Un triunfo que renueva las esperanzas, un éxito que puede tomarse como un pequeño guiño del destino: en dos de las tres coronas que logró Mariano Werner en Turismo Carretera, el piloto paranaense firmó victorias en el circuito de San Nicolás. Se trepó a la cima del podio en 2020 y 2021; repitió en 2024 el festejo, que armó a partir de una maniobra magnífica de superación sobre Agustín Canapino (Chevrolet Camaro) en la serie clasificatoria y remató con el infortunio que sufrió Lautaro de la Iglesia (Dodge Challenger), que abandonó a falta de dos giros, mientras era puntero, por un problema de transmisión.

Con dos fechas por delante en el calendario, Toay y La Plata, el entrerriano tricampeón recortó a 6,5 puntos la brecha con el líder de la Copa de Oro, Julián Santero (Ford Mustang); el mendocino minimizó daños luego de un incidente en la manga con Diego Ciantini (Chevrolet Camaro) y se sostuvo al frente de la tabla, aunque cedió un colchón de 28 unidades en la carrera por el título. Un desenlace abierto, con dos representantes de la marca del Óvalo enseñando el camino y un par de defensores de Chevrolet, Santiago Mangoni y Valentín Aguirre, a la expectativa, para dar el golpe y ceñirse la corona.

En Toay, Mariano Werner sumó su primer triunfo del año y el primero del modelo Ford Mustang en la historia del Turismo Carretera; el escenario pampeano, la próxima estación de la categoría

Diez veces se corrió el TC en San Nicolás, que fue el circuito que en 2020 se ofreció para que la categoría reiniciara la marcha en medio de la pandemia mundial de Covid-19. En aquel regreso se impuso Nicolás Trosset (Dodge), que registró en esta fecha la pole, pero que debió abandonar por la rotura del motor del Ford Mustang.

El arrecifeño estaba posicionado cuarto en el clasificador y obtenía una de las plazas de los Tres de Último Minuto, el sistema que entrega chances en la última fecha a batallar por el título a tres pilotos que no se clasificaron para la Copa de Oro, el mini torneo de cinco fechas que consagra al campeón, que cumplió la tercera en la 13a estación de la temporada. También a De la Iglesia, debutante este año en TC, la deserción le desdibujó la ilusión de afirmarse en esos puestos que actualmente ocupan Germán Todino (Ford Mustang), que completó el podio en San Nicolás; Jonatan Castellano (Dodge Challenger) y Marcos Landa (Torino NG), que a find e año se desvinculará del Trotta Competición.

Duelo histórico de marcas entre el Chevrolet Camaro, de Agustín Canapino, y el Ford Mustang, de Mariano Werner; el paranaense se impuso en la maniobra y con ella ganó la serie clasificatoria

De la decena de carreras en el autódromo que sirve de escenario para muestras internacionales del agro y que se estrenó en 2018, Werner conquistó tres triunfos y en una sola ocasión finalizó más allá del 10mo puesto en el clasificador en ese circuito. Dos años atrás se impuso en la pista, pero una decisión de los comisarios deportivos lo relegó a la segunda plaza, por detrás de Manu Urcera, que lo vencería en la pulseada por el campeonato. Nadie ganó más veces que Werner en San Nicolás y solamente Christian Ledesma (Chevrolet Camaro) es el piloto en actividad a tiempo completo que lo supera entre los más ganadores de la historia del TC: el marplatense, campeón en 2007, suma 26 triunfos contra los 25 del paranaense, que comparte con Matías Rossi el undécimo escalón general.

Lautaro De la Iglesia (Dodge Challenger) resistió los ataques de Mariano Werner (Ford Mustang) y se enfilaba para sellar su primer éxito en el TC; el neuquino rompió la transmisión y el paranaense heredó el triunfo

Los antecedentes empujaron al entrerriano a lanzar una frase que hizo realidad, después de 25 vueltas. “Vamos a darlo todo, hoy tengo una gran chance”, vaticinó después de doblegar a Canapino en la serie, tras una maniobra espectacular entre dos referentes del automovilismo nacional. El enredo entre Santero y Ciantini en la primera serie, maniobra que retrasó en la grilla de partida de la final a quienes arribaron primero y segundo en la Copa de Oro, era una ventana que Werner no desperdició para relanzarse en la pulseada por el título.

“Ganamos en el momento justo. La Copa de Oro son cinco carreras a matar o morir contra un candidato muy fuerte como Julián [Santero] y parecía mentira que la trepada era interminable. A Lautaro [De la Iglesia] lo corrí toda la carrera, pero no tenía más y necesitaba de un error suyo para pasarlo. Él hizo todo perfecto, el deporte es así, a veces te castiga de esa manera. Va a tener un millón de chances de ganar”, relató Werner, que apenas descendió del auto contó, al igual que el resto de los pilotos, con la asistencia médica para que no sufran un golpe de calor.

Un incidente en la serie con Diego Ciantini (Chevrolet Camaro) relegó a Julián Santero (Ford Mustang) en la grilla de la carrera final: el mendocino avanzó posiciones y se marchó de San Nicolás como puntero de la Copa de Oro

Al igual que en varias de las fechas del calendario, en el garaje estuvieron sus hijos Salvador y Rafael y su pareja, Micaela Varisco. Un sostén que acompaña a Werner desde hace casi 20 años, desde mucho antes de que el piloto debutara en el TC en 2008. “Me dijo que me iba a regalar la victoria por el Día de la Madre”, remarcó Micaela, en la transmisión oficial de TV, que le dijo Mariano antes de iniciarse la jornada. La promesa escondía un descuido: “No le había comprado nada, tenía que esmerarme en la pista”, confesó Werner, y juntos en familia caminaron abrazados rumbo al podio de premiación.

El 10 de noviembre, el TC retornará a Toay, donde se desarrolló la cuarta fecha de la temporada. El trazado pampeano, el escenario en el que Werner sumó el primer triunfo en el año y reescribió la historia de Ford, al señalar el primer éxito del modelo Mustang.