El ayurveda es un sistema médico holístico originario de la India con aproximadamente seis mil años de historia. El término proviene de las palabras sánscritas: Ayur (vida) y Veda (conocimiento). Como forma de vida y como medicina, el ayurveda plantea un paradigma integral en el abordaje de la salud: nos entiende como una unidad cuerpo-mente-alma, y busca alinearnos a nuestro propio equilibrio y sintonizarnos con la naturaleza de la que somos parte. Cada ser es un microcosmos dentro del macrocosmos.

Los 5 elementos básicos

Tal como explica la Dra. Valeria Zelkowicz –médica, pediatra y especialista en medicina ayurveda–, esta disciplina parte de la base de que todo y todos estamos compuestos por cinco elementos básicos: espacio, aire, fuego, agua y tierra. Según el momento en que nacemos, cómo nacemos y cómo fue el embarazo de nuestras madres, entre muchas otras variables, tenemos una proporción determinada de estos cinco elementos que es perfecta para cada uno. A esto le llamamos prakriti, es decir, nuestra materia básica, nuestra primera constitución que se mantiene estable toda la vida y es el equilibrio al que intentaremos volver una y otra vez. Sin embargo, como somos parte del universo y todo está cambiando constantemente, tendemos al desequilibrio, tanto interno como externo. Esto es, viajamos y cambiamos de clima, cambia la época del año, cambia la etapa de la vida, nos estresamos, aparece una pandemia y debemos cambiar nuestro estilo de vida, etc. A este desequilibrio le llamamos vikriti.

La vitamina que mantiene sano el corazón y suministra la energía al cuerpo

Para poder comprender el funcionamiento del ayurveda y las prácticas de sanación que propone, debemos entender que es una medicina alopática, es decir, que trata con opuestos. Así como en la medicina occidental, cuando tenemos acidez, se nos indica tomar un antiácido, el ayurveda hace lo mismo pero con las cualidades de los elementos que nos conforman, partiendo de la base de que lo igual desequilibra y que lo distinto genera equilibrio. Si tenemos mucho calor, nos dan algo frío; si tenemos mucha humedad, nos dan algo seco.

La ayurveda es una medicina alopática que trata con opuestos

El universo se fue creando y ordenando a partir de los cinco elementos que nombramos, yendo de lo más sutil a lo más denso. Esta es la base de todo:

  1. Espacio: El más sutil de todos los elementos. Es el lugar en donde todo sucede.
  2. Aire: Este elemento es sutil pero mucho menos que el espacio porque a veces lo podemos ver –por ejemplo, en el movimiento de las hojas de un árbol– y sentir –por ejemplo, en una brisa que nos pega en el rostro–.
  3. Fuego: Es el único elemento caliente y tiene la energía del metabolismo. El fuego tiene la capacidad de generar cambios de un estado a otro y nos da la luz.
  4. Agua: Nos nutre, hidrata y lubrica. Somos 60-70% agua y nos comunicamos a través de ella.
  5. Tierra: Es el elemento con más estructura que posee la fuerza, la vitalidad, la energía para que todo crezca y florezca.

El ayurveda ve al mundo en estos cinco elementos básicos y para poder clasificarlos los agrupa en biotipos o doshas: del espacio y el aire surge Vata, del fuego y el agua surge Pitta, y del agua y la tierra surge Kapha. En estos tres doshas se clasifica todo el universo: tanto las personas, como los alimentos, los momentos de la vida y las épocas del año. Si entendemos que cada uno de nosotros tiene un dosha de nacimiento, podemos comprender que ese será nuestro prakriti o patrón al que siempre intentaremos alinearnos. Todos tenemos los cinco elementos en diferentes proporciones que se manifiestan en nuestras cuatro partes: la física, la mental, la digestiva y la metabólica.

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Cada dosha se manifiesta en cada una de las cuatro partes que nos conforman.

