Eli Sharabi y Ohad Ben Ami, liberados por Hamas el último fin de semana

Atados. Hambrientos. Heridos. Torturados. Estas son las condiciones en que siguen algunos rehenes retenidos en Gaza, de acuerdo con la información que sus familias dijeron haber recibido de funcionarios militares y de seguridad israelíes luego de que Hamas liberara el sábado a tres cautivos como parte de un acuerdo de alto al fuego.

El aspecto demacrado de los tres rehenes liberados en una ceremonia realizada en Gaza por Hamas el pasado fin de semana –Eli Sharabi, de 52 años, Or Levy, de 34, y Ohad Ben-Ami, de 56– y los detalles de su cautiverio han llevado a los familiares de los cautivos restantes a alertar sobre la urgente necesidad de continuar con el acuerdo de alto al fuego por fases. La urgencia surge luego de que el grupo militante dijera el lunes que pospondría indefinidamente la siguiente liberación de rehenes, prevista para el sábado, alegando violaciones israelíes del alto al fuego.

Antes de ser entregados el sábado a funcionarios de la Cruz Roja a cambio de 183 prisioneros palestinos, los rehenes, frágiles y terriblemente delgados, fueron exhibidos en un escenario ante una multitud en la ciudad de Deir al Balah, Gaza, cada uno de ellos sosteniendo un “certificado de liberación” emitido por Hamas, y se les hizo recitar palabras escritas para ellos, incluyendo un agradecimiento a los militantes que los retuvieron durante 16 meses.

Or Levy, rehén retenido en Gaza, es liberado por militantes de Hamas en el marco de un alto el fuego y un acuerdo de intercambio de rehenes y prisioneros entre Hamas e Israel (REUTERS/Hatem Khaled)

Un médico encargado de supervisar el tratamiento de dos de los rehenes israelíes liberados dijo posteriormente que se encontraban en mal estado. El tercero se encontraba en un “estado nutricional grave”, según un funcionario del hospital donde estaba siendo tratado.

Hamas ha dicho que trata a sus cautivos con benevolencia.

En las primeras fases del acuerdo de alto al fuego, el grupo armado palestino aceptó liberar a 25 rehenes vivos y los cadáveres de ocho de los que murieron a cambio de alrededor de 1500 prisioneros palestinos. Hasta ahora, se han llevado a cabo aproximadamente la mitad de esos intercambios.

Hamas denunció el sábado “el trato brutal de nuestros prisioneros” por parte de funcionarios israelíes. “Esto incluye continuas agresiones, torturas e indiferencia ante la edad o los problemas de salud graves que padecen muchos prisioneros”, dijo en un comunicado, destacando lo que afirmó que era la diferencia de trato entre los rehenes y los prisioneros.

Or Levy, Eli Sharabi y Ohad Ben Ami, rehenes retenidos en Gaza, son liberados (REUTERS/Hatem Khaled)

Idit Ohel, cuyo hijo Alon Ohel cumplió 24 años el lunes y pasaba su segundo cumpleaños cautivo en Gaza, afirmó a los periodistas en una rueda de prensa que se había enterado por fuentes militares que habían hablado con los rehenes liberados más recientemente de que su hijo estaba recibiendo muy poca comida y ninguna atención médica por numerosas lesiones, incluyendo una lesión ocular que lo dejó parcialmente ciego.

Alon Ohel, que fue capturado en el festival de música Nova durante el ataque dirigido por Hamas el 7 de octubre de 2023, ha permanecido atado durante gran parte del tiempo y ha sido torturado, según le informaron funcionarios militares israelíes, dijo ella. “No fue fácil oírlo”, dijo Ohel. “Debo decir que incluso me desmayé”.

“No creo que haya una madre en este mundo que siquiera podría dormir” sabiendo que su hijo está padeciendo semejante sufrimiento, añadió.

De manera similar, Sigi Cohen, madre de otro rehén, Eliya Cohen, que tenía 26 años cuando fue capturado, dijo por teléfono el lunes que se había enterado por las fuerzas de seguridad israelíes de que su hijo –quien recibió un disparo en la pierna durante el atentado de 2023 contra Israel– tampoco ha recibido tratamiento por sus heridas.

El rehén franco-israelí liberado, Ofer Kalderon, se reúne con su familia en el Centro Médico Sheba en Ramat Gan, Israel (Maayan Toaf/GPO/vía REUTERS)

Al parecer, su hijo casi no ve la luz del sol y ha estado atado durante la mayor parte de sus casi 500 días de cautiverio, añadió.

The New York Times no pudo confirmar la información de forma independiente. Un portavoz del ejército israelí, contactado por teléfono, declinó hacer comentarios el lunes, mencionando lo delicado del tema.

Los relatos de los rehenes recientemente liberados sobre lo que ellos y otros han tenido que soportar coinciden con los relatos de algunos de los otros cautivos liberados desde que entró en vigor la primera fase del acuerdo de alto al fuego el mes pasado.

Terroristas palestinos rodean a la rehén Arbel Yehoud antes de liberarla (REUTERS/Ramadan Abed)

Y Hagai Levine, que encabeza el equipo médico del Foro de Familiares de Rehenes, una organización que agrupa a varias entidades, dijo a los periodistas el lunes que los rehenes habían pasado “hambre” y soportado “tortura intencional”, y que muchos habían regresado a casa con infecciones que podrían representar un riesgo, además de daños emocionales.

“Los hallazgos son claros y sumamente alarmantes”, dijo. “Son sometidos a inanición deliberada y privación grave de agua” y “sufren abusos físicos y emocionales extremos”.

“Existe un peligro claro y presente para la vida de todos los rehenes”, añadió Levine. Dijo que cualquier retraso en la liberación de los rehenes “probablemente costará vidas”.

Los familiares de algunos de los recién liberados también han compartido detalles sobre la experiencia de los rehenes y el estado crítico en el que se encuentran ahora.

“Ayer nos devolvieron a mi hermano Or tras 491 días de infierno”, dijo Michael Levy el domingo en un comunicado. Su hermano había estado retenido en túneles de Hamas y regresó a Israel convertido en una sombra del hombre solía ser, afirmó su hermano.

“Lo abracé, pero no era el mismo Or que salió de casa el 7 de octubre”, dijo Levy, señalando que su hermano había vuelto en malas condiciones físicas y que había pasado 16 meses “hambriento, descalzo y con el temor constante” de que cada día pudiera ser el último.

Pero el “golpe más duro” llegó el sábado, dijo, cuando su hermano se enteró de que su esposa, Einav Levy, no había sobrevivido al atentado del festival de música Nova.

Los más recientes detalles sobre las condiciones en las que algunos de los rehenes fueron retenidos llegaron en un momento en que la frágil tregua parecía estar debilitándose.

Ofer Calderon, quien fue liberado a principios de este mes, afirmó el lunes en una declaración: “Estuve retenido en túneles sin ver la luz del día, no tuve acceso a los medios de comunicación, sufrí condiciones de hambre graves, pasé meses enteros sin ducharme ni recibir atención adecuada”.

Pidió que continuara el alto al fuego, y señaló que tras el primer acuerdo temporal de la guerra alcanzado entre Israel y Hamas, en noviembre de 2023, las condiciones durante su cautiverio y el de otros rehenes “se deterioraron gravemente y se volvieron brutales”.

“No debemos detener el acuerdo actual, debemos seguir trabajando para liberar a todos los rehenes”, dijo Calderon. “Hamas es un enemigo cruel que no dudará en hacer daño a los rehenes que quedan”.

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