Un pozo exploratorio de Ecopetrol en Colombia | ECOPETROL

Después de tres días de protestas que afectaron las actividades de perforación en el campo Yariguí – Cantagallo, en Puerto Wilches, los proveedores locales y la empresa Halliburton lograron un acuerdo que permitió retomar las operaciones.

La manifestación, iniciada el 11 de marzo, bloqueó el acceso a la zona de trabajo y llevó a la suspensión de 15 contratos por parte de Ecopetrol.

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El ministro de hacienda, Alberto Carrasquilla, aceptó la compra de ISA por parte de Ecopetrol. Foto: Colprensa

Las inconformidades de los proveedores locales surgieron por los precios establecidos para la prestación de servicios en el proyecto. Ante la falta de consenso, decidieron bloquear el ingreso de los operarios y detener las actividades de perforación.

Esta situación generó preocupación en la comunidad y en las autoridades locales, quienes intervinieron para mediar entre las partes y buscar una solución.

El proceso de diálogo se llevó a cabo en la Alcaldía de Puerto Wilches, con la participación de representantes de los proveedores, la empresa Halliburton, el alcalde y miembros de la Administración Municipal.

Durante las conversaciones, se expusieron los puntos de vista de cada parte y se buscó un mecanismo que permitiera equilibrar los intereses en juego sin afectar la continuidad de las operaciones.

Finalmente, tras varias horas de negociación, se logró un acuerdo que permitió levantar la protesta y retomar las actividades en el campo petrolero. Ecopetrol destacó la disposición de las partes para alcanzar una solución concertada y enfatizó la importancia del diálogo en la construcción de consensos.

“Reiteramos nuestro compromiso con el desarrollo del territorio y con la generación de oportunidades para los proveedores locales, siempre dentro de un marco de respeto, cooperación y beneficio mutuo”, expresó la compañía en un comunicado oficial.

El levantamiento de la protesta fue recibido con alivio por los trabajadores del proyecto y por la comunidad de Puerto Wilches, que depende en gran medida de la actividad petrolera en la zona. Además, se destacó la relevancia de mantener canales de comunicación abiertos entre las empresas y sus proveedores para evitar futuras interrupciones en el desarrollo de los proyectos.

Este conflicto evidenció la necesidad de revisar los acuerdos comerciales y ajustar las condiciones cuando sea necesario para garantizar la estabilidad en la prestación de servicios. La intervención de las autoridades locales fue clave para destrabar el problema y facilitar un escenario en el que todas las partes pudieran llegar a un consenso.

Por su parte, Halliburton aseguró que continuará trabajando de la mano con los proveedores locales para garantizar condiciones justas y equitativas en la contratación de servicios. Asimismo, reiteró su compromiso con el desarrollo de la región y con la generación de empleo en el sector petrolero.

Con la reactivación de las operaciones en Yariguí – Cantagallo, se espera que la producción vuelva a su ritmo normal en los próximos días. Las autoridades locales hicieron un llamado a las partes involucradas para mantener el diálogo como herramienta principal para resolver cualquier diferencia futura sin afectar la actividad económica de la región.