Para muchas personas decorar anticipadamente la casa para la Navidad se ha convertido en una tradición. Pero la psicología analizó qué dice este entusiasmo por la celebración y estableció que decorar antes de tiempo podría tener significados más profundos que el simple fanatismo por esta fecha.

Decorar temprano el hogar es una forma de revivir momentos entrañables; para otros, una manera de compartir entusiasmo y llenar vacíos emocionales

La Navidad evoca recuerdos, emociones y un sentimiento de nostalgia que conecta a las personas con experiencias positivas del pasado. Según la psicóloga Carmen Harra decorar temprano podría revelar una necesidad subconsciente de atención y validación. Para algunos, exhibir una casa perfectamente decorada puede ser una forma de impresionar a familiares, amigos o vecinos, buscando elogios y reconocimiento.

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Por su parte, Amy Morin, psicoterapeuta y autora del libro “13 cosas que la gente mentalmente fuerte no hace”, destaca que esta costumbre también está vinculada a la nostalgia. Decorar la casa despierta recuerdos felices de la infancia y prolonga el sentimiento positivo asociado a la Navidad: “Cuanto antes comiencen los preparativos, más tiempo tendrán para conectar sobre esos momentos entrañables”.

Las luces y guirnaldas no solo embellecen el hogar, también conectan con recuerdos felices, alivian el estrés y fortalecen la conexión comunitaria

El acto de decorar también puede servir como una herramienta para afrontar el estrés y las incertidumbres de la vida. Durante periodos complicados, como crisis económicas, conflictos o incluso desafíos personales, la decoración navideña representa un escape hacia un mundo de alegría, orden y esperanza.

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¿Cultural o personal?

Más allá de lo personal, la decoración también fomenta la conexión con la comunidad. Los adornos en ventanas y jardines invitan al espíritu colectivo, provocando sonrisas en quienes pasan por allí. Decorar temprano podría reflejar un deseo de compartir alegría y contagiar entusiasmo a los demás.

La fachada de una casa decorada no solo embellece el hogar, también contagia el espíritu festivo

Decorar la casa antes de la fecha prevista por la tradición, el 8 de diciembre, no es solo una decisión estética o una cuestión de facilidad. Detrás de esta práctica se esconden emociones, nostalgias y en algunos casos, la necesidad de llenar vacíos emocionales. Ya sea para conectar con el pasado, impresionar a otros o simplemente prolongar el espíritu festivo, esta costumbre refleja mucho más que un simple deseo de embellecer el hogar.