La Organización Mundial del Comercio (OMC) aprobó la creación de un panel para abordar la disputa entre Colombia y la Unión Europea (UE) sobre los aranceles antidumping impuestos a las importaciones de papas fritas congeladas provenientes de Bélgica, Alemania y Países Bajos.
Este conflicto se originó en noviembre de 2018, cuando Colombia aplicó aranceles que oscilaban entre el 3% y el 8%, argumentando que los precios de importación eran artificialmente bajos y afectaban a los productores locales.
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Una disputa que se intensifica
En 2019, la Unión Europea presentó una queja ante la OMC, alegando que Colombia había incumplido las normas internacionales al calcular los aranceles utilizando metodologías defectuosas.
En agosto de 2022, un panel inicial de la OMC dictaminó mayoritariamente a favor de la UE, concluyendo que los aranceles colombianos no cumplían con las disposiciones del Acuerdo Antidumping.
A pesar de este fallo, la UE sostiene que las autoridades colombianas no han implementado adecuadamente las recomendaciones y han recalculado los márgenes de dumping con métodos cuestionables, resultando en tasas que considera excesivamente altas.
Según datos recientes, los aranceles actuales afectan de manera diferenciada a empresas como Mydibel (Bélgica), con un gravamen del 2,42%; Aviko (Países Bajos), con el 5,87%; y Agrarfrost (Alemania), con el 3,21%.
Respuestas de las partes
Mientras la UE acusa a Colombia de incumplimiento, el gobierno colombiano lamentó la solicitud del nuevo panel, defendiendo que sus aranceles recalculados están en conformidad con las reglas de la OMC. Además, Colombia subraya que la UE no cuestiona siete de los casos iniciales y que los puntos restantes se limitan a aspectos técnicos de los cálculos.
Por su parte, la UE critica la falta de progreso en las consultas realizadas el 31 de mayo de 2024, que no lograron resolver la disputa, lo que llevó a la Comisión Europea a solicitar el panel ante el Órgano de Solución de Diferencias (OSD) de la OMC.
La solicitud fue aceptada en la reunión del 25 de noviembre, y países como Brasil, Japón, Estados Unidos, Rusia, Turquía y China han manifestado interés en participar como terceros.
Impacto económico y opiniones de expertos
David Cubides, director de investigaciones económicas de Alianza, señaló al medio La República que aunque los aranceles buscan proteger a los productores locales, el consumidor final enfrenta mayores costos debido al aumento de precios.
En contraste, José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda, considera que estas medidas son necesarias para salvaguardar a los productores nacionales frente a prácticas de comercio desleal.
El consultor agrícola Indalecio Dangond advierte que el problema de los paperos colombianos no radica en los aranceles, sino en la falta de eficiencia productiva.
Dangond sugiere que el gremio debería adoptar tecnologías y establecer alianzas con la industria para generar valor agregado y competir en mejores condiciones.
Contexto internacional
La disputa refleja las tensiones globales en el comercio agrícola. Según cifras de la UE, los aranceles colombianos afectan al 85% de las exportaciones de papas fritas congeladas, valoradas en 19.3 millones de euros. Colombia extendió estos derechos hasta 2027, complicando aún más el conflicto con la Unión Europea.
Además, la paralización del Órgano de Apelación de la OMC desde 2019, debido a la negativa de Estados Unidos a nombrar nuevos jueces, ha limitado las opciones para resolver la disputa de manera definitiva.
En este contexto, Colombia y la UE acordaron utilizar el sistema interino de solución de diferencias (Mpia) de la OMC, aunque las tensiones persisten y aun no se desconoce cuales serán los pasos siguientes para destrabar este conflicto.
El panel tendrá un plazo de 90 días para emitir un dictamen, cuyo resultado podría establecer un precedente importante en la regulación de disputas comerciales agrícolas.
Mientras tanto, expertos sugieren que el gremio papero colombiano podría beneficiarse de una estrategia combinada de innovación, mejores prácticas productivas y políticas de mercado que complementen las medidas de defensa comercial adoptadas hasta ahora.