El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont recuperará este fin de semana la presidencia de Junts en el congreso que el partido celebrará desde este viernes y hasta el domingo en Calella (Barcelona), y que supondrá también la irrupción y ascenso de nuevas caras.
Año y medio después de dejar el liderazgo de la formación, Puigdemont anunció el miércoles su voluntad de volver a asumir esta responsabilidad, actualmente en manos de Laura Borràs, que pasará a presidir la nueva fundación del partido.
Aunque antes de las elecciones se comprometió a dejar la política si no era investido, el nuevo escenario político, con la llegada de Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat y que Junts sea ahora el principal partido de la oposición, ha provocado un cambio de planes.
Así, Puigdemont se dispone ahora a volver a coger las riendas del partido, pese a la ascendencia que siempre han tenido sus opiniones sin ocupar cargo orgánico alguno.
También habrá cuatro vicepresidencias, tres de las cuales probablemente ocupadas por Josep Rius, Miriam Nogueras y Toni Castellà –hasta ahora portavoz de Demòcrates–, y a falta de saber el cuarto nombre, sí se sabe que Jordi Turull repetirá como secretario general, y se desconoce aún quien será el secretario de Organización.
ANTONI CASTELLÀ
El ascenso a una de las vicepresidencias de Castellà lo erige como uno de los hombres fuertes de Puigdemont en el partido tras su paso, años atrás, por Unió, tras la cual fundó Demòcrates por su oposición a Josep Antoni Duran i Lleida.
Castellà también tuvo papel en la formación de JxSí, ha estado vinculado con el Consell de la República (CdRep), y fue responsable de parte de la operación de la vuelta a Cataluña del expresidente en agosto.
De hecho, para que Castellà pueda ocupar una de las vicepresidencias debe salir adelante lo que se plantea la ponencia organizativa: eliminar el requisito de 6 meses de militancia para optar a un cargo en la dirección.
Sin embargo, sigue viva una enmienda en la ponencia de organización que reclama que los miembros de la dirección deben ser militantes de Junts con una antigüedad mínima de un año.
Esta misma semana Turull y Castellà han rubricado el acuerdo para que Demòcrates se integre en Junts, confluyendo en una sola unidad política y electoral, y reconocen que sus afiliados tengan doble militancia, y que la fundación de Demòcrates, FunDem, pase a ser la fundación de Junts.
LA FUNDEM Y BORRÀS
La llegada de Borràs a la presidencia de la fundación, si así lo deciden sus patronos, evidencia su pérdida de peso e influencia en la formación, una situación muy diferente a la que tenía en el congreso anterior cuando ella y sus afines plantaron cara para hacerse con la presidencia del partido y otros puestos de la dirección.
Pese a todo, Puigdemont recalcó que quería seguir contando con el «capital político» de Borràs, que seguirá formando parte de la dirección, y argumentó que su bagaje político y académico así como su carácter hacen que sea la persona idónea para presidir la fundación.
«NUEVAS CARAS DEL FUTURO»
En la ponencia estratégica, Junts defiende que el independentismo necesita hoy los liderazgos de la experiencia de 2017, a la vez que se compromete a preparar el «relevo gradual para hacer emerger las nuevas caras del futuro».
Hasta ahora, nombres como el de la portavoz de Junts en el Parlament, Mònica Sales, y de los diputados Salvador Vergés y Jeannine Abella han ido ganando peso, así como también lo ha hecho el último año el de Miriam Nogueras, a la que se conoce internamente como ‘capitana’.
Falta por ver la traducción que pueden tener estos nombres en la nueva ejecutiva que salga del cónclave así como también el del diputado Agustí Colomines, que lidera Acció per la República, y cuyo protagonismo se enmarcaría en la voluntad de Puigdemont de ampliar el espectro social del partido, abriéndose a nuevas sensibilidades y formaciones con las que se presentaron a las municipales.
Además de los integrantes de la dirección, en el cónclave debe escogerse el presidente del Consell Nacional, que ostenta hasta ahora el presidente del Parlament, Josep Rull; el presidente y los miembros de la Comissió de Garanties; el defensor del militante; el presidente del espacio municipalista y los presidentes y los equipos de vegueria.
ENMIENDAS
El congreso dará el pistoletazo de salida este viernes con 354 enmiendas vivas de las 2.863 que se presentaron inicialmente, y gran parte de ellas corresponden a la ponencia de organización.
Así, diversas enmiendas piden que la elección de los miembros de la elección se haga con listas abiertas, y no cerradas y bloqueadas como plantea la ponencia, lo que evitaría que las diferencias entre sectores se traduzcan en voto de castigo a nombres que se presenten, tal y como pasó en el pasado congreso con afines a Borràs.
También hay militantes que rechazan que el partido permita la doble militancia, y otras enmiendas piden suprimir o cambios en el punto que se propone a la dirección el nombramiento de los patrones de la nueva fundación.
Otro paquete aboga por añadir un régimen de incompatibilidades que recoja que no se pueden ocupar más de dos cargos institucionales y uno orgánico, o un cargo institucional y dos orgánicos, exceptuando aquellos cargos imprescindibles para ocupar uno de rango superior, lo que podría dificultar que el portavoz del partido, Josep Rius, pudiera asumir una vicepresidencia.
En el marco de la ponencia ideológica, en que Junts defiende la supresión del impuesto de Sucesiones y la deflactación de todos los tramos del IRPF, algunas enmiendas van más allá en el apartado de fiscalidad, y otras se centran en la cuestión de la vivienda.