Culiacán sigue siendo escenario de una guerra interna en el Cártel de Sinaloa. (Anayeli Tapia/Infobae)

El conflicto que hoy azota al estado de Sinaloa ha sumido a la ciudad en una de las peores crisis de seguridad de su historia reciente. Desde el pasado 9 de septiembre de 2024, Culiacán y municipios aledaños han sido escenario de enfrentamientos constantes entre dos de las facciones del Cártel de Sinaloa encabezadas por Ismael Zambada Sicairos, conocido como El Mayito Flaco, e Iván Archivaldo Guzmán, líder de Los Chapitos.

Sin embargo, de acuerdo con datos de Illicit Investigations, una red de periodistas que abordan temas como seguridad y narcotráfico, han revelado que poco antes de que iniciara la guerra se convocó a un cónclave del narco.

Según el medio antes citado, El Mayito Flaco, quien había tomado el liderazgo de la facción de su padre, Ismael “El Mayo” Zambada, convocó a una reunión clave a su homólogo, el hijo de El Chapo Guzmán, a una reunión en el rancho Oso Viejo, a las afueras de Culiacán.

La cita se propuso en medio de un ambiente de creciente tensión, luego de la captura de El Mayo Zambada, quien presuntamente fue secuestrado y llevado a la fuerza a Estados Unidos por Joaquín Guzmán López, hermano menor de Iván Archivaldo, quien también fue arrestado.

El Mayito Flaco convocó a Iván Archivaldo Guzmán en un intento por evitar la guerra en Culiacán, según Illicit Investigations.
(Anayeli Tapia/Infobae)

El Mayito Flaco, consciente del poder que Los Chapitos habían acumulado en Culiacán, donde controlaban las principales rutas de tráfico hacia Sonora y Baja California, intentó una jugada estratégica para evitar una confrontación directa.

El líder de La Mayiza habría propuesto la repartición del territorio, donde la facción de los Zambada pudiera hacerse con zonas clave del grupo criminal, particularmente en áreas rurales de Sinaloa y Durango, y continuar expandiéndose hacia Zacatecas. Este reparto obligaría a Los Chapitos a ceder una parte de su control en Culiacán, permitiendo que El Mayito Flaco consolidara su dominio.

Sin embargo, la oferta de paz quedó en el aire pues, según Illicit Investigations, Iván Archivaldo Guzmán no se presentó a la reunión. Este desaire fue tomado como una declaración de guerra por parte de la facción de El Mayito Flaco.

El inicio de la guerra

La ausencia de Iván Archivaldo llevó a El Mayito Flaco a ordenar a su jefe de seguridad, apodado como El Comanche, a atacar a los hombres de Los Chapitos en diversos puntos de la ciudad.

Alfredo Guzmán e Iván Archivaldo no asistieron a la reunión. (Infobae).

El lunes 9 de septiembre comenzó una serie de enfrentamientos que dejaron un rastro de destrucción en Culiacán. Los sicarios del Mayito Flaco arremetieron contra miembros de La Chapiza, en una ofensiva que buscaba retomar el control de las zonas clave. Elementos del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional intentaron frenar los ataques, pero se encontraron superados tanto en número como en armamento.

A pesar de la intervención de las fuerzas de seguridad, El Comanche dejó claro a través de radio comunicaciones que la guerra no era contra el gobierno, sino contra Los Chapitos, según audios compartidos en redes sociales.

Los combates no cesaron en los días siguientes, y las calles de Culiacán se convirtieron en un campo de batalla. Comercios cerraron, las escuelas suspendieron actividades, y la población civil se resguardó en sus casas.

Los aliados

El Mayito Flaco, determinado a ganar la guerra por el control de Sinaloa, reunió a sus principales aliados en una segunda junta estratégica. En un rancho en El Salado, Sinaloa, se congregaron figuras clave del bajo mundo, entre ellos Fausto Isidro Meza Flores, conocido como El Chapo Isidro, líder del Cártel de los Beltrán Leyva, y uno de los hombres más poderosos de la región.

La alianza entre El Mayito Flaco y El Chapo Isidro significó un golpe para Los Chapitos, ya que este último es conocido por su capacidad militar y sus recursos.

 los enfrentamientos entre las facciones de El Mayo Zambada y El Chapo Guzmán estallaron tras el desaire de Iván Archivaldo.. Imagen:
Infobae

A esta reunión también asistieron sicarios y operadores de peso, como Juan José Ponce Félix, alias El Ruso, desde Mexicali, y René Arzate García, alias La Rana, desde Tijuana, quienes ofrecieron su apoyo al Mayito Flaco en la guerra contra Los Chapitos.

La estrategia del Mayito Flaco no solo buscaba retomar el control de Culiacán, sino también expandirse a otros territorios clave, incluidos los municipios rurales que conectaban con Mazatlán y el Triángulo Dorado.

Por su parte, Iván Archivaldo no se quedó atrás, contando con el respaldo de una serie de grupos armados leales, entre ellos Los Chimales, Los del 40, y Los Cascos, todos operadores de confianza de la familia Guzmán.

Aunque muchos han señalado que El Guano se mantiene neutral o que incluso apoya a la facción de Los Zambada, Illicit Investigations sostiene que a pesar de las tensiones previas, su tío Aureliano Guzmán Loera, alias El Guano, decidió apoyar a sus sobrinos en la guerra. Aunque El Guano no tiene el mismo poder en Culiacán, controla una vasta región de la Sierra Madre Occidental.

Hasta el día de hoy, Culiacán y los municipios que la rodean siguen atrapados entre el fuego cruzado de dos de las facciones del Cártel de Sinaloa sin un final claro a la vista.