GINEBRA.- Más de un millón de personas, en su mayoría chicos, han sido desplazadas en Haití a raíz de la violencia de las pandillas, informó el martes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), una agencia de la ONU.
El recuento de 1,04 millones de desplazados hecho público por la agencia representa un aumento del triple desde diciembre de 2023. Nunca antes hubo tantas personas desplazadas por la violencia en el país, según los datos de la ONU.
“En diciembre 2023, registramos alrededor de 315.000 personas desplazadas a causa de la violencia. Un año más tarde, esta cifra se triplicó para alcanzar más de un millón de personas desplazadas a raíz de la violencia de las pandillas”, declaró el portavoz de la OIM, Kennedy Okoth Omondi, en una conferencia de prensa.
Los datos revelan precisamente 1.041.000 de personas desplazadas, de los cuales más de la mitad son menores. “Esta cifra es realmente preocupante”, indicó el portavoz.
La mayoría de las personas ha sido desplazadas varias veces.
Profunda inestabilidad
“Haití necesita asistencia humanitaria sostenida en este momento para salvar y proteger vidas”, dijo la directora general de la OIM, Amy Pope, en un comunicado enviado a los periodistas. “Tenemos que trabajar juntos para enfrentar las causas profundas de la violencia y la inestabilidad que han provocado tantas muertes y daños. Los haitianos merecen un futuro”, agregó.
Solo en Puerto Príncipe, la capital del país, los desplazamientos fueron el doble que el año pasado, con un aumento del 87%, “agravados por la violencia incesante de las pandillas, el colapso de los servicios esenciales -en particular el sistema sanitario- y el deterioro de la inseguridad alimentaria”, indicó la OIM en el comunicado.
La mayoría de los haitianos desplazados dependen de comunidades de acogida ya desbordadas para encontrar refugio, incluidos amigos, familiares y personas conocidas. Quienes no cuentan con esta red de apoyo se la ingenian en lugares improvisados. Según Omondi, los refugios se están agotando y muchos de los desplazados tienen dificultades para obtener servicios básicos como alimentos y agua.
Esta crisis fue agravada por los 200.000 haitianos que fueron deportados a su país el año pasado, la mayoría de ellos desde la colindante República Dominicana, añadió la OIM. “Lo que realmente ha empeorado la situación es el hecho de que una y otra vez seguimos viendo deportaciones a Haití, donde las comunidades ya están luchando básicamente por sobrevivir”, afirmó el portavoz.
Como una de las naciones más pobres del Caribe, Haití se enfrenta a la violencia endémica de las bandas armadas y a la inestabilidad política.
Los últimos meses han sido testigos de una intensificación del conflicto que se desarrolla desde el pasado febrero en las calles de Puerto Principe, cuando varios jefes criminales unieron fuerzas para lanzar una rebelión coordinada contra el gobierno.
La violencia de las pandillas, que según la ONU controlan el 85% de la capital, no se redujo tampoco tras la llegada en junio de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS) de la ONU. La misión internacional aprobada el año pasado, encargada de restablecer el orden, sólo ha desplegado hasta ahora una pequeña parte de sus efectivos, aunque este mes llegaron dos contingentes de soldados guatemaltecos para reforzar las fuerzas de la misión.
Agencias AFP y Reuters