La OTAN lanzará una nueva operación de vigilancia naval en el Báltico para reforzar la presencia militar en esta zona, escenario de recientes incidentes con cables submarinos, con la implicación de fragatas, aeronaves de patrullaje aéreo y drones, ha anunciado este lunes el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.

En declaraciones desde Helsinki tras la cumbre celebrada entre los aliados nórdicos y bálticos de la OTAN, Rutte ha señalado que la nueva misión es parte de los esfuerzos de la organización para mejorar su presencia marítima y vigilar infraestructuras clave para su seguridad.

«Implicará una serie de recursos, incluyendo fragatas y aviones de patrullaje marítima entre otros», ha especificado, para añadir poco después que otra iniciativa permitirá desplegar «una pequeña flota de drones navales» para promover la vigilancia y elevar la disuasión en el Báltico.

El ex primer ministro neerlandés ha incidido en que la nueva iniciativa ‘Baltic Sentry’ se centrará en proteger la infraestructura clave submarina. A su juicio, con esta decisión la OTAN demuestra que tiene capacidad de evaluar la situación de seguridad y adopta las acciones necesarias para responder a actividades de sabotajes y ataques.

La cita organizada por Finlandia, con el presidente finlandés, Alexander Stubb, y el primer ministro estonio, Kristen Michal, como coorganizadores, ha contado con la participación de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, el canciller alemán, Olaf Scholz, el presidente de Letonia, Edgars Rinkevics, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, y el primer ministro polaco, Donald Tusk, además de su homólogo sueco, Ulf Kristersson, y la vicepresidenta de la Comisión Europea, Henna Virkkunen.