Las calles de Lima fueron testigos de un operativo sin precedentes que reveló una preocupante realidad: el fentanilo, conocido por sus devastadores efectos en otros países, ya es parte del mercado ilegal en el Perú. La Dirección Antidrogas (Dirandro) ejecutó la mayor incautación de esta sustancia en la historia del país, tras intervenir un departamento ubicado en plena avenida Javier Prado. En el lugar, las autoridades encontraron 6 mil unidades de este opioide sintético, con un valor estimado de 600 mil dólares en el mercado negro.
Las investigaciones indican que el cargamento tenía como destino principal Estados Unidos y Holanda, dos mercados donde la demanda de esta droga ha provocado una crisis de salud pública. A pesar de que el fentanilo es legal en el Perú y se utiliza en procedimientos médicos bajo estricta regulación, su venta clandestina representa una grave amenaza. La doctora Natalia Victoria Trelles, perito químico farmacéutico de la Dirandro, advirtió para Panorama: “El fentanilo es una droga muy peligrosa. Solo dos miligramos pueden causar la muerte”.
El hallazgo de un centro de distribución ilegal en plana Javier Prado
El seguimiento policial se extendió por varios días antes de la intervención. La torre de departamentos vigilada se encuentra en una zona estratégica, lo que permitió que los responsables de este ilícito movimiento operaran sin levantar sospechas. “Los lugares de reunión casi todos coinciden en San Isidro, en Miraflores, en San Borja, en Surco. Ellos venían reuniéndose, estableciendo los contactos necesarios para poder comercializar y concretar esta venta en estos lugares”, explicó el general Nilton Santos Villalta, director de la Dirandro.
En el operativo fueron detenidos tres individuos identificados como Alberto Llanos Pérez, Christian Arenas Astopilco y Luis Ríos Rubio. Los implicados serán puestos a disposición del Ministerio Público, que presentará la acusación formal ante el Poder Judicial en las próximas horas. La policía continúa con las investigaciones para determinar el alcance de esta red y su posible conexión con organizaciones criminales internacionales.
El fentanilo es un opioide hasta 100 veces más potente que la morfina y su consumo descontrolado ha causado una crisis de sobredosis en diversas ciudades de Estados Unidos. Documentales muestran los efectos devastadores de esta droga en zonas como Kensington en Filadelfia y Portland, donde los consumidores terminan en un estado de inmovilidad extrema, lo que ha generado el término “droga zombi”.
El general Santos Villalta confirmó que el mercado negro peruano ya muestra signos de demanda. “Sí, se consume, pero es mínimo. Generalmente, son las discotecas del sur, pero no es muy difundida esta droga”, afirmó. Sin embargo, la incautación masiva sugiere que existen redes operando en la clandestinidad.
De farmacias legales al narcotráfico
Las autoridades sospechan que el fentanilo incautado proviene de farmacias y almacenes del Estado. “El fentanilo lícitamente es consumido a nivel hospitalario. Es un inductor de anestesia para cirugías mayores y también es un analgésico controlado”, explicó la doctora Trelles. Sin embargo, el descontrol en el manejo de estas sustancias podría estar facilitando su desvío hacia redes ilegales.
En el mercado negro, el precio de una ampolla de fentanilo alcanza los 120 soles, mientras que en farmacias del Ministerio de Salud su costo no supera los dos soles bajo receta médica. “El precio de un kilo de fentanilo sólido en polvo fluctúa entre 13 mil y 15 mil dólares en frontera de Estados Unidos, llegando hasta 27 mil dólares en Canadá”, detalló un oficial de la Dirandro.
El fentanilo encontrado en Javier Prado estaba en estado líquido, pero los traficantes suelen convertirlo en polvo para facilitar su distribución y consumo. “El fentanilo está diluido a una concentración de los 0.5 miligramos en diez mililitros. Para su comercialización, los traficantes deben evaporar la sustancia diluyente hasta obtener un polvillo blanco”, explicó la doctora Trelles.
Esta conversión aumenta los riesgos, pues la manipulación inadecuada del fentanilo puede provocar intoxicaciones fatales, incluso por contacto con la piel. “Su dosis letal es de dos miligramos. Con las 6 mil ampollas incautadas, en teoría, podrían haber muerto 1 mil 500 personas”, advirtió la especialista.
El destino de la mercadería fuera del país
Según la investigación policial, el cargamento decomisado estaba destinado principalmente a Estados Unidos, donde el fentanilo ha causado miles de muertes por sobredosis. “Esta organización criminal pretendía enviar un lote a los Estados Unidos y otra parte a Holanda”, confirmó el capitán de la Dirandro.
El operativo reveló una preocupante realidad: el narcotráfico peruano está diversificándose con sustancias sintéticas altamente letales. El fentanilo, hasta hace poco ajeno a las redes del crimen organizado en el país, ya forma parte de un negocio que mueve millones y representa un peligro latente para la salud pública.