Altman fue cofundador, junto a Elon Musk, de OpenAI en 2015. REUTERS/Axel Schmidt/File Photo

Sam Altman es una de las figuras más prominentes en el ámbito de la inteligencia artificial, siendo el cofundador de OpenAI junto a Elon Musk, a quien le negó la venta de la empresa dueña de ChatGPT en los últimos días.

Altman volvió a ser foco de las noticias en los últimos días, después de que Elon Musk y un grupo de inversionistas presentaran una oferta que ascendía a 97.400 millones de dólares para comprar OpenAI, según The Wall Street Journal.

El motivo de la oferta era volver a dirigir el modelo de negocio de la compañía a un enfoque sin ánimo de lucro, como lo había concebido Musk cuando ayudó a fundarla, en 2015.

Sin embargo, Altman, director ejecutivo de la compañía, rechazó la oferta categóricamente, reavivando los cruces entre los líderes en tecnología. “No, gracias, pero compraremos Twitter por US$9.740 millones si lo desea”, respondió el SEO de OpenAI, en X ante el ofrecimiento. Musk le contestó llamándolo estafador.

Los choques entre Altman y Musk comenzaron en 2018, tras los desacuerdos del dueño de SpaceX con el modelo de negocio de la compañía.

Primeros pasos y trayectoria temprana

Samuel H. Altman nació y creció en Missouri, Estados Unidos. Desde temprana edad, mostró interés por la tecnología: a los 8 años ya desarmaba y programaba en una Macintosh, según relató en una entrevista con The New Yorker.

Aunque ingresó a la Universidad de Stanford para estudiar informática, abandonó los estudios para dedicarse por completo a emprender. En 2005 fundó Loopt, una aplicación para compartir ubicaciones que, aunque no logró un éxito masivo, le abrió las puertas al ecosistema de Silicon Valley.

La empresa fue respaldada por Y Combinator (YC), una aceleradora de startups que luego Altman presidió entre 2014 y 2019. Durante su liderazgo en YC, Altman promovió proyectos innovadores como Airbnb y Dropbox.

El SEO de OpenaAI ha dicho “O esclavizamos a la inteligencia artificial o nos esclavizará a nosotros”. REUTERS/Kim Hong-Ji/File Photo

Fue en este periodo cuando cofundó OpenAI junto a Elon Musk, impulsado por su interés en la inteligencia artificial y sus posibles riesgos.

El ascenso de OpenAI y su visión sobre la inteligencia artificial

OpenAI nació en 2015 como una organización sin fines de lucro con la misión de garantizar que la inteligencia artificial beneficie a toda la humanidad. Altman, junto a Musk, defendió desde el principio una visión dual: mientras que la IA representa una oportunidad sin precedentes, también podría convertirse en una amenaza si no se regula de manera adecuada.

En 2016, en un reportaje de The New Yorker, Altman expresó una frase que sintetiza su enfoque: “O esclavizamos a la inteligencia artificial o nos esclavizará a nosotros”. Esta idea, compartida por Musk, los llevó a diseñar estrategias para equilibrar el desarrollo tecnológico con medidas de seguridad.

El liderazgo de Altman al frente de OpenAI impulsó herramientas revolucionarias como ChatGPT y DALL-E. Sin embargo, el ejecutivo ha reconocido públicamente las limitaciones de estas tecnologías.

En diciembre de 2022, escribió en X (antes Twitter): “ChatGPT es increíblemente limitado, pero lo suficientemente bueno en algunas cosas para crear una falsa impresión de grandeza. Es un error confiar en él para tareas importantes en este momento”.

El despido de OpenAI, su regreso y las tensiones con Musk

El despido de Altman en noviembre de 2023 sorprendió a la industria tecnológica. OpenAI justificó la decisión argumentando “pérdida de confianza” debido a que Altman “no fue consistente en sus comunicaciones” con la junta directiva. Este evento desencadenó un caos interno, con amenazas de dimisiones en masa por parte de empleados y críticas de socios clave como Microsoft, el principal inversor de OpenAI.

Microsoft llegó a contratar a Altman para liderar un equipo de investigación avanzada, pero apenas dos días después, OpenAI anunció su retorno como director ejecutivo. Este acuerdo incluyó cambios en la junta directiva que había promovido su despido, marcando un giro significativo en la gobernanza de la compañía.

Microsoft proporcionó a OpenAI una inversión de mil millones de dólares en 2019 y otra de diez mil millones en 2023. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration

El regreso de Altman marcó la competencia con Elon Musk, quien se había distanciado de OpenAI en 2018, tras criticar la dirección de la empresa, sugiriendo que se había alejado de su misión inicial.

Mientras OpenAI busca comercializar sus desarrollos, Musk ha impulsado proyectos como xAI, destinados a democratizar la inteligencia artificial y a competir directamente con OpenAI.

Este conflicto pone en evidencia las diferentes estrategias que lideran ambos empresarios: mientras Altman prioriza la implementación gradual de tecnologías para familiarizar a la sociedad, Musk apuesta por desarrollos disruptivos para acelerar la integración humano-máquina, como su iniciativa Neuralink