En el vasto panorama meteorológico mundial, ningún país reporta más tornados que Estados Unidos. Cada año, más de 1.000 de estos fenómenos son registrados en su territorio, una cifra que supera ampliamente la de cualquier otra nación. Este número no es casualidad, sino el resultado de una combinación única de factores geográficos, climáticos y sociales que hacen del país el epicentro global de estos destructivos vórtices de viento.
Factores geográficos y climáticos que favorecen la formación de tornados
Los tornados necesitan condiciones específicas para formarse: aire cálido y húmedo cerca del suelo, aire frío y seco en altura, y un mecanismo que provoque rotación, como el cizallamiento del viento. Estados Unidos reúne todos estos ingredientes debido a su geografía única. La proximidad del Golfo de México proporciona un flujo constante de aire cálido y húmedo, mientras que las Montañas Rocosas bloquean y canalizan aire frío y seco hacia las Grandes Llanuras, creando las condiciones ideales para tormentas severas que frecuentemente generan tornados.
Como explicó a FOX el investigador Harold Brooks del Laboratorio Nacional de Tormentas Severas (NSSL) de la NOAA: “El hecho de que tengamos el Golfo de México y las Montañas Rocosas en estas ubicaciones facilita la confluencia de ingredientes para tormentas tornádicas en la parte central de los Estados Unidos”.
Diferencias en el registro de tornados a nivel mundial
Aunque países como Brasil, Rusia y Australia también presentan condiciones favorables para tornados, sus cifras oficiales son notablemente más bajas. Esto se debe en gran parte a que muchos tornados ocurren en áreas deshabitadas o carecen de un sistema de monitoreo exhaustivo. Por ejemplo, Australia reporta oficialmente cerca de 20 tornados anuales, pero se estima que el número real es mucho mayor.
En regiones como Europa o Asia, barreras montañosas como los Alpes o el Himalaya dificultan la llegada de aire frío en altura, lo que limita la frecuencia de los tornados en comparación con Estados Unidos. En contraste, lugares como el sur de Brasil y el norte de Argentina también ven tornados, gracias a la interacción entre el frío de los Andes y la humedad del Amazonas.
Temporada de tornados y zonas de alta incidencia en EE. UU.
Variaciones estacionales de los tornados
La temporada de tornados en Estados Unidos varía según la región, debido a las diferencias climáticas locales. En los estados del sur, como Texas, Oklahoma y Kansas, los tornados son más frecuentes durante mayo y principios de junio, mientras que en la región del Medio Oeste, que incluye a Dakota del Sur, Iowa y Minnesota, la temporada alcanza su pico en junio y julio.
Tornado Alley y Dixie Alley
El término “Tornado Alley” se refiere a un corredor que abarca las Grandes Llanuras y el Medio Oeste, donde los tornados son más comunes. Sin embargo, otra región conocida como “Dixie Alley”, ubicada en el sureste del país, incluyendo a Misisipi, Alabama y Texas, también registra un número significativo de estos fenómenos. Según datos de 2023 de la NOAA, Misisipi lideró el promedio anual con 115 tornados, seguido de Texas y Alabama.
Historia del pronóstico de tornados y tornados más mortales
Nacimiento del pronóstico de tornados
El 25 de marzo de 1948 marcó un hito en la historia del pronóstico de tornados en EE. UU. Ese día, los meteorólogos Ernest Fawbush y Robert Miller, utilizando condiciones similares a las observadas días antes, emitieron el primer pronóstico oficial de tornado en la base aérea Tinker, en Oklahoma. Su precisión dio lugar a la creación del proyecto “Tornado Alley”, sentando las bases para la actual tecnología de predicción.
Los tornados más letales
Entre los tornados más devastadores en la historia de EE. UU., el más mortífero fue el Tri-State Tornado de 1925, que atravesó Missouri, Illinois e Indiana, dejando un saldo de 695 muertos. Otros eventos trágicos incluyen el tornado de Natchez, Misisipi (1840), con 317 víctimas, y el de Joplin, Misuri (2011), que causó 158 fallecimientos.
Impacto del cambio climático en los tornados
El papel del cambio climático en la frecuencia e intensidad de los tornados sigue siendo un tema de debate. Según Harold Brooks, es difícil detectar señales claras de cambio climático en estos fenómenos debido a la geografía favorable de EE. UU. Sin embargo, el calentamiento global podría influir en las condiciones que fomentan tormentas severas, como el aumento de la energía disponible para su formación. A nivel mundial, en regiones como Europa, se vieron cambios en las tormentas de granizo como posibles indicadores de un impacto climático.