En enero de este año, el jefe porteño Jorge Macri anunció el cambio de foco del Ministerio de Infraestructura, a cargo de Pablo Bereciartúa, hacia la movilidad en la Ciudad. Esto implica la puesta en acción de varias obras y medidas para generar un traslado “más rápido, más seguro y más cómodo”, en el contexto de lo que se dio a llamar el Sistema Integrado de Movilidad Urbana.

Se trata, específicamente, de un ordenamiento del tránsito, que comenzó, por ejemplo, agregando un carril en la avenida Figueroa Alcorta para aumentar la capacidad. También acomodando el ancho en otras arterias de CABA que tenían medidas irregulares, como la avenida San Juan. Las intervenciones en este aspecto fueron varias, como pintar y adecuar los estacionamientos medidos en las inmediaciones hospitalarias —que en algunos casos ya empezaron a ser pagos— y en zonas de alta congestión, como Núñez, Belgrano y Caballito.

El Ministerio de Infraestructura aunció que antes de que termine marzo comenzarán a trabajar sobre la avenida Independencia

Ahora, en este mismo sentido, en Infraestructura están priorizando nuevas obras sobre muchas avenidas de la zona sur porteña. Por ahora serán 16, con calles y veredas, que van a readecuarse a través de una nueva demarcación de espacios, pero también ensanchando veredas, agregando iluminación y más. Serán trabajos que, dependiendo de la magnitud y la arteria en que se lleven a cabo, durarán desde cinco a 12 meses una vez comiencen.

Las obras se harán por tramos. En avenida Independencia, entre Jujuy y La Plata, arrancarán antes de que termine marzo: entre otras cosas, van a incorporar 160 luminarias peatonales nuevas y a beneficiar a alrededor de 200 comercios. Se espera que se termine en noviembre. Las otras que están planeadas para este año son avenida Caseros, Fernández de la Cruz, Pérez Galdós y Martín García.

En lo que se piensa como una segunda etapa del proyecto, las avenidas Directorio y San Juan ya fueron a concurso con la Sociedad Central de Arquitectos (SCA), y lo mismo sucederá próximamente con Boedo y Sáenz. El resto: Almirante Brown, Asamblea, Combatientes de Malvinas, Osvaldo Cruz, Fagnano, Montes de Oca y Suárez. Aunque originalmente Nazca entraba en el proyecto, voceros de Infraestructura aclararon que finalmente no se trabajará sobre esta arteria.

¿Qué harán?

La descripción del proyecto destaca que las avenidas de la Ciudad “actúan como focos de actividad económica y social de sus barrios”, y que algunas perdieron “el atractivo a lo largo del tiempo”. Con esto en mente, se busca “valorizar la impronta simbólica, paisajística y ambiental”. Por eso, los aspectos que el Gobierno busca modificar son varios, y aunque el punto clave es mejorar el tránsito, como sostuvieron fuentes de esa cartera, la decisión también mira hacia lo comercial y lo climático.

“La idea es hacer lo que se hizo hace muchos años con la avenida Caseros [2006] y con Patricios [2010], que estaban muy deterioradas, y con un poco de obra cambió para siempre. Ahora ves Caseros y, gracias a ese boulevard, tiene un súper polo gastronómico. Lo mismo con Patricios, que antes tenía muchos desniveles, cada calle era distinta, no había uniformidad. Y con eso se potencia la zona, crece el espacio público, el valor del metro cuadrado. Pero son intervenciones principalmente de tránsito”, detallaron las mismas fuentes.

Algunas de las intervenciones en las avenidas del sur de la Ciudad implican ensanchar cruces peatonales, plantar más árboles y colocar nueva luminaria

Los lineamientos del proyecto actual miran tanto la movilidad vehicular como la peatonal, la higiene, iluminación y arbolado. Para esto se identificaron los principales problemas sobre dichas arterias. Así determinaron que las avenidas actúan como islas de calor cuando la temperatura del suelo alcanza los 42°. Esto impulsó la creación de bulevares, entre una mano y la otra, para generar más espacio verde y ampliar el lugar destinado a los árboles.

Paradas y contenedores

En cuanto al tránsito, identificaron el mal funcionamiento en los lugares de carga y descarga, paradas de colectivos y contenedores de basura en la calzada. Estos últimos van a reubicarse en sitios que destinarán específicamente en las esquinas, a partir de una coordinación entre Infraestructura y el Ministerio de Espacio Público. “Se suben a la vereda porque, generalmente, cuando están en la calle terminan sacando un carril de circulación, porque la gente estaciona atrás y adelante”, agregaron.

También se centrarán en la demarcación horizontal, es decir, “la pintura sobre la calle”, para mejorar aspectos como estacionamientos exclusivos y paradas de transporte público. “El principal tema de esto es mejorar el tránsito, y para eso es clave la demarcación horizontal”, remarcaron.

Las obras sobre avenida Independencia incorporará 160 luminarias peatonales nuevas y beneficiará a alrededor de 200 comercios

Además de la demarcación en calles, las intervenciones sobre las veredas implicarán, a su vez, modificar las esquinas, a partir de la incorporación de canteros, bancos y una mejora en la accesibilidad, todo en vistas de que esto genere “cruces más seguros”. Los bulevares estarán parquizados con árboles grandes y tendrán barandas “anti-cruce indebido”.

Son cambios que, como se explicó, además de ordenar el tránsito buscan aumentar en las zonas seleccionadas —con criterios que fueron desde la densidad de empleos hasta la necesidad de mejorar el espacio público— la cantidad y la ocupación de locales, así como la generación de trabajo y la valorización comercial en los alrededores.