El académico Manuel García-Mansilla, designado como juez de la Corte Suprema

Una unión opositora de la comisión de Acuerdos del Senado, conformada entre kirchneristas y el presidente de la UCR, Martín Lousteau, entre otros, emitió dos dictámenes -a favor y en contra, respectivamente- sobre el pliego que propone a Manuel García-Mansilla como juez de la Corte Suprema. El académico fue designado “en comisión” por el Ejecutivo y días atrás juró en el máximo tribunal de justicia del país, lo que eleva la tensión política por un tema de relevancia institucional.

El objetivo de lo ocurrido este jueves en la comisión, que comanda la legisladora Guadalupe Tagliaferri (Ciudad de Buenos Aires-Pro), fue igualar en condiciones a García-Mansilla con el magistrado federal Ariel Lijo -no juró en la Corte aún, pero su despacho en la Cámara alta fue firmado a favor-, en cuanto a que ambos tengan dictámenes listos para ir al recinto de la Cámara alta y no precisar, en el caso del académico, una habilitación con dos tercios.

Al momento de la definición, aparecieron dos dictámenes que aún deben ser validados de manera oficial por las autoridades. El primero fue sorpresivo y a favor de los siete integrantes del kirchnerismo en la comisión, mientras que el segundo -en contra- fue rubricado por Lousteau y Tagliaferri. En total, nueve senadores -la mitad más uno de Acuerdos-, lo necesario para conformar una orden del día al igual que la de Lijo.

¿Cuál es el siguiente paso? Que al menos cinco senadores presenten un pedido de sesión a la titular del Cuerpo, Victoria Villarruel, para sesionar. El Frente de Todos quiere que sea el próximo jueves, siempre que lo avale la vicepresidenta. Además, desde la bancada explicaron a Infobae que el paso lógico en la comisión de Acuerdos era firmar un dictamen a favor y no quedar en la posición incómoda de tratar “el rechazo del rechazo” en el recinto.

Más allá del despacho a favor del kirchnerismo, lo cierto es que lo ejecutado por los nueve senadores tiene, como finalidad, rechazar ambos pliegos en el recinto. Consideran -hoy lo dijeron de manera pública- que el Ejecutivo excedió los límites al aprovechar la ventana entre el final de las sesiones extraordinarias -21 de febrero último- y el inicio del período ordinario -1 de marzo- para activar a Lijo y García-Mansilla “en comisión”. Y que la Casa Rosada sobrepasó en lo institucional a la Cámara alta, que estaba trabada con la discusión de los candidatos. Ambos cuentan con estabilidad hasta el final de la próxima Legislatura.

El convite de este jueves también se convirtió en un ring discursivo entre Lousteau y el bonaerense más relevante que tiene la UCR, Maximiliano Abad. En medio de la comisión, el porteño acusó a sus compañeros de Acuerdos por no dar quorum e intentar frenar la firma de los ahora dictámenes. “Que el presidente de mi partido, al que lo reconozco como presidente y tengo respeto intelectual, acuse innecesariamente a senadores de su partido, es una bajeza fuera de lo común en la política”, respondió el segundo.

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