Una insólita huida ocurrió el lunes en la ciudad de Mar del Plata: un hombre que estaba presó, se escapó de su custodia policial luego de ser trasladado a un hospital para ser atendido por una fuerte dolencia en su oreja. Decía que se le había metido una cucaracha mientras dormía en su celda.

Carlos Saúl Leguizamón, de 34 años, estaba detenido en la Alcaldía de Tribunales a disposición del Juzgado de Garantías N°6 hasta hace 48 horas, cuando se escapó del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) ubicado en la calle Juan B. Justo de la ciudad marplatense, según informó el medio local La Capital.

Tras varios días de quejas sobre un fuerte dolor en el oído, las autoridades decidieron trasladarlo al mencionado centro médico para que fuera atendido por profesionales dado que Leguizamón insistía en que se le había metido una cucaracha.

Sin embargo, el joven que había sido detenido por personal de la comisaría cuarta, pero por quien no pesaba todavía un dictamen de prisión preventiva, esquivó a los agentes que lo custodiaban y se escapó a los pocos minutos de haber ingresado a la guardia.

Pese a que no trascendió el hecho por el cual fue detenido en primera instancia, se decidió agregarle a su carpeta la figura de “evasión”, y se inició una rápida búsqueda para hallarlo lo antes posible. A cargo de la investigación quedó el fiscal Alejandro Pellegrinelli, quien, además, deberá dilucidar si el escape se dio por negligencia o en complicidad con los agentes que lo custodiaban.

Cabe señalar, que Leguizamón estaba próximo a comparecer en Tribunales donde se iba dictaminar si debía seguir en prisión o si quedaba libre. Ahora, es intensamente buscado por la policía local para evitar que salga de la ciudad.

Otro escape de un hospital: esta vez, porque sus custodios se durmieron

El escape de Leguizamón, recordó a un sonado caso ocurrido en marzo de 2019 que terminó con tres agentes de la policía desafectados de la fuerza, cuando un preso se escapó del hospital porque se quedaron dormidos.

Nahuel Nicolás Medina, acusado de homicidio, estaba internado y encadenado en la habitación 108 del Hospital Simplemente Evita de la localidad de González Catán, del partido bonaerense de La Matanza, pero aun así logró fugarse luego de que los tres policías que estaban a su custodia se durmieron.

El preso estaba internado desde febrero en el Hospital Simplemente Evita de González Catán.

Medina aprovechó que una mujer policía que estaba de consigna a su cuidado se quedó dormida en una silla a su lado y aprovechó para robarle la llave del candado que lo liberó para la fuga. Otro de los policías que estaba en la puerta de la habitación también se quedó dormido cuando Medina salió de la zona de terapia intermedia del hospital, para escapar sin ser observado por la seguridad del lugar, ni tampoco por un tercer efectivo dormido dentro un patrullero.

Lo que se pudo conocer de la investigación es que el fugado estaba internado en ese hospital desde el 12 de febrero de ese año recuperándose de heridas sufridas al ser detenido el 1 de enero tras el homicidio de un vecino en un barrio de González Catán.

Tras la difusión del hecho, la Auditoría General de Asuntos Internos del ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires dispuso desafectar del servicio a los tres efectivos policiales.