La neblina dificultaba la visibilidad. Y los tres delincuentes, que andaban en una camioneta robada, quisieron aprovecharlo. Pensaban que el clima iba a jugar a su favor. Estacionaron y se dirigieron a uno de los cercos perimetrales que linda con Champagnat, uno de los barrios del complejo urbanístico Estancias del Pilar. Eran cerca de las 6. Se internaron con el fin de robar, pero sonaron las alarmas y los descubrieron. Al cabo de dos tiroteos en los que un policía fue herido en una pierna, su plan fue abortado. Terminaron detenidos.
Así lo pudo reconstruir LA NACION de fuentes judiciales, policiales y de Estancias del Pilar. Los tres sospechosos arrestados por efectivos de la Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) de Pilar serán indagados a primera hora de mañana por el fiscal Raúl Casal.
“Nuestra preocupación es el policía herido, con quien ya tomamos contacto. Sabemos que sufrió una herida superficial y que después de las curaciones correspondientes fue llevado a su casa para hacer el reposo correspondiente”, afirmaron a LA NACION desde Estancias del Pilar, cuando el caos y el operativo policial y judicial ya eran habían concluido.
Como se dijo, los tres delincuentes llegaron a las inmediaciones del complejo urbanístico, que cuenta con cinco barrios, en una Peugeot Partner blanca que había sido sustraída a mano armado el sábado último, en jurisdicción de la comisaría 6ª de Avellaneda, en un caso investigado como “robo agravado por uso de arma de fuego”.
“Los delincuentes quisieron entrar en Estancias del Pilar por el barrio Champagnat. Las alarmas detectaron el intento de intrusión y se decidió enviar un equipo de vigiladores con perros para hacer un rastrillaje”, explicaron a LA NACION los voceros consultados.
Según una calificada fuente judicial, las cámaras infrarrojas también detectaron la irrupción de los delincuentes por Champagnat.
A la búsqueda que encaró el personal de la empresa de seguridad privada Watchman SA, que presta servicio en Estancias del Pilar, se sumó personal de la policía bonaerense que cumple horas adicionales en el lugar, explicaron fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense.
Cuando los delincuentes advirtieron que habían sido descubiertos por el personal de seguridad y por los uniformados de la policía bonaerense, intentaron huir por una calle lateral de tierra.
“Cuando corrían para tratar de escapar, los delincuentes se subieron a un Volkswagen Fox negro de un custodio que estaba estacionado en las inmediaciones de una garita e intentaron huir a toda velocidad. Pero como el camino estaba embarrado retornaron y se internaron en el barrio La Laguna, que está en pleno desarrollo”, explicaron las fuentes de Estancias del Pilar.
Los ladrones irrumpieron en el barrio en desarrollo después de llevarse puesto un portón. Pero, con mínima visibilidad por la niebla matutina, terminaron en la tosquera.
Los ladrones se resistieron a los tiros. Balearon los móviles que habían llegado. En principio, según intenta reconstruir el fiscal Casal, hubo dos secuencias de disparos en momentos diferentes.
“Todo lo sucedido será reconstruido a partir de las declaraciones testimoniales de los policías y de los custodios que participaron de la persecución que terminó con la detención de los sospechosos”, afirmó una calificada fuente con acceso al expediente judicial en marcha.
Dos de los delincuentes, dijeron esas mismas fuentes, fueron detenidos en el interior del vehículo sustraído al vigilador. El tercer sospechoso intentó escapar nadando por la tosquera, pero fue obligado a salir del agua y terminó esposado.
A los delincuentes les incautaron dos pistolas, una calibre 11.25 y otra 7.65. Dos de los ladrones que protagonizaron el violento intento de robo tienen antecedentes penales y estuvieron presos en unidades carcelarias del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). El otro tenía entradas en comisarías de la fuerza de seguridad provincial.
“Nos ponemos en contacto con ustedes a fin de ponerlos en conocimiento de que en horas de la madrugada se produjo una intrusión de individuos armados a Estancias del Pilar. Pese a la niebla reinante, la misma fue detectada por nuestro búnker, que envió el protocolo de alerta. De inmediato se produjo la convergencia al lugar de efectivos de la Polad [adicionales], vigiladores y perros, que pusieron en fuga a los delincuentes, estableciendo una persecución y enfrentamiento armado que finalizó con la captura de los tres ladrones. Por encontrarse trabajando la fiscalía y la policía en el lugar (y por tratarse de una investigación en curso) no podemos brindar mayor información, pero queremos llevar tranquilidad a sus hogares de que la crisis ha finalizado. Queremos felicitar a nuestro personal de seguridad por su rápida reacción y por exponer sus vidas al servicio de nuestro bienestar”, afirmó el directorio de Estancias de Pilar en un comunicado enviado a los residentes, al que también tuvo acceso LA NACION.
Otro episodio violento
El intento de robo en Estancias del Pilar es el segundo caso que investiga el fiscal Casal sucedido en un country en las últimas horas.
El viernes pasado, como publicó ayer LA NACION, se produjo un violento ataque protagonizado por un grupo comando en el Club de Campo Lago de Manzanares.
El barrio privado fue copado por ocho delincuentes durante al menos dos horas por un grupo comando que irrumpió en tres casas para someter a sus moradores, robarles y escapar con dinero y joyas, entre otros objetos de valor.
La noche de terror para esos vecinos comenzó a las 21.30, cuando el grupo comando entró en el club de campo. Los delincuentes, que habían llegado en una camioneta, redujeron al joven que se encarga del control de ingreso de propietarios y visitantes y a la persona que recorre el country en auto como medida de prevención. Ambos fueron golpeados y reducidos por los delincuentes. Durante dos horas fueron privados de su libertad en el interior de la casilla de seguridad que está en la entrada del barrio privado.
Con el club de campo a su merced, los delincuentes robaron tres casas. Actuaron con mucha violencia. A las víctimas las amenazaron de muerte y a un joven, que terminó con una fractura y trasladado al Hospital Austral, le advirtieron que le iban a cortar un dedo.
“Los delincuentes se dividieron en grupos para ingresar en las casas y sorprender a sus ocupantes. Todo fue con mucha violencia. La irrupción de los delincuentes en Club de Campo Lago de Manzanares duró dos horas. Los ladrones se fueron en la camioneta en la que habían llegado por el mismo lugar por donde ingresaron”, contó a LA NACION el vecino al tanto del golpe. Los asaltantes cubrían sus rostros con pasamontañas para evitar que pudieran ser identificados.