Bolsonaro, Jair (1955- )BrazilPolitics and GovernmentCoups D’Etat and Attempted Coups D’EtatRumors and MisinformationElections
Las autoridades dijeron que el expresidente Jair Bolsonaro organizó un plan para impedir que el presidente Lula da Silva asumiera el cargo en enero de 2023.
Las autoridades brasileñas anunciaron el jueves que recomendaban presentar cargos penales contra el expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro por su papel un complot para aferrarse al poder tras perder las elecciones presidenciales de 2022.
Las acusaciones intensifican los problemas legales de Bolsonaro y revelan el alcance de lo que las autoridades han denominado un intento organizado de subvertir la democracia brasileña. Bolsonaro perdió por un margen estrecho frente al actual presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, de izquierda, pero afirmó que las elecciones habían sido fraudulentas.
La policía federal de Brasil instó a los fiscales a acusar a Bolsonaro y a otras tres decenas de personas, incluidos miembros de su círculo cercano, por los delitos de «abolición violenta del estado democrático de derecho, golpe de Estado y organización criminal».
La policía no dio ninguna información específica sobre las acciones de Bolsonaro que originaron a sus recomendaciones.
El anuncio se hace dos días después de que cuatro miembros de una unidad militar de élite, entre ellos un antiguo ayudante de alto rango de Bolsonaro, fueron detenidos y acusados de planear asesinar a Lula da Silva poco antes de que asumiera el cargo en enero de 2023.
La policía ya ha recomendado cargos penales contra Bolsonaro en dos casos distintos: un intento de falsificar sus registros de vacunación contra la covid y un complot para vender joyas que recibió como regalos de dirigentes extranjeros mientras ocupaba el cargo.
Los fiscales federales decidirán ahora si presentan cargos en alguno de estos casos. Si lo hacen, será la primera vez que Bolsonaro se enfrente a cargos penales.
Las autoridades dijeron que Bolsonaro, con la ayuda de decenas de ayudantes cercanos, ministros y líderes militares, había orquestado un plan para revertir los resultados de las elecciones e impedir que su oponente, Lula da Silva, asumiera el cargo en enero de 2023.
Los abogados de Bolsonaro no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios. Bolsonaro ha negado reiteradamente haber cometido algún delito y ha calificado la investigación de persecución política.
Aunque la policía de Brasil puede hacer recomendaciones sobre procesos penales, no tiene poder para acusar formalmente a Bolsonaro. El fiscal general del país, Paulo Gonet, ahora debe decidir si presenta cargos contra Bolsonaro y lo obliga a comparecer ante el Supremo Tribunal Federal.
Más de un año antes de las elecciones brasileñas de 2022, Bolsonaro empezó a generar dudas infundadas sobre la seguridad de las máquinas de votación del país y advirtió que solo podría ser derrotado si estaban amañadas a favor de su oponente.
Cuando Bolsonaro perdió la votación de manera reñida, se negó a conceder su derrota formalmente. Sus partidarios no tardaron en acampar frente al cuartel general y pedían a los militares que anularan unas elecciones que, según ellos, le habían robado a Bolsonaro.
Luego, en un episodio que recordó al ataque al Capitolio estadounidense, invadieron y destrozaron el Congreso, el Supremo Tribunal y las oficinas presidenciales de Brasil pocos días después de que Lula asumiera el cargo, con la esperanza de provocar una intervención militar.
El episodio inquietó a muchas personas en Brasil, un país gobernado por una brutal dictadura militar que se prolongó de 1964 a 1985.
En junio, el Tribunal Superior Electoral de Brasil prohibió a Bolsonaro postularse a unas elecciones hasta 2030, por considerar que había violado la ley al convocar a diplomáticos al palacio presidencial y afirmar sin fundamento que los sistemas de votación del país estaban probablemente amañados en su contra.
Paulo Motoryn colaboró con la reportería desde Brasilia.
Paulo Motoryn colaboró con la reportería desde Brasilia.