Miami (EE.UU.), 23 oct (EFE).- Los cuatro tripulantes de la octava misión espacial comercial de la NASA y SpaceX partieron este miércoles rumbo a la Tierra desde la Estación Espacial Internacional (EEI) tras permanecer siete meses en ese laboratorio orbital.

La nave espacial se separó este miércoles de la EEI pasadas las 17:05 hora del este de Estados Unidos (21:05 GMT) y tiene programado amerizar el próximo viernes a las 3:29 (7.29 GMT) en una de las múltiples zonas disponibles frente a la costa de Florida.

Los cuatro viajeros, los astronautas de la NASA Matthew Dominick, Michael Barratt y Jeanette Epps, y el cosmonauta de Roscosmos Alexander Grebenkin, estuvieron a bordo de la estación espacial desde marzo pasado.

Después de dos semanas de retrasos debido a las condiciones meteorológicas adversas, la cápsula Dragon se despegó de la EEI, mientras ambas naves espaciales volaban a 418 kilómetros (260 millas) sobre el Océano Pacífico.

Esta misión recibió el pasado 29 de septiembre el relevo, la Crew-9, que en esta ocasión llevó solo a dos viajeros, el astronauta de la NASA Nick Hague y el cosmonauta de la agencia rusa Roscosmos Aleksandr Gorbunov, para dejar puestos libres para el regreso de los dos astronautas de la Starliner de Boeing.

La Crew-9 traerá de vuelta a la Tierra en febrero próximo a Barry 'Butch' Wilmore y Sunita 'Suni' Williams, los dos astronautas 'atrapados' en la estación orbital de la primera misión tripulada de Boeing, la cual presentó fallos.

Wilmore y Williams iban a pasar poco más de una semana en la EEI, adonde llegaron en junio pasado; pero, tras problemas técnicos del aparato que no pudieron resolverse, la NASA decidió que se quedaran en la EEI hasta que regrese la Dragon en febrero de 2025.

Estos vuelos comerciales se iniciaron en 2020 y han permitido a Estados Unidos volver a enviar astronautas desde suelo estadounidense tras la cancelación en 2011 del programa de transbordadores espaciales.

Desde el último vuelo del transbordador Atlantis a la órbita terrestre en 2011, la NASA se había visto obligada a utilizar únicamente los sistemas de lanzamiento rusos como el Soyuz para poner en órbita a sus astronautas.