Vata: Estas personas son las que menos estructura tienen –debido a que éter y aire son elementos muy sutiles y sin estructura–. Físicamente suelen ser flacos y altos o muy chiquititos y menuditos. Hablan rápido, se mueven rápido, son flexibles y cambiantes. Tienen dificultades para ganar músculo y tendencia a la sequedad. Si bien cuentan con mucha energía, también la agotan rápidamente, son inconstantes. A nivel mental, tienen espacio y aire, son abiertos, cambiantes, rápidos, inteligentes, colgados y creativos. Suelen tener mala memoria, siempre miran hacia delante. En términos digestivos, tienden a la distensión abdominal, a la constipación, el dolor y todo tipo de irregularidades. Metabólicamente son catabólicos, rompen estructuras. Vata es frío, seco, liviano y cambiante o irregular. Es la energía del movimiento.

En términos digestivos, las personas con vata tienden a la distensión abdominal, a la constipación, el dolor  y todo tipo de irregularidades

Pitta: Estas personas son físicamente medianas. Es decir, ni bajos ni altos, ni gordos ni flacos. Tienen cuerpo, tienen estructura, el cuerpo suele responderles. Si hacen deporte, se marcan; si no hacen deporte, no les pasa demasiado. Suelen tener lunares, pecas, piel sensible, ojos claros y calvicie precoz –generalmente– en los hombres. A nivel mental saben lo que quieren, van tras objetivos. Son muy racionales, tienen luz para iluminarse e iluminar al resto. En desequilibrio, tienden a sentir ira, bronca, estrés, competitividad, e incluso trastornos de obsesión. En cuanto a lo digestivo, al tener fuego van al baño sin problema, en desequilibrio tienen tendencia a la acidez, al reflujo, a tener diarrea, intestinos irritables y hemorroides. Tienen buen metabolismo, aunque si se pasan, el cuerpo puede responder con enfermedades autoinmunes e inflamaciones. Pitta es caliente, húmedo, liviano e intenso. Es la energía de la transformación.

Kapha: Estas personas son pura estructura pero sin fuego. Físicamente, suelen tener cara grande, cuerpo grande, dientes blancos enormes y manos grandes. Son lentos y tranquilos. Tienen mucha estructura ósea y muscular, con tendencia al sobrepeso. A nivel mental son como la figura del elefante, es decir, lentos, tranquilos, pero a paso firme. Se ponen objetivos a largo plazo y van hacia ellos. Son amorosos y maternales. El kapha en equilibrio es puro amor. En desequilibrio tiene al apego. En términos digestivos, también son lentos y efectivos. Suelen ganar peso con facilidad y les cuesta mucho perder peso. Kapha es frío, húmedo, lento y pesado. Es la energía que genera estructura, anabolismo.

Algunos consejos para un mejor equilibrio físico según el Ayurveda

La Dra. Zelkowicz nos brinda algunos consejos transversales a todas las doshas.

Alimentación:

  • Evitar ultraprocesados. Estos productos tienen muchos aditivos que cambian la proporción de nuestra microbiota, provocando la pérdida de su permeabilidad selectiva. Esto es, nuestros intestinos pierden su capacidad de discernir qué debe ingresar al organismo y qué no.
  • Ir con los ritmos de la naturaleza. Se recomienda desayunar bien, almorzar bien y cenar poco y temprano. Nuestra alimentación debería acompañar el ritmo del sol, es decir, hacer nuestras ingestas principales cuando el sol está arriba, de 10 a 14 h.

Actividades diarias (pasos para arrancar el día):

  • Utilizar un limpialenguas. La lengua funciona como un gran colón que absorbe todo, limpiando la lengua limpiamos las toxinas acumuladas. Y observando lo que sacamos podemos entender muchas cosas sobre cómo estamos.
  • Hacer respiraciones equilibrantes. Con esta práctica lo que buscamos es equilibrar el lado derecho –masculino, del sol, calentante– con el izquierdo –femenino, de la luna, enfriante–.
  • Tomar un vaso de agua tibia en las mañanas en ayunas. Ayuda a terminar el proceso de limpieza que el cuerpo realiza en las noches.

La Dra. Zelkowicz explica: “La medicina ayurveda propone un camino de autoconocimiento a largo plazo. Se trata de empezar a entender la vida en los cinco elementos y darle mucho lugar al refostro del paciente. El médico guía, enseña y acompaña, pero es el paciente quien va a poder identificar, activar y sanar.”

La autora es organizadora de eventos de autoconocimiento y transformación personal: shamanicandhealing