar el bienestar del animal.

Muchas veces, los gatos pueden experimentar vómitos ocasionales producto de un cambio brusco de dieta o la expulsión de bolas de pelo. En estos casos, los episodios no suelen repetirse con frecuencia y el gato vuelve rápidamente a su estado normal. Sin embargo, si los vómitos van acompañados de otros síntomas, como fiebre, diarrea, falta de apetito o mucosidad, es posible que el animal esté enfrentando un problema más complejo. Entre las causas más comunes se incluyen infecciones por parásitos, virus o bacterias, además de enfermedades crónicas como la gastritis, el intestino irritable o la diabetes.

Si la condición del gato no mejora con el correr de los días es recomendable acudir a un veterinario

Para determinar la gravedad del problema, es útil distinguir entre vómito y regurgitación, ya que ambos procesos tienen causas diferentes. El vómito es un proceso activo que involucra arcadas, náuseas y la expulsión del contenido estomacal o intestinal. Durante estos episodios, el gato puede babear y mostrar signos de malestar evidente.

Por otro lado, la regurgitación ocurre de manera rápida y sin signos previos de náuseas o incomodidad. En este caso, el gato parece estar bien y de repente expulsa contenido de la garganta o el esófago sin mayores señales de malestar. Identificar cuál de los dos procesos está experimentando tu mascota es fundamental para ayudar al veterinario a diagnosticar la causa del problema.

Tabla de colores del vómito en gatos

El color del vómito puede proporcionar pistas sobre el origen del malestar, por eso es recomendable estar atento y comunicar los detalles al especialista.

  • Amarillo, naranja o marrón. Indica la presencia de alimentos parcialmente digeridos y bilis.
  • Rojo o rosa. Puede señalar la presencia de sangre o la ingesta de materiales extraños con colorantes.
  • Transparente o blanco. Suele estar relacionado con la regurgitación de saliva o el vómito con el estómago vacío.
  • Verde. Indica la presencia de bilis o la ingestión de plantas o alimentos con colorantes verdes.
  • Negro o marrón. Este tipo de vómito es un signo de hemorragia en el tracto digestivo y requiere atención veterinaria urgente.

Cómo ayudar al gato durante los episodios de vómitos

Si un gato presenta vómitos es fundamental observar su estado general. La hidratación es uno de los factores más importantes, ya que los episodios repetidos pueden provocar deshidratación. Por este motivo, se debe ofrecerle acceso a agua fresca y limpia. Si a su vez se observa que el animal perdió el apetito, ofrecerle pequeñas porciones de alimentos, como comida húmeda especial para gatos, puede ser una gran opción para alentarlo a ingerir alimentos.

Controlar la alimentación también es clave. Si el felino tiende a comer demasiado rápido, se puede optar por usar platos especiales o más pequeños que ralenticen la ingesta. Esto reducirá las probabilidades de vómitos relacionados con una comida excesiva o acelerada.

La comida balanceada en exceso puede provocar vómitos regulares en los gatos

Si los vómitos son causados por bolas de pelo, cepillar al animal regularmente puede minimizar este problema. En los gatos de pelo largo o aquellos que sufren con frecuencia de este malestar, existen productos específicos que ayudan a disolver las bolas de pelo y previenen los vómitos asociados.