Una veintena de personas se concentra frente a la Iglesia de Santa Marina la Real de León en la que se ha oficiado una misa por Franco, a 20 de noviembre de 2024. (Europa Press)

Ayer se celebraron en todo el país decenas de “actos contrarios a la memoria”. Así se denominan las misas en honor al dictador Francisco Franco y al Fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, que tuvieron lugar en distintas iglesias de todo el país por el aniversario de la muerte (en 1975 y 1936, respectivamente) de las dos grandes figuras de la dictadura que asoló al país durante 40 años.

“Cincuenta años después, somos muchos los españoles que unimos nuestras plegarias. Por él [Francisco Franco] y por José Antonio Primo de Ribera [sic], injustamente ejecutado tras un juicio sin garantías (…) Sirva pues este recordatorio para pedir a todos sin distinción de credo, que unan a las nuestras sus plegarias”, expresa en su página web la Fundación Nacional Francisco Franco, que pronto será ilegalizada, que animaba a los españoles unirse a la veintena de misas que se celebraban en varias ciudades de toda España.

Los anuncios de dichas celebraciones llevaban más de una semana circulando y las asociaciones memorialistas pidiendo a las autoridades que hiciera algo al respecto, amparándose en la Ley de Memoria Democrática que lleva dos años vigente. En Lorca (Murcia), la asociación Archivo, Guerra Civil y Exilio (AGE) denunciaba ante la Delegación del Gobierno de la región el anuncio de una misa en honor al fundador de Falange, que finalmente se celebró sin ningún tipo de impedimento. Por su parte, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) registraba unas horas antes de los actos un escrito para el Gobierno en el que exigía “medidas sancionadoras contundentes a la iglesia católica” por permitir.

Para Emilio Silva, presidente de la ARMH y nieto de un desaparecido, “el enaltecimiento de un dictador que orquestó el asesinato, la desaparición y el sufrimiento de cientos de miles de civiles es extremadamente grave y la respuesta del Gobierno debe ser proporcional”. “Si alguien hiciera algo similar con un terrorista, la misa sería prohibida y los responsables serían juzgados y sancionados. Hay que acabar con esa doble moral que trata el sufrimiento de las víctimas del franquismo como si fueran de tercera clase”, añade.

“Actos contrarios a la memoria”, que no delitos

La ley es clara. Se considerarán “actos contrarios a la memoria democrática” aquellos que, entre otros, “supongan exaltación personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra o de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial”. Lo recoge el artículo 38 de la Ley de Memoria Democrática, que también establece que “si en la celebración de un acto público de esa naturaleza se advirtieran hechos que pudieran ser constitutivos de delito, las autoridades competentes pondrán los mismos en conocimiento del Ministerio Fiscal”. ¿Esto qué significa? Que la ley que se aprobó expresamente con el objetivo del Gobierno de honrar y defender la memoria de las víctimas no cumple con la misión anunciada en este aspecto.

Los “actos contrarios a la memoria democrática” no son delitos por definición ni están penados, de manera que solo si en el desarrollo de uno de ellos se incurre en algún tipo de infracción, “las autoridades competentes”, que no quedan definidas, deberían encargarse de presentarlo ante la Justicia. “Todo esto lo hacen a posteriori. Esperan a ver cómo es el acto y luego deben medir con un metro a ver si es muy fascista o poco fascista”, denuncia Silva en conversación con Infobae España, donde asegura que dos años después de la aprobación de la Ley de Memoria solo ha habido una sanción a un acto de la Falange. “Parece que no hay mucha voluntad de sancionarlas”, apostilla.

“Si la voluntad del legislador hubiera sido prohibir ese tipo de actos, cuando redactaron la ley hubieran declarado que son un delito, como la apología del terrorismo, por ejemplo. Pero en cuestión de memoria, no consideran los actos contra las víctimas porque el legislador no ha querido llevárselo al Código Penal y no ha querido tratarlo como un delito”, denuncia.

El ‘Cara al Sol’ frente a la iglesia

En León, frente a la Iglesia de Santa Marina la Real, se congregaron decenas de personas para mostrar su rechazo ante la misa dedicada al dictador que se estaba celebrando en el interior del templo. Allí, conforme recoge Europa Press, se ha entonado el ‘Cara al Sol’, el himno de Falange, y tras esto, se han lanzado vítores a Franco, a Primo de Rivera y a “los caídos por Dios y por España”. Solo queda esperar si el Ejecutivo o las “autoridades competentes” consideran un que se trate de un delito o de un simple acto contra la memoria de un país en el que murieron miles de personas.