La mujer, originaria de Tailandia, fue deportada a Laos, un país asiático en el que jamás había estado. (Facebook/Ma Yang)

En un caso que ha generado preocupación y controversia, Ma Yang, una mujer de 37 años nacida en Tailandia y residente permanente legal en Estados Unidos, fue deportada a Laos, un país en el que nunca ha estado y donde ahora enfrenta una situación de extrema vulnerabilidad.

Según informó el periódico local Milwaukee Journal Sentinel, Yang se encuentra retenida en una casa de huéspedes en Laos, bajo vigilancia militar, sin documentos, sin acceso a medicamentos esenciales y sin conocer el idioma ni a nadie en el lugar.

Yang, madre de cinco hijos, declaró al medio: “Estados Unidos me envió de vuelta a morir. Ni siquiera sé adónde ir. Ni siquiera sé qué hacer”. La mujer también expresó su desesperación por la falta de insulina para tratar su diabetes y la escasez de su medicamento para la presión arterial alta, lo que agrava aún más su situación.

Tenía Green Card y la deportaron a un país en el que nunca había estado

Ma Yang declaró que el ejército tiene sus papeles retenidos y denunció no tener acceso a insulina para controlar su diabetes. (Facebook/Ma Yang)

El caso de Yang se remonta a un error en su representación legal. Según detalló el Milwaukee Journal Sentinel, la mujer se declaró culpable de cargos relacionados con posesión, distribución o uso de marihuana y cumplió una condena de más de dos años en prisión. Sin embargo, aceptó el acuerdo de culpabilidad bajo la falsa creencia de que no afectaría su estatus de residencia permanente legal, algo que su abogado le aseguró erróneamente. Como resultado, su residencia fue revocada, lo que la dejó vulnerable a la deportación.

Yang afirmó que, de haber sabido las consecuencias, habría optado por una condena más larga para preservar su estatus migratorio. “Cometí un error y sé que estuvo mal, pero ya cumplí condena por ello”, declaró al medio.

Tras cumplir su condena, Yang fue trasladada a un centro del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Minnesota. Allí, un nuevo abogado le aconsejó firmar un documento que, aunque le permitía salir del centro, implicaba aceptar una orden de deportación en su contra.

Según el medio, tanto Yang como su abogado creían que la deportación no se llevaría a cabo, ya que Laos históricamente ha rechazado aceptar deportados y EEUU envía un número muy reducido de personas a ese país cada año.

Yang también tenía la esperanza de que su caso pudiera reabrirse debido a la mala representación legal que recibió inicialmente. Sin embargo, esto no ocurrió. “Este sistema me sigue jod****o constantemente”, expresó la mujer al medio, reflejando su frustración ante un proceso que considera injusto.

Qué sigue para Yang en su lucha por salir de Laos

Yang se encuentra a la espera de que su situación se regularice. (Jesús Aviles/Infobae)

En febrero, agentes del ICE le solicitaron a Yang que se presentara en sus oficinas en Milwaukee. Según consignó el Milwaukee Journal Sentinel, una vez allí, fue detenida y trasladada a diferentes ubicaciones, incluyendo una cárcel en Brazil, Indiana, y Chicago, Illinois, antes de ser enviada en diferentes escalas hacia Laos.

Desde su llegada, Yang ha enfrentado una serie de dificultades, incluida la retención de todos sus documentos por parte del ejército laosiano, lo que le impide realizar actividades básicas como alquilar un lugar donde vivir o acceder a servicios esenciales.

“¿Cómo puedo alquilar, comprar o lo que sea sin papeles? Ahora mismo no soy nadie”, declaró Yang al medio, describiendo la precariedad de su situación actual.

La deportación de Yang se enmarca en un contexto de endurecimiento de las políticas migratorias durante la administración del expresidente Donald Trump, quien prometió llevar a cabo la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos.

El republicano intensificó los esfuerzos para deportar a inmigrantes, incluso invocando la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una normativa rara vez utilizada que permite la deportación de extranjeros en tiempos de guerra o cuando una nación extranjera representa una amenaza para el país.

El pasado sábado, Trump firmó una orden ejecutiva para activar esta ley, pero el juez presidente James Boasberg emitió una orden de restricción temporal que bloquea las deportaciones bajo esta normativa por al menos 14 días.