A 55 días del primer gran premio del calendario, en Melbourne, Ferrari tendrá el lunes una jornada intensa en Maranello. Lewis Hamilton desembarcará por primera vez en la fábrica más emblemática de la Fórmula 1, el taller que no faltó a ninguna cita desde que en 1951 se puso en marcha el Gran Circo. El británico, siete veces campeón del mundo, con un contrato anual de 100 millones de dólares, tiene un nuevo desafío para una trayectoria brillante y bordada de récords: bocetar otro capítulo de gloria, tras escribir páginas de ensueño en McLaren y, en particular, con Mercedes. La meta de la octava estrella para convertirse en el piloto con más títulos de la historia, y superar a Michael Schumacher, que con el Cavallino Rampante festejó cinco de sus siete coronas, es un objetivo para quien desarrollará múltiples tareas e indagar acerca de los secretos de su flamante hogar: reuniones con los ingenieros para entender cómo trabaja el equipo; contactar a Riccardo Adami, que será su voz y ojos en el muro, un rol que cumplió con destreza Peter Bono Bonnington en las Flechas de Plata; interiorizarse de las bondades del simulador, esa herramienta de la que rehusó en el pasado; conocer en profundidad la pista de Fiorano, donde a partir del miércoles y dependiendo de las condiciones climáticas empezará a girar con el modelo de 2022, la F1-75… La nueva aventura para el Caballero Rojo está en marcha.
El anuncio del pase de Hamilton a Ferrari, en febrero del año pasado, revolucionó al automovilismo mundial. Una vida ligada a Mercedes, porque los seis primeros años en la F.1, en McLaren, la motorización era de la escuadra de Brackley, llegaba a un abrupto desenlace. Sin respuestas en los tres últimos calendarios –el campeonato lo descubrió sexto, en 2022; tercero, en 2023 y séptimo, el año pasado-, decidió escuchar la voz de Frédéric Vasseur, el jefe de Ferrari con el que trabajó en el pasado, antes de estrenarse en el Gran Circo. Encarar el reto, a los 40 años, es una señal de la competitividad y la búsqueda de la excelencia para quien ostenta la mayor cantidad de victorias y pole positions en la categoría.
El contrato con Mercedes terminó el 31 de diciembre y, veinte días después, Hamilton acelerará el corazón de los tifosi, que extrañan los años dorados con Schumacher y observan cómo el paso del tiempo quitó a los pilotos de la Scuderia del centro de la escena. Kimi Raikkonen, en 2007, fue el último en llevar a la cima a Ferrari. Luego festejó McLaren –la primera corona de Hamilton, en 2008-, el sorpresivo título de Brawn GP, con Jenson Button, y el dominio absoluto que ejercieron Red Bull Racing y Mercedes, que se repartieron los últimos 15 campeonatos. Resultó la etapa de esplendor de Hamilton, vencedor en seis oportunidades. Un ciclo que difícilmente el británico vuelva a recrear, aunque la aventura habrá valido la pena con solo devolverle el brillo perdido a Ferrari y celebrar una nueva conquista.
Un programa intenso para la primera semana. De la presentación a las conversaciones con el personal técnico, porque la intención es que en 48 horas el piloto empiece a girar en Fiorano. La comunicación con Adami será esencial. El ingeniero italiano se inició en Toro Rosso, donde trabajó con Vettel: juntos arribaron a la Scuderia en 2015 y siguieron ligados. En los últimos años se desempeñó con el español Carlos Sainz Jr., que debió buscarse un nuevo horizonte ante la contratación de Hamilton: Williams es su nuevo cobijo.
La intención de que Bonnington y Andrew Shovlin, director de operaciones en pista, lo acompañarán desde Mercedes quedó trunca por la cláusula –”non poaching clause”- que en 2023 el piloto acordó con la escudería de Brackley, que impide la salida unilateral de empleados jerárquicos para acompañar a un superior que decide marcharse a la competencia.
Poco aficionado al simulador, un elemento que naturalizan los pilotos de las nuevas generaciones, el británico ensayará algunas horas con la herramienta tecnológica con la que se preparan las futuras estrellas. “Apenas pruebo el simulador, quizás haga 20 vueltas al año. No estoy interesado. Solía hacer track walks [recorrido a pie de la pista, junto a los ingenieros] cuando era joven, pero descubrí que eso era inútil para mí. Todo es muy diferente cuando lo haces a alta velocidad. Sentí que eso es perder energía y el método de imaginarme el circuito en mi cabeza tampoco funciona. Seb [por Vettel] lo hacía, pero conmigo no valía la pena”, comentó en 2021, cuando Mercedes ejecutó tareas ante el avance de Red Bull Racing, que finalmente vencería en el Mundial de Pilotos con Max Verstappen, fanático de las SimRacing.
Duodécimo piloto británico en manejar para Ferrari, intentará ser el tercero en ceñirse una corona con la Scuderia. El primero en pilotar y ser campeón resultó Mike Hawthorn, que tuvo dos ciclos: se estrenó en 1953 y se marchó en 1956 para volver en el siguiente curso y sellar la conquista en 1958, su última temporada en la F.1; en 1963 se unió John Surtees, que se consagró en 1964, con dos victorias y otros cuatro podios en la temporada de diez grandes premios. Peter Collins, Tony Brooks, Nigel Mansell y Eddie Irvine sumaron triunfos, aunque no fueron campeones. El último en enfundarse en el buzo rojo fue el juvenil Oliver Bearman, que lo hizo de apuro el año pasado ante la intervención quirúrgica, por una apendicitis, a la que se sometió de urgencia Sainz Jr. en el hospital King Fahad Armed Forces de Yedá, en Arabia Saudita.
El primer contacto con la pista será el miércoles, en Fiorano, aunque dependiendo de las condiciones de clima. Ferrari, además del circuito privado construido en Maranello, sobre la Vía Gilles Villeneuve, reservó el autódromo de Barcelona, en Montmeló, donde se espera una mejor temperatura. El pedido fue para operar durante varios días para exprimir la ventana: la intención es que Hamilton complete los 1000 kilómetros permitidos en las pruebas TPC [Testing of Previous Car], que son supervisadas por la Federación Internacional del Automóvil y que en 2025 estarán limitadas a 20 jornadas. Hamilton empleará el modelo F1-75, con la que Charles Leclerc y Sainz Jr. terminaron segundos en el Mundial de Constructores. El británico encara desde este lunes el desafío de la octava estrella y la aventura de devolverle la gloria a Ferrari.