Las autoridades de Noruega han informado este lunes de que han cerrado la investigación sobre los supuestos vínculos de una empresa propiedad de un noruego con la venta al partido-milicia chií Hezbolá de los miles de ‘buscas’ que estallaron en Líbano.
El Servicio de Seguridad Policial (PST) ha informado de que se ha entrevistado a personas cercanas al ciudadano noruego y se han investigado sus actividades comerciales y financieras, si bien no han encontrado «motivos» para continuar con las pesquisas.
«En el marco de la investigación, el PST intentó ponerse en contacto con el interesado, pero no obtuvo respuesta», ha resaltado el asesor principal de organismo, Eirik Veum, según ha recogido la corporación de radiodifusión pública de Noruega, NRK.
Las autoridades noruegas abrieron una investigación «preliminar» después de que Bulgaria anunciara que estaba investigando a la empresa Norta Global, con sede en la capital, Sofía, y fundada en 2022 por el ciudadano noruego Rinson Jose.
Las primeras pistas tras las explosiones llevaron a la firma taiwanesa Gold Apollo, que rápidamente salió al paso de las sospechas señalando que había cedido los derechos de fabricación a una segunda empresa, BAC Consulting, con sede en Hungría.
La Oficina de Investigación del Ministerio de Justicia taiwanés aseguró a principios de noviembre que los dispositivos de comunicación de tipo AR-924 no son fabricados por Gold Apollo «desde hace varios años» y descartó cualquier vinculación de ciudadanos o empresas de la isla a la explosión de estos ‘buscas’.
Las explosiones dejaron cerca de 40 muertos y alrededor de 3.000 heridos, según las autoridades libanesas, que apuntaron que muchas de las víctimas eran civiles. Apenas un día después estallaron cientos de walkie-talkies, mientras que las autoridades de Israel lanzaron una nueva invasión de Líbano días después intentando aprovechar el caos en el seno de Hezbolá.