Una controversia en Montería ha surgido tras la tala de un árbol de mango en la glorieta del puente Gustavo Rojas Pinilla. La decisión de reemplazarlo por una estructura metálica decorativa generó un debate e inconformismo entre los ciudadanos.
La administración municipal, encabezada por el alcalde Hugo Kerguelén García, justificó la medida por razones de seguridad vial, argumentando que las raíces del árbol estaban dañando la infraestructura de la vía, lo que incrementaba el riesgo de accidentes.
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De acuerdo con El Diario La Razón, el estado deteriorado del árbol también fue un factor determinante para su remoción, según indicó Kerguelén. La explicación que da la administración de Montería es que con este cambio pretende reducir los riesgos para conductores y peatones.
Pero, por otra parte, desde la alcaldía se ha lanzado un ambicioso plan de reforestación que incluye la siembra de 420.000 árboles en 375 hectáreas de la ciudad, por lo que este este proyecto no solo contempla la plantación de nuevos árboles, también la ampliación de la cobertura arbórea en 120 hectáreas adicionales y la implementación de un programa de mantenimiento remunerado para los participantes.
Sin importar las explicaciones dadas desde la cartera, los ciudadanos han recibido con descontento las acciones aplicadas hacia el espacio medioambiental del lugar, ya que consideran que sustituir un árbol frondoso por una estructura metálica no es una solución adecuada. La figura metálica, que representa un árbol decorativo, ha sido vista por muchos como un gesto simbólico más que una respuesta real al valor ecológico de la zona.
El alcalde recordó la necesidad de un manejo adecuado de los recursos forestales en la ciudad, lo que incluye la tala de árboles en mal estado en varias zonas de Montería, como las rondas Norte-Centro y la avenida Circunvalar. En estas áreas se están llevando a cabo tareas de poda y, en algunos casos, eliminación de ejemplares que representen un riesgo para la seguridad en espacios viales.
Finalmente, la intervención en la glorieta del puente Gustavo Rojas Pinilla es parte de una serie de acciones de gestión arbórea que se están realizando en distintos sectores de la ciudad, por lo que estas medidas, están basadas en estudios técnicos que priorizan la seguridad vial y el manejo adecuado del espacio público. Por eso, según la alcaldía, el reemplazo del árbol de mango por la estructura metálica busca mejorar tanto la seguridad como la estética del entorno urbano.
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De acuerdo con el senador Jairo Alberto Castellanos, busca con un proyecto de ley desincentivar la tala de bosques, recuperar las maderas viejas, que las instituciones educativas contemplen en sus PEI una cultura ambiental consecuente con el medio ambiente, y que desde las familias colombianas se incentive la cultura ambiental de sembrar árboles.
“Nosotros somos un país rico en biodiversidad, pero destruimos vertiginosamente nuestra gran riqueza que son los árboles, que son a su vez el hábitat de nuestra fauna. Hay unas cifras muy preocupantes de tala indiscriminada de árboles; creemos que la Amazonia es muy lejos, y que no nos afecta. No tenemos conciencia ambiental que tenemos que cuidar la casa grande, que es nuestro planeta; si esta aldea se sigue deforestando, el ser humano se va a ver muy comprometido como especie, tenemos que poner nuestro granito de arena para intentar salvar nuestro planeta”, señaló el congresista.
Según lo que Castellanos propone, expone unos beneficios ambientales, ya que argumenta lo siguiente:
- Por cada 400 kg de madera reciclada se evitará la tala de un árbol de 10 años de edad y se sembrarán cinco árboles adicionales por cada familia al año, lo que contribuye de manera significativa a la conservación del medio ambiente.
- Impacto en el empleo: se estima la creación de más de 70 mil empleos directos en todo el país, especialmente para madres cabeza de hogar, discapacitados, y reinsertados de grupos al margen de la ley, quienes serán responsables de tareas como la recolección, reciclaje, y reforestación.