Una planta de energía térmica dañada por los recientes ataques de misiles rusos (REUTERS/Roman Baluk)

Los recientes ataques de Rusia contra la infraestructura eléctrica de Ucrania han aumentado la presión sobre el Ministerio de Energía ucraniano, acusado de no haber tomado medidas oportunas para proteger instalaciones clave cerca de sus plantas nucleares. Según informaron funcionarios actuales y ex funcionarios ucranianos a la agencia de noticias AP, pese a más de un año de advertencias, las autoridades no actuaron con la rapidez necesaria.

Desde el inicio de la guerra, los ataques rusos han dañado gravemente la red eléctrica de Ucrania, lo que ha llevado al país a depender en gran medida de la energía nuclear, que actualmente representa más de la mitad de su generación eléctrica. Un punto especialmente vulnerable son las subestaciones nucleares, ubicadas fuera de los perímetros de las plantas, esenciales para transmitir la electricidad de los reactores al resto del país.

“La infraestructura de transmisión de la energía nuclear es vital para el suministro de electricidad a hogares, escuelas y hospitales”, afirmó Marcy R. Fowler, directora de análisis de Open Nuclear Network, una organización estadounidense que trabaja en la reducción de riesgos nucleares. Agregó que “los ataques militares contra estas instalaciones tendrían consecuencias devastadoras para la vida civil y la estabilidad de la red energética”.

Solo en otoño pasado, después de que los servicios de inteligencia de Ucrania alertaran sobre posibles ataques rusos contra estas subestaciones, el gobierno comenzó a reforzar su protección, aunque para muchos analistas esta respuesta llegó demasiado tarde.

Un militar ruso monta guardia en un puesto de control cerca de la central nuclear de Zaporizhzhia antes de la llegada de la misión de expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) (REUTERS/Alexander Ermochenko)

Las recientes ofensivas rusas en noviembre y diciembre impactaron infraestructuras cercanas a las plantas nucleares, obligando a cinco de los nueve reactores en funcionamiento a reducir su producción. Aunque las subestaciones nucleares –ubicadas a aproximadamente un kilómetro de los reactores– no fueron alcanzadas, los ataques estuvieron peligrosamente cerca.

El Ministerio de Energía de Ucrania delegó la tarea de proteger estas instalaciones a empresas estatales y privadas. Se establecieron tres niveles de fortificación: sacos de arena, barricadas de cemento capaces de resistir drones y estructuras reforzadas con hierro y acero. Sin embargo, las subestaciones nucleares, bajo la administración de la empresa estatal Energoatom, no emitieron contratos para la construcción de las barreras de cemento hasta octubre de 2023.

Según documentos obtenidos por AP, la licitación para proteger las plantas nucleares de Khmelnytskyi y Mykolaiv comenzó en octubre, mientras que la correspondiente a la planta de Rivne no se lanzó hasta finales de noviembre. La finalización de las obras no se espera hasta 2026. En contraste, Ukrenergo, la empresa estatal que gestiona la transmisión eléctrica de los reactores a la red nacional, ya había completado el 90% de las fortificaciones en sus 43 sitios.

Advertencias ignoradas y consecuencias políticas

Una planta de energía térmica dañada por ataques de misiles rusos (REUTERS/Roman Baluk)

Funcionarios gubernamentales y ex funcionarios señalaron que las advertencias sobre la vulnerabilidad de las subestaciones nucleares fueron reiteradas en reuniones privadas y en correspondencia oficial enviada al Ministerio de Energía durante más de un año.

“Escribimos varias veces al Ministerio de Energía sobre este problema en los últimos 12 a 14 meses”, declaró Volodymyr Kudrytskyi, exdirector de Ukrenergo, quien fue destituido en septiembre. Su despido fue criticado como una decisión motivada políticamente para desviar la responsabilidad de las fallas en la protección de la infraestructura energética.

El ministro de Energía, Herman Haluschenko, ha rechazado las acusaciones, asegurando en una conferencia de prensa que la infraestructura estaba protegida y que las denuncias eran “una manipulación”. Sin embargo, evitó responder directamente si las subestaciones nucleares en particular habían sido fortificadas.

El Parlamento ucraniano discutirá próximamente una resolución que solicita la destitución de Haluschenko, no solo por los retrasos en la protección de infraestructuras críticas, sino también por denuncias de corrupción y falta de supervisión en el sector energético.

Preocupaciones internacionales y riesgo nuclear

Daños en un hospital psiquiátrico regional tras un ataque con cohetes en Kharkiv, noreste de Ucrania (EFE/EPA/GEORGE IVANCHENKO)

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha advertido en reiteradas ocasiones que los ataques a la infraestructura eléctrica ponen en riesgo la seguridad nuclear de Ucrania. En diciembre, tras un bombardeo que dañó subestaciones clave para la seguridad nuclear, el gobierno ucraniano convocó una sesión extraordinaria del OIEA.

El director del organismo, Rafael Grossi, confirmó en enero que misiones de inspección enviadas a las plantas de Khmelnytskyi, Rivne y Sur de Ucrania documentaron daños y vulnerabilidades en la red eléctrica. “Estos ataques afectan la estabilidad de la red y comprometen el suministro externo de energía, generando riesgos para la seguridad nuclear”, advirtió Grossi.

Ucrania había confiado en que la presencia del OIEA serviría como disuasión para evitar ataques rusos contra su infraestructura nuclear. Sin embargo, funcionarios ucranianos admiten que esta expectativa resultó ser un grave error de cálculo.

“¿Por qué no reaccionaron a tiempo?”, cuestionó Kudrytskyi sobre la falta de acción del Ministerio de Energía. “No tengo una respuesta para eso”.