Mercedes Milá, en el programa '59 segundos' (RTVE)

Mercedes Milá se ha sincerado y ha hablado de la delicada enfermedad a la que hace frente desde el año 2018. La legendaria periodista se ha sentado junto a Gemma Nierga en el espacio de televisión ‘59 segundos’ para confesarle que su depresión se agrava.

“Es como una espada de Damocles que tienes siempre encima de la cabeza”, son las primeras palabras que ha pronunciado la comunicadora en el programa de RTVE. “Me dijeron que podía aparecer y desaparecer en muchos momentos. De repente sientes en la boca del estómago como un puñalito y dices, ‘ya está ahí‘“, ha continuado explicando Milá, quien lleva siete años medicándose.

“Tomo pastillas, pero hay veces que no me hacen efecto. Hoy me ha ocurrido y he estado llorando como una idiota muchas horas. Tenía los ojos tan hinchados que me he tenido que poner hielo“, ha confesado, dejando entrever que se trata de un proceso duro y delicado.

La periodista Mercedes Milá, en una fotografía de archivo (EUROPA PRESS)

“Lloras por una tristeza, por una melancolía, por una sensación de vacío, de infelicidad. Piensas que toda tu vida no ha servido de nada… Pero es mentira, porque al día siguiente te despiertas y vuelves a ser la Mercedes de siempre. Eso me ocurre mucho”, ha continuado detallando sobre los complicados momentos que enfrenta con su diagnóstico de depresión crónica.

“Todo empezó hace 25 años”

La primera vez que Mercedes Milá verbalizó su dolor fue hace siete años. Entonces, confesó que el inicio de su depresión empezó hace 25 años, cuando puso fin a sus cuatro años de relación con el empresario Carlos Castillo, quien era 15 años más joven que ella. “Cuando se fue de mi casa, yo había cumplido 50 años y entré en barrena”, admitió.

“El primer mazazo fue aquel desamor terrible, durísimo. En aquella ocasión, me dijeron que la depresión era por una razón de amor, que le pasa a muchísima gente, que no pasaba nada. Si no tienes más, aquí se queda la cosa”, ha reconocido la presentadora de No sé de qué me hablas, añadiendo que su trabajo en Gran Hermano, donde estuvo 15 años conduciendo el formato, le fue de gran ayuda en ese delicado momento. “Las pastillas y la ayuda psiquiátrica me ayudaron, pero GH fue la liberación”, ha afirmado.

Mercedes Milá, en el último programa de 'Deluxe'. (Mediaset España)

Pese a que su trabajo la salvó en gran medida, el hecho de volcarse por completo en su faceta profesional la llevó a caer en una segunda depresión. «Le dediqué tantas horas que acabó matándome. Los médicos me dijeron que no podía seguir y era cierto. No podía“, ha detallado la comunicadora, quien en 2016 comunicó su decisión de apartarse del reality de televisión.

«Me da miedo que aparezca de nuevo el monstruo. Notar la ansiedad, el horror, la angustia en la boca del estómago», manifestó entonces, confiando que aquella depresión sería la última. “A la que aparece la tercera depresión, ya es una enfermedad crónica. Y ahí estoy yo”, ha explicado a Gemma Nierga.

“Estoy bien a ratos. No me puedo quejar de nada, solo del cerebro. Tengo trabajo si quiero, mi familia está bien, tengo casa…”, ha reconocido, admitiendo su deseo de volver a la pequeña pantalla.