Las elecciones presidenciales de este 5 de noviembre en Estados Unidos son unas de las más reñidas en la historia. Las encuestas de diversos medios señalan empate en varios territorios o apenas una mínima ventaja par Donald Trump o Kamala Harris, por ello hay varias zonas clave que pueden definir quién llegara a la Casa Blanca, una de ellas es el “Rust Belt” o Cinturón de Óxido.
A mediados del siglo XX, el noreste y medio oeste de Estados Unidos se consolidaron como el corazón industrial del país. Abarcando desde Nueva York hasta Illinois y extendiéndose por Michigan, Pensilvania, Ohio y partes de Virginia Occidental e Indiana, esta región fue bautizada primero como el “Cinturón de Acero” debido a su fuerte industria siderúrgica, automotriz y minera. Ciudades como Detroit, Cleveland y Pittsburgh prosperaron gracias a estas actividades, convirtiéndose en pilares de la economía estadounidense y atrayendo a miles de trabajadores.
Sin embargo, desde la década de 1970, un proceso de desindustrialización comenzó a transformar la región. El cierre de fábricas, las crisis de empleo y el surgimiento de nuevas zonas económicas en el sur y el oeste del país —conocidas como el Cinturón del Sol—, provocaron que esta área antes próspera pasara a llamarse el “Cinturón de Óxido”. El término describe el deterioro visible y el estancamiento económico en sus antiguas urbes industriales, que aún conservan infraestructura en desuso y enfrentan un éxodo de población.
¿Cuáles son los estados que conforman el ‘Rust Belt’?
Los estados que forman parte del Cinturón de Óxido son:
- Nueva York (principalmente la región norte del estado)
- Pensilvania
- Ohio
- Virginia Occidental (parte norte)
- Indiana
- Illinois
- Míchigan (especialmente la Península Inferior)
- Minnesota (particularmente el área de Iron Range)
- Wisconsin (parte sureste)
- Misuri (alrededor del área metropolitana de St. Louis)
- Kentucky (pequeñas áreas)
- Maryland (pequeñas áreas)
- Nueva Jersey (algunas zonas)
Las ciudades principales incluyen Detroit, Cleveland, Pittsburgh, Chicago, Milwaukee, Buffalo, Filadelfia y St. Louis.
¿Por qué el ‘Rust Belt’ será clave en el triunfo de Donald Trump o Kamala Harris?
Desde la década de 1990 hasta 2016, el Partido Demócrata mantuvo un control firme sobre los estados del Cinturón de Óxido —especialmente en Pensilvania, Michigan y Wisconsin— gracias al apoyo de una base trabajadora dependiente de la manufactura y sectores como el acero, el carbón y la industria automotriz.
Sin embargo, la profunda desindustrialización y los efectos de la globalización en la región, caracterizados por el cierre de fábricas y la pérdida de empleos, erosionaron la confianza de los votantes en el liderazgo demócrata y allanaron el camino para la victoria de Donald Trump en 2016. Con su promesa de “Hacer a América grande otra vez” y su política de proteccionismo comercial, Trump logró conquistar a los electores desencantados al proponer medidas que revivieran la economía regional, como la imposición de aranceles sobre el acero y el aluminio y el retorno de empleos manufactureros.
Durante su mandato, sin embargo, las expectativas de recuperación económica en el Cinturón de Óxido no se cumplieron del todo. Según datos de Econofact, entre los principales factores que obstaculizaron el crecimiento de empleos en esta región figuraron un mercado global débil y la incertidumbre creada por la guerra comercial.
Esto condujo al despido de trabajadores en empresas como U.S. Steel y General Motors en Michigan y al cierre parcial de fábricas de Kennametal en Pensilvania. Al enfrentar problemas similares, muchos votantes volvieron a apoyar a los demócratas en 2020, viendo en Biden una oportunidad para una política económica diferente. Sin embargo, los problemas persistieron con la administración de Biden debido a la inflación y el aumento del costo de la vivienda, factores que han generado una creciente insatisfacción en la región.
El efecto de Kamala Harris en el Cinturón de Óxido
Para las elecciones de 2024, la estrategia de Kamala Harris denominada “Move Forward” se presenta como un intento de reconectar con los votantes del Cinturón de Óxido sin anclar su campaña en el historial de Biden, a pesar de haber sido su vicepresidenta. Al mantener en su discurso la necesidad de “mirar hacia adelante”, Harris busca un enfoque que aborde los problemas de la región desde una perspectiva de progreso y reforma.
Este enfoque ha encontrado cierto eco en la región, especialmente en Wisconsin, donde sus políticas de inmigración han sido bien recibidas. Wisconsin cuenta con una importante industria láctea que depende en gran medida de la mano de obra inmigrante; así, el posicionamiento relativamente abierto de Harris hacia la inmigración ha sido bien acogido en un estado que ha mostrado una actitud favorable hacia los inmigrantes, incluso organizando manifestaciones de apoyo durante la administración de Trump.
No obstante, la aceptación de Harris no es uniforme en todos los estados del Cinturón de Óxido. En Pensilvania, su postura pasada sobre la prohibición de la fracturación hidráulica o fracking —clave para la producción de gas de esquisto en la región— ha sido un punto de ataque para los republicanos, y su base de votantes mayores sigue preocupada por la inflación y el costo de vida.