La florista Irina Khasternova dio una de las charlas más concurridas, donde mostró cómo armar distintos ramos y cómo estos pueden convivir en una misma mesa. Acá, sus tendencias y consejos para no fallar en el intento.

Según Irina, realizar un enrejado de cinta sobre el florero permite que las ubiquemos de a poco, dando aire entre las ramas y flores, y jugando con las alturas.

1. Arreglos más abiertos

La idea es lograr movimiento y aire. “Que entre luz entre el florero, que pueda haber una flor más alta por un costado o por el otro. Para dar volumen y más altura”, aporta Irina. Esto se puede lograr usando un enrejado con cinta, e ir ubicando cada rama en uno de los cuadros.

2. Atención al corte

Para que el arreglo sea más orgánico, lo ideal es cortar las flores a distintas alturas. “Si mirás un cantero en la naturaleza, las alturas nunca son las mismas, la prolijidad no es una máxima. En los arreglos, buscamos lograr lo mismo. Que sea como un mar donde todo se mueve”, aporta la especialista.

Recipientes impensados pueden dar nueva vida a cualquier espacio. Para hacerlo, es ideal contar con un pincha flor.

3. Estar abierto a recipientes inesperados

“El recipiente es el 50% del éxito”, afirma la especialista. El recipiente potencia al arreglo, y debe acompañar en escala, color y estilo. Puede ser un posa torta, un frasco, una jarra… todo vale. También puede ser divertido que los envases tengan distintas alturas.

4. Más es más

Irina explica que la tendencia va en contra a tener un único ramo en la mesa, y sino disponer varios con distintos puntos de atención. En este sentido, conviene sumar arreglos más bajos, en recipientes pequeños, tal vez con armados tupidos y alguna florcita que se eleva con tallo alto, y así no molesta a los comensales.

Como explica la especialista, lo ideal es cortar las ramas de a una, retirar las hojas y disponer directo en el agua.

5. El color no es un tema

Irina explica que el ramo correcto es el que te gusta. Además, agrega que el verde no es relleno, sino un elemento en sí mismo que puede ser protagonista. Las flores pueden estar antes de brotar, o una hortensia puede usarse verde, para sumar personalidad.

6. Pensar a futuro

Combinar flores con pimpollos. Dejar que vaya cambiando con el tiempo. Cada día se puede sacar un ramo e ir renovando así el arreglo. “Pasa el momento y quizá la que era la estrella ya no lo es, y el ramo cambia por completo”. Pero contemplar que una flor es efímera, que tiene su momento y hay que disfrutarlo”.

Las flores que Irina trajo a la charla-taller, listas para ser usadas.

Trucos x Irina K

“Cada tanto, alejarse o ir a tomarse un café y volver. Es un truco para ver el ramo de otra manera, y descubrir hallazgos hallazgos o encontrar errores.”

“Cambiar el agua todos los días. Si se hace esto, no hace falta agregar lavandina ni nada parecido. Si es importante retirar las hojas para que ninguna toque el agua”.

“Si vamos a usar ramas del jardín, cortar las flores muy temprano, antes de las 8 o tarde cuando ya bajó el sol, y con un balde al lado para ubicar ahí las plantas inmediatamente”.

“Las flores del mercado tienen mutaciones, por eso no tienen la forma, las manchas, esos detalles que hacen única a la flor del propio jardín. Eso hace la belleza y la diferencia”.

Irina, apenas terminada su charla.